Apertura de la exposición dedicada al mártir que representa al sindicato de la salud. Homenaje a Manuel “Piti” Fajardo en el 62 Aniversario de su caída en combate.
El doctor Manuel Fajardo Rivero, pasó a la inmortalidad con el sobrenombre de “Piti” Fajardo. Tuvo una corta pero prolífera vida como médico y combatiente. Nace el 8 de noviembre de 1930 en Manzanillo.
Piti, como le decían familiarmente, cursó la enseñanza primaria y el bachillerato en su ciudad natal, y a pesar de su apariencia física, pues era un joven delgado, fue un destacado jugador de voleibol; de ahí su resistencia para la marcha y la pelea, demostrada luego durante la lucha insurreccional. Su vocación para la Medicina lo llevó a cursar estudios en la capital, que hizo con muy buenas notas, por lo que pudo ganar una plaza de cirujano residente en el Hospital de Emergencias de La Habana. Luego volvió a su natal Manzanillo, para trabajar con el doctor René Vallejo Ortiz en la clínica La Caridad, donde curaban a los heridos del Ejército Rebelde y la clandestinidad.
La amistad surgida entre el doctor Vallejo y el joven médico se consolidó día a día durante la etapa de la lucha insurreccional. Al conocerse la vinculación de ambos galenos con las fuerzas revolucionarias, las fuerzas represivas de la dictadura de Fulgencio Batista asaltaron la clínica y detuvieron a Vallejo, quien al ser liberado se incorporó a la Sierra Maestra. Fajardo le siguió poco después, el 24 de marzo de 1958.
Bajo las órdenes de Fidel actúa como médico y asume la responsabilidad del arsenal de guerra y la contabilidad de los equipos. La práctica de deportes desde pequeño, así como su alta y delgada estatura lo dotan de una gran resistencia física para la pelea. Durante la ofensiva batistiana, se desempeña en las guerrillas como médico de primera línea, atiende a los heridos dentro del combate; se destaca como médico y combatiente. Participa en la batalla de “Santo Domingo”, “Providencia”, “Cuatro Caminos”, “Las Mercedes”, “Cerro Pelado”, “Veguita”, “El Salto”, y otras.Concluye su campaña en la Sierra Maestra con el grado de Capitán del Ejército Rebelde.
Cuando Fidel ordena al comandante Lalito Sardiñas, que la Columna No. 12 Simón Bolívar impidiera el cerco de las fuerza de la tiranía, en el límite de Camagüey y Oriente y a las columnas invasoras de Camilo y el Che el avance hacia Las Villas, “Piti” planea con Sardiñas todas las operaciones y da cumplimiento a las órdenes del Comandante en Jefe. Luego, las tropas de Sardiñas son divididas en dos grupos, con fines operacionales; A Fajardo se le sitúa al frente de uno, para operar en la zona de Tunas, Holguín, Puerto Padre y Jobabo.La Columna 12 forma el Cuarto Frente y aquí “Piti” organiza las comunicaciones, el hospital y combina con Lalo Sardiñas las operaciones militares.
Al triunfar la lucha armada, “Piti” ocupa el cargo de director del hospital civil de Manzanillo, más tarde desempeña la misma función en el hospital de Santiago de Cuba y poco tiempo después es nombrado Jefe de Operaciones de la Sierra Maestra, al frente de las obras de la Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos, donde inaugura la primera Unidad con 500 Camilitos, el 26 de julio de 1960. En ese mismo año dirige las operaciones de captura de la banda del traidor Beatón.
Por un tiempo es médico de cabecera de Fidel, cuando el Jefe de la Revolución sufre una afección neumónica en 1960. Posteriormente la Revolución lo sitúa al frente de las acciones contra los bandidos en el Escambray, donde cae víctima de una emboscada el 29 de noviembre del propio año. Al morir había acabado de cumplir 30 años de edad.
De “Piti” Fajardo dijo el Comandante de la Revolución, Juan Almeida Bosque: …
era un combatiente con el bisturí en una mano y el fusil en la otra…
Fidel, ante su tumba, pronunció un sentido discurso del que se recuerdan estas inolvidables palabras:
El compañero Fajardo cumplió su deber, lo cumplió en la guerra como médico y soldado, lo cumplió en la paz y está en el corazón de los primeros 500 niños de la Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos.
El nombre de Manuel “Piti” Fajardo Rivero será siempre recordado como lo que fue: médico, maestro y soldado, un revolucionario consecuente con su profesión y sus ideas políticas.
#FidelPorSiempre “El médico y el maestro cayeron al caer el soldado”
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