Dr.C Rigoberto Fimia Duarte, paradigma de la ciencia villaclareña

Historia de vida: Dr.C Rigoberto Fimia-Duarte.

Autor: MsC. Bertha Lidia Torres Martínez

Facultad de Tecnología Enfermería

Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara.

A pocas horas de celebrarse el Día de la Ciencia Cubana, la provincia de Villa Clara se coloca nuevamente entre las más destacadas del país.

La Universidad de Ciencias Médicas, su principal trinchera en la formación de profesionales en Ciencias de la Salud, en particular la Facultad de Tecnología Enfermería, se enorgullece de poder contar dentro de su claustro, con un hombre de ciencia, sencillo y afable que comparte con amabilidad, su intenso bregar por- según él mismo definiera- el apasionante mundo de la ciencia y la investigación.

El profesor Rigoberto Fimia Duarte, Licenciado en Educación en la Especialidad de Biología, es Especialista en Entomología Médica y Control de Vectores -ciencia que se ocupa del estudio de los insectos que son de interés desde el punto de vista de la salud.

Es Máster en esta misma especialidad y Doctor en Ciencias de la Salud, en el Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí” (IPK), en la línea de investigación de control de vectores, desde los años 2000 y 2013, respectivamente.

Profesor e investigador titular, con una basta experiencia que suma ya 29 años, miembro y revisor de prestigiosas revistas a nivel mundial y de disímiles instituciones y sociedades científicas, ha incursionado en el campo de la entomología médica desde el año 2004 y cuenta en su haber, con relevantes premios y reconocimientos tanto nacionales como internacionales.

De la Filosofía a la Biología.

Los primeros años de vida hasta su adolescencia no parecieron despertar demasiado, alguna inquietud u orientación de Rigoberto hacia ningún área de las ciencias en particular. No fue hasta el preuniversitario en que se inclinó realmente por algo: la Filosofía y la Historia formaron parte de su elección. Por aquel entonces no se realizaban pruebas de ingreso; una entrevista de la que pocos salieron airosos, le permitió clasificar para el Instituto Superior Pedagógico Félix Varela. Corría el año 1986.

Una vez allí, comienza a sentir una inclinación profunda hacia la Biología. Y es que tuvo la suerte de conocer a uno de esos profesores que dejan huellas profundas en el corazón de sus alumnos y que se convertiría también en su primer paradigma; entonces su vocación se desvía hacia un nuevo destino y decide cambiarse para la especialidad de Biología, idea que aprueba con beneplácito su familia, que consideró siempre que tendría más campo de actuación profesional y oportunidades, que con la Historia y la Filosofía; algo en lo que sin dudas, no se equivocaron.

Con ello comienza su apasionamiento, indetenible hasta el presente, por las ciencias biológicas.

De estudiante a profesor

Graduado ya en el año 1989, la impetuosidad propia de la juventud y la inquietud por descubrir y conocer nuevos horizontes más allá de la Villa Clara de donde prácticamente nunca había salido, influyen en que decida realizar el servicio social en la provincia de Ciego de Ávila, en la Secundaria Básica Orlando González del municipio Majagua y posteriormente en Ceballos, siempre al frente de la Cátedra de Biología.

De retorno a Villa Clara continúa como jefe de cátedra, hasta que el amor lo llevó esta vez, hasta la provincia de Sancti Spíritus (1995). Aquí, además, llega una nueva oportunidad: el trabajo en control de vectores como entomólogo, “un bichito que ya traía por dentro”, en la Unidad de Vigilancia y Lucha Activectorial de la Provincia, llegando a atender todos los laboratorios del territorio, desde el Centro Provincial de Higiene y Epidemiología (CPHE). El imptuoso joven llevaba esta tarea y a la par  se ocupaba de la actividad de posgrado e investigación sin apartarse de la docencia, en el otrora politécnico de la salud espitituano. Este fue solo el preludio de una carrera en ascenso.

El IPK: un sendero de nuevas oportunidades profesionales.

Hacia el año 1999, le ofrecen una oportunidad de ensueño: cursar la maestría en Entomología Médica y Control de Vectores en el IPK.

Para un joven del interior del país significó mucho poder estudiar en un prestigioso centro de investigación nacional como lo es el IPK, algo que marcó sin dudas, un antes y un después en su vida profesional. Venció los exámenes de Computación e Inglés, requeridos para el ingreso y en septiembre comienza  una nueva etapa signada por el aprendizaje de profesores maravillosos y el intercambio científico-docente con figuras de la ciencia cubana, que terminaron por convertirse en sus paradigmas y sembraron la inquietud por la investigación: Grisel Montero Lago, creadora del vacilo esférico, para el control de las poblaciones larvales de mosquito; el Dr. Israel García Ávila, su tutor de tesis y pionero fundador del ictiocontrol; el profesor Raúl González Broche, por aquel entonces entomólogo nacional; el profesor Omar Fuentes, entre otros, vienen de los recuerdos y dibujan su rostro con una sonrisa. Todos una influencia sin precedentes en la entomología, el control de vectores y sobre todo en la investigación, pues declara con una mezcla de humildad y orgullo sorprendentes, que “hasta ese entonces no tenía conciencia de lo que era una investigación científica, de lo que era un artículo científico, de cómo se podían publicar los resultados, dónde, en qué revistas, y toda esa terminología del mundo de la productividad científica y en el IPK lo aprendí y me cultivé”, confesó.

Como si no bastara, nuevas oportunidades se abrían a su paso por aquel recinto científico: allí conoció a su Director General, el profesor Gustavo Kourí y al que le debe sus primeros pasos hacia el doctorado en esta propia especialidad, específicamente en el control de vectores, tema que le atrajo siempre que participó en los talleres de tesis donde Fimia expusiera. Con el tiempo se convertiría en un invitado especial al primer evento organizado en Trinidad en el año 1999, sobre vigilancia, monitoreo y control de vectores.

Primeros logros y reconocimientos profesionales

Ese que nunca olvida, el que más costó, el primero: “fuen un artículo -comenta- que publiqué en Sancti Spíritus, relacionado a la identificación de las especies de mosquitos de la provincia, en la revista Directivo al día, del grupo tres. Ahí comencé yo mis primeros pininos”.

Posteriormente publicó en la Gaceta Médica Spirituana, escalando mejores posiciones hacia revistas de mayor visibilidad, contempladas en el grupo dos, hasta el año 2005 en que retorna a Santa Clara, su ciudad natal, a pesar de haber recibido por la Subdirectora de Parasitología del IPK en aquel entonces, la Dra. Lázara Rojas, la tentadora propuesta de atender en el centro, todo lo relacionado a investigaciones y eventos.

Aquí en Santa Clara conoce al Dr.Jose Ramón Ruiz, entonces Director Provincial de Salud, lo que considera “una dicha”, recomendado por una amiga que tenían en común- la Directora del Centro de Promoción y Educación para la Salud. Esto y un curriculo que ya prometía, bastaron para querer atraparlo y proponerle al instante la dirección del control de vectores en la provincia; propuesta que rechaza porque ya llevaba en el alma y en el corazón el ansia de investigar, no de dirigir o administrar.

Por ese entonces ya estaba matriculado en el doctorado y comienza como asesor del trabajo con el control de vectores en el CPHE, tarea que asumió con inmensa motivación y responsabilidad. Así lo demuestra la labor desplegada con pericia por un equipo de trabajo que en el año 2006 logró detener en menos de tres meses, la epidemia de dengue que azotó al territorio sin tener que lamentar pérdidas de vida humana.

Esos resultados influyeron para que fuese enviado hacia Sagua la Grande -previendo allí también la ocurrencia de una epidemia similar -lugar donde junto a otros valiosos colegas conformaron la infraestructura necesaria para palearla, formó un entomólogo para cada municipio de la provincia y a otros especialistas poco comunes en Cuba. Toda esta labor, a la par incesante de la investigación.

Concluído el doctorado, exhibe para ese entonces un total de 25 publicaciones científicas, cifra que casi se triplica hacia el 2016 con alrededor de 80, etapa de intensificación de la productivdad científica como resultado de la madurez alcanzada al obtener el grado científico y el establecimiento de estrechos lazos con numerosos científicos e investigadores del área del Caribe y Mesoamérica con quienes se sentaron las bases desde su paso por el IPK y que progresivamente se fueron sumando a los eventos que organizaban, entre los que destaca el Presidente de la Sociedad de Química y Toxicología Ambiental de Perú y Editor en Jefe de cuatro revistas de ese país, de las cuales es miembro del comité editorial el Doctor Fimia.

Como fruto de esa colaboración y alianza, juntos han publicado alrededor de 50 artículos y participado en disímiles ediciones de eventos de ese corte.

La Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara en la vida del profesor Fimia

Hace ya 13 años la Universisdad de Ciencias Médicas le abre sus puertas, quizás sin sospechar en su entera dimensión la adquisición que comenzaba a hacer.

De cómo y cuándo llega esta joya de la ciencia villaclareña y cubana a los muros universitarios de las ciencias de la salud, comenta el profesor: “en el año 2010 me vinculo con la entonces Facultad de Tecnología de la Salud, específicamente a la Cátedra de Higiene y Epidemiología, desarrollando conferencias panorámicas a los graduados de este perfil, impartiendo la asignatura Agentes Biológicos, incluso a colegas de trabajo del CPHE que iniciaban su licenciatura en la facultad. Participo además, como miembro del tribunal de exámenes y tutor de tesis”.

Comenzaba así a florecer un vínculo docente-investigativo que no muestra síntomas de deternerse y que se ha expandido hacia la formación de grados científicos de la casa de altos estudios: el profesor participa como miembro, secretario, presidente, y tutor de varias tesis doctorales, ha tutorado y asesorado ocho de estas tesis ha fungido como oponente de siete, a nivel provincial.

A propósito del desarrollo de la formación de grados científicos, expresa con satisfacción cómo avisora el futuro de la ciencia para la universidad médica, sopesando sus potencialidades actuales tanto en recursos humanos como en disponibilidad de revistas: “Ciertamente el programa de formación doctoral ha dado un vuelco hacia escalones superiores tanto desde el punto de vista cualitativo como cuantitativo, sobre todo a razón de cuatro años hacia acá, mérito sin dudas que atribuyo al empeño y empuje del Dr. José Ramón Ruiz, que lo ha catalizado positivamente, al punto de poder contar con dos programas doctorales aprobados por la Comisión Nacional de Grados Científicos, en un proceso de formación que crece año tras año, logrando formar tan solo en este último, quince doctores en ciencia y previstos de alrededor de diez para el primer trimestre de este año 2023.

Alcances de una producción científica en continuo ascenso

Hasta el momento el profesor Dr.C.Fimia cuenta ya con 487 publicaciones, de las cuales 385 engrosan la fila de artículos científicos y el resto a investigaciones originadas por tesis que ha tutorado o asesorado indistintamente; 197 colocadas en prestigiosas revistas del primer grupo.

Toda una obra científica signada por quienes le han acompañado en el viaje contribuyendo a edificar su propio camino.

Cuando se detiene y busca entre tantas personas e instituciones a quienes dirigir su infinita gratitud nos comenta: “tengo que remontarme a la Universidad Central de Las Villas -de la cual soy también profesor adjunto- allá por el año 2007; a su carrera de Veterinaria y Zootecnia, al profesor Dr. C Omelio Cepero Rodríquez, de la facultad de Ciencias Agropecuarias, quien me vinculó a ella, impartiendo conferencias destinadas a relacionar la veterinaria con la epidemiología y sobre todo a motivarlos mucho más hacia su futura profesión . En ese año, tras una experiencia de tal naturaleza y en franca competencia pactada con el profesor para ver quién publicaba más- se sonríe con jocosidad y nostalgia- fue que comencé a publicar libros y artículos desenfrenadamente. Ya por aquel entonces contaba él con 300 publicaciones y yo con 295, pero tras la decisión de jubilarse me manifiesta con claridad meridiana, que tenía todo un camino por delante y que la juventud se imponía. Hoy día el profesor y camarada Omelio y yo, mantenemos la comunicación y sin perder la costumbre, aún me pregunta por la salud de mi productividad científica, por cuántas publicaciones voy, en cuáles lo he tenido en cuenta. En fin, ese fue realmente un bombillo rojo que encendió e incentivó mi motivación por escribir y publicar mis resultados científicos. A esa amigable competencia con otro de mis tantos paradigmas, debo mucho de lo logrado en ese sentido”.

Pero más allá de cifras y números, muchas cosas quedan por descubrir sobre la vida de este modesto hombre de ciencia: el profesor Fimia ha influido como pocos imaginan en la salud del territorio y el país en general, protagonizando una investigación de entomología médica sobre la migración de los mosquitos ante una compleja situación epidemiológica de la provincia; estudio profundo que realiza en sociedad con el MSc. Ricardo Osés del Centro Metereológico Provincial y que surge desde la inquietud que provocara la búsqueda incesante y fallida hasta el momento, de una alternativa eficiente de control biológico -dígase el ictiocontrol, el uso de bacterias esporójonas, copecos y otras.

Llegaba la hora de recurrir a otras ciencias y disciplinas a las cuales poder aliarse y obtener mejores resultados, incluso incursionar en la elaboración de modelos de pronósticos que permitieran crear un sistema de alerta temprana para poder estratificar el riesgo entomoepidemiológico, focalizar con precisión las acciones en el menor tiempo posible y con el mínimo de recursos materiales y humanos, para obtener finalmente, mejores resultados.

Así nacen de forma novedosa, modelos de pronósticos, modelaciones matemáticas por las cuales sus autores fueron del Premio de la Academia de Ciencias de Cuba en el año 2019 y ante otros resultados mucho más sofisticados, propuestos nuevamente para este significativo premio.

Y es que se trata de una metodología no solo aplicada al mundo de los vectores, sino también al control malacológico, a la vigilancia y control del VIH SIDA, del cólera, y del COVID19, en este último caso con modelos para el municipio, la provincia y el país a corto, mediano y largo plazo, que devinieron en un poderoso intrumento para los decisores de salud pública.

Pero por si solo esto no bastara, más allá de las entidades infecciosas, la metodología ha sido aplicada en función del pronóstico de frentes fríos, temporadas lluviosas e incluso terremotos. Al respecto comenta el profesor- para sorprender nuestra capacidad de asombro- que: “ya se tiene prevista la ocurrencia del próximo terremoto con más de 6.7 grados en la escala de Richter; va a suceder en Haití a las 9:20 horas del día 14 de julio del año 2031”1

Significación de la obra de Finlay en la de Fimia-Duarte.

Al pronunciar su nombre e indagar sobre la significación que personalmente le merecía, una profunda exclamación fue su primera reacción – “un paradigma de inmedible talla para cada investigador cubano- afirma sin titubear- No obtuvo el premio Nobel por las cisrcunstancias que todos conocemos, pero para nosotros constituye un sueño llegar a dónde él llegó. He tenido la posibilidad de conocer a su biznieto Carlos Manuel Finlay, de vincularme a él y ser su amigo. Él me incentivó al estudio de la parasitología, pero yo ya estaba atrapado por los vectores. Formar parte de su vida constituye un orgullo para mí y es sin dudas, otra maravillosa oportunidad que le deberé eternamente al IPK”

A propósito, el profesor Fimia es miembro del Comité Científico y Organizador del evento Carlos Juan Finlay in Memorian, que cada dos años se celebra en la hermana provincia de Camagüey y en cuya última edición en septiembre de 2022, ofreciera la conferencia inaugural que diera mucho de qué hablar, precisamente sobre la metodología ROR y sus potencialidades.

Un sueño aún no realizado o insatisfecho

Pareciera que para alguien que ha hecho tanto ya en el campo de la ciencia, no queden aspiraciones por alcanzar o sueños insatisfechos, pero los sueños no se detienen para hombres de tal embergadura. Según como él mismo expresara, sueña no solo con “llegar a parecerme un poco a Finlay o a Kourí, sino también con lograr que en nuestro país se creara  una institución que agrupara a jóvenes talentos con motivaciones hacia la investigación científica y que esa institución de la cual me gustaría ser profesor, estuviese potenciada, respaldada y financiada por nuestro gobierno, con el fin de que recibieran una atención diferenciada, bajo una conducción acertada que los catapultara hacia planos y éxitos internacionales, como embrión de una a nivel planetario. Ese relevo garantizaría el futuro de la nación. Sé que mi presidente lo sabe, está encaminado, ha tomado conciencia al respecto, posee la visión”.

Sobran razones para justificar la complacencia y orgullo de la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara por contar dentro de su claustro con un profesor como Fimia Duarte.

Ni siquiera nos atreveríamos a imaginar qué hubiera sido de las ciencias médicas con su ausencia, de haber continuado por el camino de la Filosofía y la Historia.

Así ha trancurrido la vida de este hombre de ciencia, de este investigador incansable: transitando con jovialidad por los pasillos del recinto universitario, portando con elegancia su casi inseparable sombrero. De ahí a la bodega, al mercado, a cada exacto lugar que contextualiza el día a día del cubano. Lugares  donde esta entrevistadora y todos, deberían quitarse el sombrero a su paso. Pero claro, el sencillo profesor Fimia, jamás lo permitiría.

A CONTINUACIÓN ALGUNOS DE LOS PREMIOS Y RECONOCIMIENTOS MÁS RELEVANTES OTORGAGOS AL INSIGNE PROFESOR:

  • Premio de Publicaciones Científicas en Salud por la Obra de Toda la Vida en reconocimiento a su contribución al sector Salud en Villa Clara, en los años 2014-2015.
  • Reconocimiento Especial del Museo de Historia Natural de Virginia y Smithsonian Institution de Estados Unidos de América, por la donación de especimenes de copépodos pertenecientes al orden Cyclopoida, colectados en la provincia Sancti Spírtus
  • Premio por el resultado aplicado de Mayor Aporte a la Defensa del País «El impacto de los desastres en la salud y la producción animal y vegetal», en el año 2016.
  • Premio del Concurso «Premio Anual de la Salud 2016» en su Certamen Nacional, con el resultado: “The copepods (Crustacean: Copepod) and fish (Osteichthyes) that inhabit in the fluvial ecosystems from Sancti Spíritus province, Cuba”.
  • Distinción «Juan Tomás Roig», en el año 2016.
  • Premio Anual de la Academia de Ciencias de Cuba a Nivel Provincial: «Aplicaciones informáticas para la transferencia de tecnología a productores caprinos de Ciego de Ávila», 2016.
  • Condición de Personalidad Distinguida de la Ciencia en la provincia Villa Clara, 2017.
  • Premio Anual de la Academia de Ciencias de Cuba a Nivel Provincial, al resultado científico «Los copépodos (Crustacea: Copepoda) y peces (Osteichthyes) que habitan en los ecosistemas fluviales de la provincia Sancti Spíritus, Cuba», 2018
  • Premio Juan Pedro Carbó Serviá, por sus innumerables méritos en el campo de la investigación de las Ciencias Veterinarias, 2018.
  • RECONOCIMIENTO al resultado de Mayor Impacto Social y al Medioambiente/2018 «Modelación de la densidad larval total y de mosquitos Anopheles en Villa Clara, Cuba. Impacto de la presión atmosférica»
  • Premio Nacional de la Academia de Ciencias de Cuba, con el resultado “La entomofauna de culícidos y los copépodos, abordados desde las alternativas de control biológico hasta la modelación matemática en dos provincias centrales de Cuba”, 2020.
  • Premio al Científico Distinguido/ “Distinguished Scientist Award” del año 2021, otorgado por la Asociación Profesional VDGOOD, Mysore, India.
  • Premio Internacional de Investigación sobre Ciencia, Tecnología y Gestión, entregado en Chennai, India, en el recién concluido 2022, en reconocimiento a su trayectoria científico investigativa “Distinguished Scientist Award-2022”
  • Premio a la Trayectoria-Premios de Investigación en Ingeniería, Ciencia y Medicina/ International Scientist Awards 2022 on Engineering, Science and Medicine, entregado en Tamil Nadu, India, en 2022.
  • Reconocimiento por su contribución al avance de la investigación científica a nivel mundial durante el año 2022. Equipo directivo de Elsevier Journals, Laura Hassink/Directora General de Elsevier Journals, 2022.

-93 posgrados, tutorías, asesoría, oponencias, tribunales, conducción, constancias, revisor/árbitro,
premios, distinciones y reconocimientos en el campo de la investigación científica.

-290 artículos publicados.

-9 instituciones científicas, revistas y sociedades a las que pertenece.

-144 participaciones en eventos científicos

-31 libros publicados.

-13 resultados relevantes institucionales.

-6 proyectos de investigaciones nacionales e internacionales.

 

Referencias

  1. Osés Rodríguez, Ricardo.; Fimia-Duarte, Rigoberto. Modelación ROR y pronóstico de terremotos en Haití hasta el año 2096. Journal of Multidisciplinary Engineering Science and Thechnology, 8 (11): 14823-14829. ISSN: 2458-9403 (Online). Indexada/indizada en: Google scholar, WorldCat, ResearchGate, Research Bible, BASE, getCITED, UR/Universitat Regemburg, Cornell University Library, SCIRUS for scientific information only. Q3/2020. Disponible en: http://www.jmest.org/processing-charges