Compañeros,
Invitados, jóvenes graduados de las Facultades de Ciencias Médicas de Sagua, de Medicina, de Estomatología y de Enfermería y Tecnología de la Salud de la Universidad de las Ciencias Médicas de Villa Clara y sus queridos familiares.
Hoy es un día altamente significativo por múltiples razones:
Estamos reunidos en este histórico lugar para entregarles los títulos de graduados de las ciencias médicas, después de largos y duros años de estudio. Estamos felices. Los egresados porque ven coronados sus sueños y desvelos al tener en sus manos el pergamino que los acredita como profesionales de la salud, los familiares porque ven el resultado de su sacrificio y enseñanzas, los profesores porque, en estos jóvenes graduados, están materializados sus afanes como educadores.
Una graduación en esta plaza tiene un significado adicional, aquí descansan los restos del Dr Ernesto Guevara de la Serna, nuestro Che y su heroico destacamento de refuerzo, aquí vibramos con las palabras del Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, aquí nos hemos reunido como pueblo para reafirmar nuestro compromiso y nuestro camino, aquí el poeta nos pidió traer resultados al guerrillero y eso estamos haciendo: 849 graduados de altísima calidad profesional y humana.
Lo más importante y por lo que debemos estar orgullosos es que nuestros jóvenes graduados médicos, estomatólogos, enfermeros y tecnólogos salen de nuestras aulas como graduados de carreras de excelencia, pues, luego de una rigurosa evaluación por la Junta de Acreditación Nacional adjunta al Ministerio de Educación Superior, tanto las carreras de Medicina, como Enfermería recibieron esa calificación, con la que se unieron a Estomatología que ya la ostenta hace más de un lustro.
Este resultado sin precedentes demuestra la valía de nuestros profesores y estudiantes y sobre todo la calidad del sistema formativo que, en el área de la salud, tiene nuestro país y es fruto del trabajo colectivo, la pasión y la entrega.
Los jóvenes que conformaron el destacamento, cuyos sueños internacionalistas los llevaron a tierras bolivianas, donde destaca un paradigma de mujer y revolucionaria como Tamara Bunke o como la conocimos “Tania la Guerrillera”, ofrendaron sus vidas por un futuro de paz, de justicia y desarrollo social, para ello empuñaron las armas y calzaron las botas guerrilleras.
Hoy ustedes tienen en sus manos las armas del conocimiento, tienen poderosos proyectiles sacados de nuestras aulas que son los valores humanos que hemos tratado de consolidar en nuestros educandos, llevan en sus entrañas la humildad que hace un llamado a su conciencia, para entregarse de lleno a servir al prójimo, servir a nuestros pacientes: al anciano que tanto afecto necesita, al joven que a veces pierde el rumbo y que desde nuestra posición de profesional y técnico de la atención primaria, podemos ayudar, a la madre que busca quien alivie la fiebre de su hijo, al politraumatizado que necesita primeros auxilios.
Es esa ética del servicio, de la responsabilidad, del altruismo, de la laboriosidad, de hacer el bien, del deber, del respeto por la vida y la persona humana la que nos inculcó Fidel, una ética que va más allá de lo estrictamente profesional y ha de convertirse en un sentido de la vida para cada una de ustedes.
La realidad objetiva que vivimos reta nuestro accionar en el día a día, pero cada uno de nosotros tiene la inteligencia y la entereza suficiente para reconocer dónde está nuestro deber y esa debe ser la única guía.
Hace unos días en un intercambio recordábamos a Fayez Abed, joven palestino graduado como médico en la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara el 14 de julio del año 2020, en este mismo sitio. Hace aproximadamente un mes contactó con nuestra Universidad desde Gaza, él estaba en unos de los hospitales bombardeados por las fuerzas militares israelíes y hoy no sabemos si está vivo o no, pero estamos orgullosos de que esta universidad, Cuba y su Revolución sembraron esos valores en ese joven, el de no abandonar a los suyos ni a su profesión aún en las más terribles circunstancias.
La aplicación de una política neoliberal, impuesta por los centros de poder mundial a la mayoría de las naciones, ha convertido la atención médica en un lucrativo negocio que comercializa el más elemental de los derechos humanos: la salud. Esta situación es prueba fehaciente de la crisis de espiritualidad, humanismo y ética por la que atraviesa el sistema de relaciones sociales que impera desde hace cinco siglos: el capitalismo.
Ante estos desafíos existe el reto de formar bien a las nuevas generaciones de profesionales de la salud con sólidos conocimientos y habilidades relacionadas con su profesión y que además estén preparados para participar de forma activa en las profundas transformaciones de la sociedad en que vivimos, siempre desde el compromiso más raigal con los valores y principios del proceso revolucionario cubano.
Estos graduados ha jugado un rol histórico en la vida de nuestra provincia. Muchos de quienes están ahí sentados esperando su ansiado título estuvieron en la primera trinchera en:
- En la lucha constante contra la Covid-19 en nuestros hospitales de campaña y en las comunidades a los que fueron asignados.
- En las campañas por el control de la trasmisión del dengue e identificación de los casos positivos en nuestras comunidades.
- En los logros científicos estudiantiles que obtuvieron durante 7 años la condición de destacados a nivel nacional en esa esfera.
- En la atención a las comunidades vulnerables.
- En los resultados en los festivales de aficionados donde en el último de ellos con 32 participantes se obtuvieron 20 premios de ellos 3 grandes premios.
- En la realización sistemática de la Feria Nacional Estudiantil de Innovación Tecnológica, Eureka.
- En el trabajo de la revista estudiantil Escalpelo.
- En la incorporación de más de 175 jóvenes durante sus vacaciones a nuestros hospitales para apoyar las labores de enfermería y bioanálisis clínico.
- En el trabajo sistemático de esos alumnos de años terminales en cada servicio para lograr la sostenibilidad del sistema de salud en esta provincia.
Son por tanto una generación de graduados de nuestra Alma Máter que ha dado pruebas suficientes de entrega al pueblo y amor a su profesión. Eso nos reconforta y permite ser optimistas en cuanto al futuro de cada uno de ustedes.
El pueblo villaclareño recibe una fortuna generada del esfuerzo colectivo. Esa fortuna son ustedes, jóvenes llenos de sueños y aspiraciones.
Sepan también que la Universidad Médica resultó destacada en la actividad de ciencia y técnica en el Ministerio de Salud Pública. Ustedes tienen el alto reto de engrosar las filas de investigadores, doctores en ciencias y especialistas que consolidarán los avances de la provincia en esta línea.
Solo así cumpliríamos con una idea expresada por Julio Antonio Mella, aquel joven comunista fundador del primer Partido Comunista de Cuba y de la Federación Estudiantil Universitaria y que se convirtió en el lema de aquella generación y cito: “todo tiempo futuro tiene que ser mejor…”
Estimados colegas:
La graduación 55 de la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara se dedica al 171 aniversario del Nacimiento de José Martí, un hombre que traspasó los umbrales de su tiempo. Él nos dejó una enseñanza:
“Debe hacerse en cada momento, lo que en cada momento es necesario”.
Ustedes deben ser consecuentes con esta máxima martiana y ser siempre hombres y mujeres de su tiempo, es la única forma de trascender.
Un discípulo martiano, Fidel, aporta otro concepto esencial: “Hoy ustedes se gradúan, pero no culminan sus estudios, un profesional de la Salud ha de ser un estudiante eterno.”
La superación continua es un reto a cumplir y de ustedes emergerán nuevos especialistas, doctores en ciencias y máster listos a servir a la Patria y a nuestros pueblos.
Será una tarea difícil, pero las dificultades al ser enfrentadas se transforman en retos y las mayores esperanzas están depositadas en ustedes.
Estamos en la víspera del natalicio 171 de José Martí y los convoco a entrar en sus puestos de trabajo con el optimismo, entusiasmo y profunda fe en el futuro que seguro todos juntos construiremos, como lo hicieron las generaciones que nos precedieron.
Felicidades a sus padres que son parte primordial en este importante logro alcanzado por ustedes, a sus profesores por su entrega.
A ustedes muchas felicidades y éxitos en su vida profesional.
!Gloria eterna a la Patria y a su Revolución!.