Por: Msc Fidel Díaz Sosa. Profesor auxiliar de filosofía. UCM. Villa Clara.
Como cada tercer jueves del mes de noviembre celebramos el día dedicado a promover la reflexión filosófica, a generar debate y aportar ideas en torno a los modos de enfrentar y resolver los complejos problemas que hoy lastran la posibilidad de desarrollo para el género humano.
La filosofía, en su función de conciencia crítica de la sociedad, tiene aún mucho que aportar. El siglo XXI nos ha planteado interrogantes y problemas que estamos lejos de resolver, la violencia, la inseguridad, el hambre, las epidemias, la xenofobia, los nacionalismos estrechos, los fundamentalismos de diferentes matices, el consumismo extremo, entre otros muchos fenómenos constituyen parte de una realidad que pone en una seria crisis a la llamada racionalidad occidental y nos plantea la necesidad de una reflexión incluyente, capaz de poner al desarrollo humano y a la persona humana como real centro, al tiempo que garantiza la más completa armonía con el medio natural del cual somos parte.
Cuba, en su dinámica de cambios también precisa de la reflexión filosófica. Modestamente las universidades de ciencias médicas se insertan en este movimiento. Como centros formadores de profesionales de la salud y como universidades en un país en revolución tienen el altísimo encargo de formar a un joven profesional con un sólido sistema de conocimientos y habilidades, pero a la vez con un arraigado conjunto de valores en concordancia con la sociedad a que aspiramos y las características de tan humana profesión y, al mismo tiempo, con una visión socio humanística de las ciencias médicas y la salud.
Esta idea fue resumida por Miguel Díaz-Canel Bermúdez al plantear que: “ La credibilidad y pertinencia de la universidad del siglo XXI se harán evidentes en la medida que forjen profesionales que sean hombres y mujeres de paz y de decoro, cuya sólida formación humanista y su alta capacitación científico técnica sean fuentes constantes de inspiración para acometer con audacia responsable la búsqueda de soluciones que permitan salvar al planeta y construir un mundo mejor para todos y no solo para una parte minoritaria de la población.”
Es en este esfuerzo en que se inserta la filosofía en nuestras Universidades Médicas, donde impartimos la disciplina Filosofía y Sociedad en el primer año de todas las carreras, además de otros programas en el área de postgrado, tanto para residentes de Ciencias Básicas y de Epidemiología, como en diplomados y maestrías. Temas como el problema del hombre, la relación de lo biológico y lo social en el hombre como problema filosófico de las ciencias y la práctica médica, la enajenación del sujeto y su relación con la salud, neoliberalismo y salud, la Revolución Científico Técnica y su impacto en la medicina y la salud y la bioética y sus principales dilemas, entre otros, generan gran interés y provocan debates que conducen a una necesaria toma de conciencia en torno a problemas que afectan a la humanidad y al lugar y papel de las ciencias médicas y sus profesionales en la lucha por un mundo mejor.
Bienvenido entonces este nuevo tercer jueves de noviembre. El búho de Minerva, con su mirada horadando el tiempo nos invita a seguir perseverando, una universidad a la altura de las necesidades del siglo XXI y unos profesionales capaces de enfrentar los desafíos del desarrollo científico tecnológico y las urgencias de esta humanidad doliente y esperanzada es una empresa en la que el pensamiento filosófico ha de ocupar un lugar de primer orden.