La Habana, Cuba.- La noticia es una explosión de alegría en Cuba. En las calles, centros laborales y estudiantiles se ven rostros iluminados, abrazos, besos, incluso entre quienes quizá ni se conocían y, por qué no, alguna que otra lágrima.
Era el tan esperado cumplimiento de una palabra empeñada en el 2001 por el Comandante en Jefe Fidel Castro, cuando afirmaba que los antiterroristas cubanos presos injustamente en Estados Unidos, más temprano que tarde, volverían.
No importa lo que cueste y donde estén, afirmaba:¡Volverán!
El General de Ejército Raúl Castro anunció este miércoles el fin de un camino largo y difícil que puso a prueba una vez más las condiciones humanas y revolucionarias del pueblo cubano y de sus héroes, quienes derrocharon decoro y dignidad para enfrentar el duro encierro durante 16 años, teniendo como fortaleza el amor a la Patria y la confianza de que la Revolución nunca ha abandonado a sus hijos.
El valor de la solidaridad
Con la liberación de Antonio Guerrero, Ramón Labañino y Gerardo Herrnández, los tres héroes antiterroristas cubanos que aún se encontraban en prisión en Estados Unidos, se cumplen sueños y esperanzas.
Mirta, la madre de Antonio Guerrero, por ejemplo, el deseo de abrazarlo en nuestra Cuba; el de Elisabeth, esposa de Ramón Labañino, de ver toda la familia nuevamente unida y hacer realidad lo que el héroe dijera de que al regresar reconstruirían todos los sueños y anhelos aplazados; o los deseos de Gerardo Hernández, de volver a regar con cariño a su “bonsái”, como le llama a su amada Adriana.
En un día como hoy es imposible olvidar a quienes dieron su solidaridad por la liberación de los antiterroristas cubanos, hombres y mujeres de todo el mundo, incluyendo el estadounidense, que aportaron su razón y sacrificio personal a la causa.
Y junto a esta alegría llevamos el recuerdo de quienes por diversas razones no están con nosotros, pero derrocharon sus fuerzas por la libertad de Los Cinco.