Conmemoraciones

pensadorPor: Fidel A. Díaz Sosa.

En el año 2005 la UNESCO instituye el Día Mundial de la Filosofía para promover el debate, desde la perspectiva de esta milenaria ciencia, de los principales problemas que aquejan o preocupan a la humanidad, han pasado  apenas doce años y hemos sido testigos del aumento exponencial de la violencia a escala global, de la continua amenaza de una  guerra nuclear que traería como resultado el fin de nuestra civilización, de la ampliación de la brecha entre países ricos y pobres con su secuela de calamidades sociales, de las, cada vez más evidentes, consecuencias del cambio climático, de la expansión de la intolerancia y la xenofobia, de migraciones masivas e incontroladas, del resurgimiento del fascismo como ideología y como expresión concreta en la política de muchos estados, de mortales epidemias, devastadores cataclismos y otros tantos fenómenos que se sería prolijo enumerar.

Lo  anteriormente expuesto nos conduce a la necesidad de replantearnos las eternas cuestiones de la filosofía: ¿qué es el hombre?, ¿hacia dónde va el hombre?, y a  y a sostener, una vez más, la necesidad de pensar, en un momento en que se desarrolla un gran proyecto hegemónico a nivel mundial  que se sustenta,  en la negación del pensamiento a partir de una propuesta hedonista y lúdica profundamente enajenante.

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Ministerio de Salud Pública de Cuba

Ministerio de Salud Pública de Cuba

Carta de felicitación del Dr. Roberto Morales Ojeda, Ministro de Salud Pública, a los trabajadores de la Estomatología

Queridos trabajadores de la Estomatología:

Al celebrarse hoy, el día de la Odontología Latinoamericana, aprovechamos la ocasión para reconocer la labor que realizan los estomatólogos, técnicos y trabajadores de estos servicios, que con su entrega contribuyen a mejorar los indicadores de salud bucal de la población, dentro y fuera de Cuba.

Este es también un día de reafirmación y de compromiso para continuar elevando la calidad de la atención, el control de los recursos, fortaleciendo los valores y la ética e incrementando la exigencia y la disciplina como premisas indispensables para alcanzar los objetivos y propósitos propuestos en el Sistema Nacional de Salud…Leer más

Estomatólogos protagonizan el matutino central en la UCMVC

Estomatólogos protagonizan el matutino central en la UCMVC

Los predios de la facultad de Excelencia de Estomatología fue el escenario del matutino especial que con sobradas motivaciones supieron engranar sus profesores y estudiantes en un espacio preñado de acontecimientos.

Recordaron la fundación de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) que nacieron por iniciativa de nuestro líder histórico en momentos convulsos del país, contando con cada familia del pueblo para velar por el bien común, de la patria y sus conquistas, organización destacada en los recientes embates del huracán Irma.

La Universidad no quedó exenta de los daños del organismo meteorológico. La dirección de la facultad reconoció a sus estudiantes y profesores por su rápida y eficiente respuesta en la recuperación de sus instalaciones; asimismo la máxima dirección de la Universidad reconoció a los residentes venezolanos que apoyaron con altruismo  en el paso del fenómeno.

El colectivo de la facultad de Estomatología también fue protagonista en la campaña antivectorial, decisiva acción para preservar la salud de la comunidad santaclareña, por su labor fueron también reconocidos por su dirección.

La Federación Estudiantil Universitaria, con la fuerza de un huracán categoría 5 se proyectan por llevar adelante las tareas de su organización y fue este el espacio escogido para presentar a los candidatos a elecciones a nivel de facultad el próximo día 4 de octubre y el momento apropiado para dejar constituido el trigésimo quinto Destacamento de las Ciencias Médicas Dr. Carlos Juan Finlay, en la Facultad de Estomatología. El juramento fue leído por la estudiante de primer año Ana Beatriz  Cabrera.

Concluyó el dinámico acto con la entrega simultánea  del carné que acredita a los estudiantes del primer año como miembros de la Federación Estudiantil Universitaria.

Momento en que la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara recibe la condición de Certificada, entregada por el Ministro de Educación Superior Dr. Rodolfo Alarcón Ortiz (Foto de archivo)

Momento en que la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara recibe la condición de Certificada, entregada por el Ministro de Educación Superior Dr. Rodolfo Alarcón Ortiz (Foto de archivo)

Lejos estaba de imaginar aquel grupo de soñadores que la noche del 21 de noviembre de 1966 se reunieron en una pequeña aulita del único hospital clínico quirúrgico existente en Santa Clara, para concretar el sueño de crear la Escuela de Medicina de Las Villas

Villa Clara.—Lejos estaba de imaginar aquel grupo de soñadores que la noche del 21 de noviembre de 1966 se reunieron en una pequeña aulita del único hospital clínico quirúrgico existente en Santa Clara, para concretar el sueño de crear la Escuela de Medicina de Las Villas, que cinco décadas después, lo que fuera una utopía se convertiría en una realidad tan palpable, sin la cual no podrá escribirse la historia del sistema de salud en la región central de Cuba.

Aquel día, los 86 alumnos que empezaron el primer curso para formarse como profesionales de la salud, iniciaban un largo y complejo camino, de donde emergerían los futuros galenos, estomatólogos, enfermeros y tecnólogos encargados de suplir el vacío dejado por quienes abandonaron el país tras la alborada del Primero de Enero de 1959.

Muchos de los sobrevivientes de aquella histórica jornada, no olvidan las ideas expresadas por el excelso profesor, doctor Ricar­do Jorge Oropeza, alma de aquel atrevimiento, quien al pronunciar las palabras de apertura, auguró que de aquel acto fundador saldrían los retoños que se encargarían de materializar los sueños de Fidel, expresados con meridiana claridad durante el juicio del Moncada.

Fue la de Las Villas la tercera escuela en fundarse, luego de La Habana y Santiago de Cuba, y en la cual el doctor Oropeza laboró sin descanso entre los años 1961 y 1966 para concretar la organización de las condiciones para los futuros estudios de Medicina en Santa Clara, trabajo definido como Plan Marta Abreu, denominación relacionada con el nombre de la pres­tigiosa Universidad Central a la que pertenecería dicha insti­tución.

Durante años de duro bregar, de sus aulas emergieron muchas de las luminarias que hoy prestigian la salud pública en las provincias de Villa Clara, Cienfuegos y Sancti Spíritus, e incluso en otras regiones del país y del mundo, quienes hoy, desde los hospitales Arnaldo Milián, Camilo Cienfuegos, Gustavo Aldereguía o el cardiocentro Ernesto Che Guevara, entre otras instituciones, demuestran el valor que tuvo aquella idea precursora.

SEMILLA QUE GERMINA CON CRECES
Cincuenta años después de haberse concretado aquel acto creador, suman más de 26 200 los egresados de la Escuela de Medicina de Las Villas y su continuadora la Universidad Médica doctor Serafín Ruiz de Zárate Ruiz de Villa Clara, a través de sus 48 graduaciones.

De los egresados, 3 568 llegaron procedentes de 60 naciones del llamado Tercer Mundo, de países tan disímiles como Pakistán, Nicaragua, El Salvador, Argentina, Angola o Sudáfrica, entre otros, según detalla el actual rector de la universidad villaclareña, doctor Frank Quintana Gómez.

Otra de las conquistas de la institución, según el directivo, es haber logrado la categoría superior de Acreditación, éxito alcanzado tras rigurosas evaluaciones realizadas por la Junta Nacional del Ministerio de Educación Superior, además de tener las carrera de Medicina y Estomatología también certificadas.

Asimismo, destaca el quehacer científico e investigativo del centro, vinculado a proyectos relacionados con la medicina regenerativa, la genética, las malformaciones congénitas, el infarto agudo del miocardio, los trastornos del sueño y la salud bucal, entre otras patologías que son estudiadas por los experimentados profesionales y estudiantes de dicha institución.

Loable resulta también el vínculo de la Universidad de Cien­cias Médicas villaclareña con la comunidad, hasta donde extiende su accionar, en su objetivo de formar un trabajador de la salud comprometido con los problemas de su tiempo, con prioridad para la medicina preventiva como les enseñara Fidel, refiere el doctor Frank Quintana.

Y si de orgullo se trata, uno de los mayores es poder contar entre sus titulados con miles de profesionales que han prestado sus valiosos servicios en regiones tan distantes como Pakistán, Sudáfrica, Mozambique, Angola, Nicaragua o Guatemala, por solo citar algunos ejemplos, países donde han desafiado terremotos, guerras y epidemias como el ébola o la fiebre amarilla.

Fuente: Granma.cu

DSC_4105Por: MSc. Danalay Consuegra Ruiz (comunicadora institucional)

La desaparición física del Comandante de la Revolución Cubana conmocionó a su pueblo. “Revolución, es sentido del momento histórico”  –nos enseñó el  Comandante -,  4671 firmas de estudiantes y trabajadores fueron recogidas en el libro que patentaba el compromiso moral de estos con el insigne concepto, que gana en el contexto actual más vigencia que nunca. “Ya no está el Comandante entre nosotros, ahora hay que defender su legado”, decían y lucían pequeños lazos negros en el lado del corazón.

“Yo soy Fidel”, frase repetida en todo el país y en el cortejo de sus restos;  los estudiantes de la Universidad de Ciencias Médicas tuvieron el altísimo honor de ser  seleccionados para esperar la caravana en el Conjunto Escultórico “Ernesto Guevara” e hicieran las exequias al Jefe. Con unas actitudes ejemplares y emocionados, 600 estudiantes custodiaron la Plaza, la historia  volvía a reunir a dos de sus más grandes y queridos Comandantes y Santa Clara, por última vez.

La conocida “Plaza del Che”,  escenario de una velada artística y patriótica fue concurrida por una buena parte del pueblo santaclareño, que encontró réplica en la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara, y en las de todo el país, en una vigilia histórica y patriótica.

Aficionados del movimiento estudiantil  de Ciencias Médicas, estuvieron en la vanguardia de la velada,  fueron seguidos por más de un millar de estudiantes y profesores que hacían improvisados coros y que se fueron sumando hasta reunirse con no menos  de 3 mil, quienes partieron luego hacia su punto de espera y despedida de la caravana que llevaba los mortales restos.

Emotiva e inolvidable fue esa noche, no solo por las manifestaciones de cariño, agradecimiento y respeto de todos los presentes, también porque saben que el compromiso con el concepto Revolución de Fidel firmado en los dos días anteriores, encontraba su máxima expresión al estar en su presencia.

Nadie pasó lista, ni preguntaron de qué grupo eran, solo sabían de una convocatoria para estar presentes. Emocionaba ver a los jóvenes replegados en toda la universidad esperando la orden de partida y cansados, esperar al borde de la carretera desde las  4:00 de la madrugada. No sobró espacios en los transportes, ni en la carretera, solo quedó el susurro de la madrugada en la Universidad.

Allí estaban los heraldos del futuro en los que Fidel puso toda su confianza. “No lo defraudaremos decía el libro de condolencias”, “cuente con nosotros”, “Comandante en Jefe, ordene”.

Y yo soy solo otra protagonista, que vio para contar.

 

Nosotros, los estudiantes cubanos nacidos en el extranjero, nos vemos en la necesidad de pronunciarnos ante el acontecimiento de la perdida física,( ¡mas no su muerte!, porque como dijo Martí ‘¡morir por la patria es vivir!’) de nuestro eterno comandante en jefe Fidel Castro Ruz, líder indiscutible del ejercito de batas blancas, el cual integramos gracias a su labor creativa para llevar la salud, la educación y la formación de valores humanos, como bandera de lucha, a todos los rincones del mundo.

Nuestro sentimiento no es solo de tristeza, no es solo de consternación, sino que, a la vez lo tomamos como otra victoria más de este gran ser humano que a pesar de todas las acusaciones, calumnias e intentos de asesinato, ha culminado su ciclo de vida solo cuando la naturaleza determino que así sea. Hecho que para sus más acérrimos contrincantes deja mordiendo sus bífidas lenguas impregnándolas de su propio veneno, dejando un resquemor en quienes han intentado destruir su persona, y con ella, su ideario y la revolución cubana triunfante.

Son innumerables las acciones que este ser, junto con el apoyo de ustedes, su pueblo, han logrado soslayar las barreras que, denigrándonos como seres humanos, ha impuesto desde siempre, el sistema capitalista. Acciones que reivindican la dignidad de todo pueblo oprimido y sojuzgado bajo el yugo monopólico de quienes han intentado dominar la soberanía e independencia de nuestros pueblos.

Cuba y su revolución es, para nosotros, un ejemplo de resistencia y lucha a seguir en nuestro camino hacia la segunda y definitiva independencia de nuestros pueblos. Desde las diversas profesiones en las que nos estamos formando aquí, hemos logrado incorporar todos los valores humanistas, internacionalistas y solidarios que nos han transmitido desde el primer momento en que pisamos tierra cubana libre y socialista. Valores que nos han permitido fundar nuestras propias trincheras y a las cuales defenderemos incansablemente ante cualquier medida o accionar injusto que atente contra nuestros pueblos.

Aquí y ahora determinamos nuestro compromiso eterno con los valores éticos y morales revolucionarios que llevaremos como bandera a los lugares en donde nos toque enfrentar las dificultades que asedian a nuestros pueblos. Nuestro deber, indudablemente, será para reivindicar la dignidad humana que merece cualquier hombre y mujer, hasta en los más intricados y remotos lugares del mundo. Somos soldados en este ejercito de batas blancas, estamos dispuestos a luchar cualquier batalla a la cual seamos llamados a enfrentar y triunfar, con el objetivo de intentar vencer esta guerra contra la muerte contra la tristeza y el desamparo, para ganarnos el derecho de los abrazos de la gente y vestirnos del color más puro, habría que bordarse en la sien la palabra incansable del maestro, ese que ignora el mal tiempo y la escasez, ese que se ubica en otro plano que llega cada día con el sol a cuestas a extender su mano milagrosa, a llenarnos los corazones de experiencias, ese maestro firme como un soldado que sobrevive a expensas de la propia vocación, que distingue una sola raza, la humana, para llamarnos veteranos, después de todas las batallas, para ser condecorados por las historias pasajeras, para marchar desafiando el tiempo en este ejercito de batas blancas, habría que darse cuenta que, como embajadores sacrosantos, después de dar tanto al final de la jornada, solo nos resta, seguir dando…

¡VIVA NUESTRO COMANDANTE ETERNO!        

¡VIVA LA REVOLUCION CUBANA!                         

¡PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS!

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20161121_103158Por: Enrique Moreno

Con un emotivo acto, la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara celebró este lunes el 50 aniversario del inicio de la docencia médica en la provincia.

La actividad contó con la presencia del Dr. Frank Quintana Gómez, Rector de esta Casa de Altos Estudios, el Dr. Rafael Machado, fundador de la antigua Escuela de Medicina de Las Villas, entre otros profesionales de la salud, profesores y estudiantes.

A nombre del claustro de la Universidad Médica de Villa Clara, su Rector Frank Quintana Gómez afirmó que la noche del 21 de noviembre de 1966 se logró la concreción de un sueño compartido por muchos: la creación de la Escuela de Medicina de Las Villas.

“Luego de 48 graduaciones y más de 26 mil egresados, la Universidad exhibe una imagen madura. Es una institución acreditada y certificada tras rigurosas evaluaciones por la Junta de Acreditación Nacional del Ministerio de Educación Superior. Muestra con orgullo a su carrera de Medicina también certificada por dos etapas consecutivas y la de Estomatología que logró convertir en su segunda evaluación la certificación en excelencia”, agregó el Dr. Frank Quintana Gómez.

Por su parte, Anabel Treto de la Paz, presidenta de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), destacó que medio siglo ha transcurrido desde la primera clase de Medicina en la región central del país pero las metas de los educandos siguen intactas en formarse como profesionales de la salud preparados y comprometidos con su deber social.

En el acto, los asistentes visualizaron un material sobre el quehacer del centro de Educación Superior en las últimas décadas y el testimonio de graduados extranjeros y pacientes de las instituciones de salud villaclareñas. A su vez, el estudiante Larry Medina dio lectura a un mensaje del médico cubano Magdiel Rodríguez Labrada, colaborador en la República de las Seychelles en el continente africano, con motivo de la efeméride.

“Para algunos el paso por la Universidad es el camino en la superación y lograr objetivos profesionales. Para mí fue y sigue siendo la casa de todos, la casa donde están en muchas habitaciones los mismos padres. Esos que nos vieron gatear, correr y hoy nos dejan volar. Pero siempre contentos cuando saben qué ha pasado con sus hijos y cuáles son los nuevos logros. Creo, sin temor a equivocarme, que uno de los mayores valores que la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara sembró en mí es el amor a mi Patria, a mi Cuba”, precisó este médico internacionalista.

Entre las palabras de egresados, las nuevas generaciones y la compañía del claustro fundador y contemporáneo, la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara “Dr. Serafín Ruiz de Zárate Ruiz” festejó su 50 aniversario. En la actualidad, se forman en sus aulas estudiantes cubanos y de varias naciones del Planeta.

Fuente: CMHW

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Tomado de Vanguardia

medicina-estudiantesLa Universidad Médica de Villa Clara arriba, este 21 de noviembre, a sus cinco décadas en la formación de profesionales de la salud.

Para muchos ha sido un reloj indetenible en medio de su cabalgata, otros prefieren los recuerdos entre esas evocaciones matizadas por alegrías, tristezas, avances, y tropiezos entrelazados por la historia, pero lo cierto es que aquella pequeña escuela de medicina que, el 21 de noviembre de 1966, fraguaba sus sueños en la región central se ha transformado en el Alma Máter destinada a la formación de galenos, estomatólogos, personal de enfermería y tecnólogos de la Salud de algunas provincias cubanas y de buena parte del mundo.

Ya suman cinco décadas, y en hora de recuento la principal reverencia la tienen aquel restringido número de luminarias que, reunidas en una estrecha aula del único Hospital Clínico Quirúrgico existente en Santa Clara en aquellos momentos, decidieron compartir lo abrupto del camino a fin de consolidar la enseñanza médica.

El tiempo, el implacable hace que muchos de sus fundadores ya no estén, que quizás en alguna página amarilla se encuentre que le correspondió al doctor Ricardo Jorge Oropesa pronunciar las palabras de apertura de aquel acto marcado para algunos con los signos de una pura utopía, mientras otros daban la espalda o abandonaban la Patria en busca de nuevos horizontes.

Pero la perseverancia pudo más que las más implacables tempestades. Sin dudas, se abrían las puertas al universo del saber desde el Hospital Viejo de la calle Cuba a cargo de bisoños que, según cuentan eran 86, y orientaban sus vidas al futuro para sembrar la prometedora semilla.

Así prende una historia apoyada, quizás, en los versos del poeta español Antonio Machado entre esos caminantes que hicieron la senda al andar, y que poco a poco vieron como aquella idea germinaba y se hacía robusta.

Los años pasan, y ahí están los resultados en el campo de las investigaciones vinculadas a proyectos de primera línea en cada época. Por ello los aportes al bienestar poblacional en las diversas aristas de la genética, las malformaciones congénitas, la profundización en torno al infarto agudo del miocardio, el riesgo obstétrico y su influencia en la mortalidad materna e infantil, sin obviar cuán importante es preservar la salud bucal o contrarrestar las sepsis o infecciones intrahospitalarias, entre otros perfiles en los que interactúan experimentados profesionales y estudiantes de primera fila.

Ello demuestra que la hoy Universidad de Ciencias Médicas villaclareña (UCM) Dr. Serafín Ruiz de Zárate Ruiz, va más allá de la docencia para insertarse en universos que admite hasta las consultas a los pacientes dentro de los marcos institucionales con vistas a mejorar la calidad de vida de quienes tienen todo el derecho a prolongar su existencia.

A través del tiempo su claustro ha sido protagonista de numerosos cambios para diseñar el tipo de médico que se persigue y necesita la sociedad. Baste recordar el Destacamento de Ciencias Médicas Carlos J. Finlay cuya primera graduación durante el curso 1987-1988 respondía al médico general básico.

Tampoco han faltado las transformaciones en los programas de estudio, en los perfiles de cada carrera que, a base de mucho trabajo, contribuyeron a que la UCM alcanzara la categoría superior de Acreditación como antesala para transitar hacia la excelencia.

Ello representa un salto cualitativo influyente en la formación de profesionales de alta competencia que garantiza el alcance y repercusión social de la docencia médica en el territorio, a nivel del país y en otras naciones.

Vale entonces la referencia a los más de 26 200 egresados de sus aulas desde el curso 1968-1969 en sus 48 graduaciones. De ellos, 3 568 extranjeros procedentes de 60 naciones, entre las que despuntan Pakistán, Nicaragua, El Salvador y Argentina.

En medio de todo no se puede olvidar el carácter ético y humanista de los que un día optaron por la cura del próximo con la prestación de servicios en los lugares más intrincados del archipiélago o en otras latitudes que han necesitado las bonanzas del personal de Salud ante los diversos holocaustos del mundo, o simplemente en respuesta a la solidaridad internacional.

Muchas son las razones que pudieran incluirse en esta historia cuando ya otras provincias cuentan con sus respectivas universidades, pero —a mi juicio— la principal es el agradecimiento a todos aquellos bisoños que un día abrazaron la divina «locura» de refugiarse en los buenos instintos del Alma Máter, seguidos por quienes a través de las generaciones, auscultan el pulso de la vida desde el centro de Cuba./ Ricardo R. González, de Vanguardia.

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Por: MSc. Danalay Consuegra Ruiz (comunicadora institucional)

20 de octubre, Día de la Cultura Cubana, ¿dónde podía celebrarlo mejor la Universidad de Ciencias Médicas que en una de las comunidades aledañas?, que es centro de acción constante de la FEU y la extensión de la universidad.

 Estudiantes y profesores se sumaron en un gran ejército para promover, en la Comunidad, Salud y garantizar el Futuro, en el proyecto que lleva ese nombre COSAF dirigido y protagonizado por los estudiantes de las Ciencias Médicas de Villa Clara.

Pinta caras, ¡A Jugar!, charlas educativas, consultas de podología, estomatología, charlas de promoción de salud por lo estudiantes de estomatología quinto año y la Cátedra de Sexología, regalos a los niños de la ENU “Zeneido Costa Llerena” del Consejo Popular Caracatey de Santa Clara y muchas otras ofertas culturales, de reconocimiento a combatientes y más, Leer más en “Comunidad Salud y Futuro (COSAF), en el Día de la Cultura Cubana” (+Videos)…

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