Como cada 21 de septiembre, celebramos hoy en Cuba el Día Mundial del Alzhéimer. Este evento fue instituido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y auspiciado por Alzheimer’s Disease International (ADI) en 1994, con el propósito de llamar la atención sobre esta la enfermedad, divulgar información sobre la misma y conseguir apoyo a las investigaciones sobre sus causas, su impacto en la sociedad y su tratamiento.
ADI aboga por la aplicación del Plan de Acción Mundial Sobre la Respuesta de Salud Pública a la Demencia 2017-2031, adoptado universalmente por los Estados miembros de la OMS en mayo de 2017. Los 194 Estados miembros de la OMS se han comprometido con siete áreas de acción: hacer de la demencia una prioridad de salud pública; aumentar el conocimiento y la concienciación sobre la demencia; reducir el riesgo de demencia; diagnosticar, tratar y gestionar la demencia; apoyar a los cuidadores; sistemas de información; e investigación e innovación.
Qué dicen los números
- Hay más de 55 millones de personas en todo el mundo que viven con demencia.
- Cada 3 segundos, alguien desarrolla una demencia.
- Se prevé que el número de personas con demencia aumente drásticamente: hasta 78 millones en 2030 y 139 millones en 2050.
- La demencia será la tercera causa de muerte en el mundo en 2040.
- La carga económica de la demencia asciende a 1,3 billones de dólares anuales, cifra que se duplicará con creces de aquí a 2030.
- El 88 % de las personas que viven con demencia afirman sufrir discriminación.
- Más del 90 % de los cuidadores y del público en general afirman que se animarían a obtener un diagnóstico si existiera un tratamiento modificador de la enfermedad.
- Más del 80 % del público cree que puede cambiar el apoyo prestado a las personas con demencia a través de su voto.
- Más del 58 % del público considera que la demencia está causada por un estilo de vida poco saludable.
- Más del 50 % de los cuidadores en todo el mundo afirman que su salud se ha resentido como consecuencia de sus responsabilidades, aunque expresen sentimientos positivos sobre su rol.
- El 50 % de los costes de la demencia están relacionados con los cuidados informales.
- A nivel mundial, el número anual de horas de cuidados informales prestados a personas con demencia que viven en el hogar equivale a 67 millones de trabajadores a tiempo completo.
- Las mujeres son más propensas a proporcionar cuidados a las personas con demencia, tanto profesional como informalmente: alrededor de dos tercios de los cuidadores primarios son mujeres. Esta proporción es significativamente mayor en los países de ingresos bajos y medios (PIBM), regiones que representarán el 71 % de la prevalencia mundial de la demencia en 2050. Dos tercios de las personas que viven con demencia también son mujeres.
- En los PIB y los PIM, el 90 % del cuidado a las personas con demencia se brinda en el hogar.
El Instituto de Métricas y Evaluación Sanitarias ha publicado cifras de prevalencia estimadas para la mayoría de los países ahora y en 2050. Haga clic aquí para ver las predicciones por países.
Informe Mundial sobre el Alzheimer 2025
Según el Informe Mundial sobre el Alzheimer 2025 (inglés), se estima que unos 55 millones de personas padecían demencia en todo el mundo en 2019, una cifra que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pronosticado que aumentará a 139 millones para 2050. El coste anual de la demencia se estimó en 1,3 billones de dólares estadounidenses en 2019, una cifra que se prevé que se duplicará para 2030, alcanzando los 2,8 billones de dólares.
Cada tres segundos, alguien, en algún lugar, desarrolla demencia. A medida que avanza nuestra comprensión de la enfermedad y las herramientas de diagnóstico se vuelven más avanzadas, más personas recibirán un diagnóstico a una edad mucho más temprana que antes y en las primeras etapas.
A pesar de los conceptos erróneos persistentes y las creencias erróneas, la demencia está cambiando. Ahora sabemos qué se puede hacer mucho antes y después de un diagnóstico para reducir el riesgo de desarrollar demencia o ralentizar la progresión de la enfermedad.
El informe combina ensayos de expertos y estudios de casos reales de varios países del mundo, y muestra cómo los planes de rehabilitación colaborativos centrados en la persona pueden ponerse en práctica en el hogar, en la comunidad y en la atención a largo plazo.
Pero la rehabilitación solo es efectiva si la persona establece sus propios objetivos de mejora y tiene la motivación y la perseverancia para alcanzarlos a largo plazo, donde una red de apoyo de familiares, amigos y profesionales de la salud que se preocupan y apoyan es clave para el éxito.
Los temas clave del informe incluyen:
La evidencia de que la rehabilitación personalizada mejora el funcionamiento diario específico de las personas con demencia y puede retrasar la pérdida de independencia
Existe una brecha mundial en el acceso al servicio de rehabilitación, especialmente en entornos de bajos recursos.
Se hace necesario integrar la rehabilitación en los planes nacionales, la capacitación laboral y los paquetes de beneficios como una cuestión de derechos.
La rehabilitación es un enfoque colaborativo y centrado en la persona que permite a los pacientes con demencia mantener o recuperar habilidades, desde preparar comidas y hacer la compra hasta la movilidad, el habla y el autocuidado. Al centrarse en lo que más le importa a cada persona, les permite mantener su independencia durante más tiempo, fortalece los vínculos familiares y alivia la presión sobre los sistemas de salud y asistencia social.
El 65 % de los planes nacionales de demencia existentes mencionan la rehabilitación, pero el 75 % de los Estados Miembros de la OMS aún no cuentan con un plan nacional de demencia.
Las personas con demencia rara vez tienen acceso a la rehabilitación, a pesar de la evidencia de que pueden beneficiarse de ella.
Los objetivos SMART (específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con plazos definidos) forman parte de un enfoque de rehabilitación eficaz para las personas con demencia.
Los estudios han demostrado que las personas que participaron en rehabilitación cognitiva individualizada y personalizada presentaron niveles de discapacidad más bajos que quienes recibieron únicamente atención estándar y permanecieron en sus hogares seis meses más que el promedio antes de ingresar a una residencia.
Al menos una de cada tres personas en el mundo necesitará rehabilitación por una afección de salud en algún momento de su vida; en los países de ingresos bajos y medios, más de la mitad de quienes necesitan rehabilitación no la reciben.
La iniciativa Rehabilitación 2030 de la OMS ha apoyado el trabajo para fortalecer este servicio en aproximadamente 80 países desde 2017, con el objetivo de alcanzar los 100 para 2030.
Se sabe que las convulsiones son hasta siete veces más frecuentes en personas con demencia en comparación con personas de la misma edad, mientras que las caídas que causan lesiones son entre dos y tres veces más frecuentes en personas con demencia, lo que podría reducir la movilidad y la calidad de vida. Por ello, las modificaciones en el entorno vital pueden reducir ciertos riesgos y empoderar a las personas con demencia para que tengan más confianza en sí mismas y puedan continuar realizando actividades de la vida diaria.
La atención informal representa aproximadamente la mitad de los costos globales de la demencia, lo que subraya el valor de los enfoques que preservan la independencia.
La rehabilitación no es una varita mágica que borre todos los síntomas de la demencia. Sin embargo, sí proporciona herramientas para desarrollar las fortalezas existentes y manejar los síntomas con un grado de autonomía y dignidad que con demasiada frecuencia se les niega a quienes viven con esta enfermedad.
Vivir bien, con propósito y dignidad, no debería ser un lujo para las personas con demencia, sino un derecho fundamental. Ante la continua ausencia de una cura, la rehabilitación es una vía que tenemos el deber colectivo de perseguir, concluye el informe.
Alzheimer en Las Américas
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) y ADI han desarrollado una iniciativa conjunta para crear conciencia sobre la demencia y abordar el estigma que rodea a esta condición en la región de las Américas.
La enfermedad de Alzheimer y los trastornos relacionados afectan aproximadamente a 10,3 millones de personas en las Américas y se encuentran entre las principales causas de muerte en individuos de 60 años o más. Lamentablemente, las personas que viven con estas enfermedades son a menudo objeto de estigmatización y discriminación, y dado que el número de personas que viven con demencia casi se triplicará en 2050, ahora es el momento de promover una mejor comprensión de esta enfermedad.
Una publicación de la revista Lancet muestra que hasta el 45 % de todas las demencias podrían retrasarse, ralentizarse o incluso prevenirse. “Los nuevos tratamientos representan un rayo de esperanza, pero también debemos cambiar la percepción de la demencia”, declaró Paola Barbarino, directora general de ADI. “Esto es válido tanto para los profesionales sanitarios como para el público en general. Muchos siguen creyendo erróneamente que la demencia es una parte normal del envejecimiento, lo que niega a las personas el acceso a un diagnóstico, tratamiento, atención y apoyo oportunos. Aumentando la concienciación y combatiendo el estigma, podemos ofrecer soluciones terapéuticas y asistenciales mucho más eficaces y combinadas a quienes más las necesitan,” añadió.
La Organización Panamericana de la Saldu (OPS) reconoce la demencia como una prioridad de salud pública. La Organización y los Estados Miembros adoptaron la Estrategia y Plan de Acción de Demencias en las Personas Mayores para el período 2015-2019, que proporcionó un plan de acción, priorizando la inclusión de la demencia en las políticas, desarrollando estrategias para la educación y promoviendo el diagnóstico precoz para asegurar el acceso oportuno a los servicios de salud. Los éxitos y desafíos de la salud pública regional del Plan fueron presentados al 58º Consejo Directivo en 2020, para establecer nuevas estrategias.
En la actualidad, la OPS, basándose en el Plan de acción mundial sobre la respuesta de salud pública a la demencia 2017-2025 proporciona cooperación técnica a los estados miembros en las siguientes áreas: el abordaje de la demencia como una prioridad de salud pública; aumento de la concienciación sobre la demencia y establecimiento de iniciativas amigables con la demencia; reducción del riesgo de demencia; diagnóstico, tratamiento y atención; sistemas de información para la demencia; apoyo a los cuidadores de la demencia; e investigación e innovación.
Fuente: : CNICM-Infomed