Hoy 25 de Noviembre del año 2019, se cumple tres años de la partida física de Fidel, el comandante eterno, el guía de los cubanos, el faro de Latino América. Se cumple también 63 años de haber salido el yate Granma de Tuxpan México cargado de energía revolucionaria, necesaria para acabar con los bribones que anegaban en sangre a Cuba, guiados esos hombre también por el gigante que ya se hacía sentir desde años anteriores.
En estos momentos decir ¡Yo soy Fidel!, lleva implícito todo un compromiso con la historia, con las generaciones venideras y con las que nos antecedieron. No puede quedar en mera frase, es sentir el legado que dejo Fidel y hacerlo nuestro. Es combatir lo mal hecho, ser ejemplo en cada momento del día durante toda la vida y dar la vida por la Revolución si fuera necesario.
Hoy como en toda Cuba, en el Hospital Psiquiátrico Docente Provincial se recordó al líder histórico de la revolución, con emociones y recuerdos de su grandeza se realizó un viaje por fotos que inmortalizaron su presencia, con canciones que provocan una fuerza que aprieta las gargantas y hace saltar las lagrimas. Está nuevamente allí su espíritu, se sentía su paso firme, ¡tan seguro!
Como dijera Raúl, ¡Fidel es Fidel y siempre seguirá siendo Fidel!, hoy lo acompañamos los agradecidos y hasta los que tanto lo calumniaron tienen que inclinar la cabeza ante su majestuosidad.
Solo queda seguir dándolo todo, dar vida cuando otros tratan de arrebatarla, dar amor cuando en el mundo otros tratan de sembrar odio, de empuñar la bandera de la solidaridad y el altruismo, como nos enseño siempre Fidel y dejo en su concepto Revolución.
Fidel está entre nosotros como fiel ángel de la guarda, protegiendo y guiando a sus hijos que añoran su mano paternal.