Prof. Cristóbal Mesa Simpson
Presidente de Capítulo de la Sociedad Cubana de Psicología de la Salud
Matanzas
La actual crisis provocada por la COVID-19 ha reabierto algunas de las preguntas centrales de la psicología: ¿cómo se comportan los humanos en respuesta a la amenaza? ¿Se les puede instar a comportarse de manera diferente? Ante un peligro colectivo, se tiende a expresar un fuerte impulso a hacer algo. En algunos aflora lo peor de sí; entonces se dejan arrastrar por el pánico, que se acompaña de comportamientos antisociales en virtud de una competencia feroz por los recursos materiales y físicos. Sin embargo, los estudios sociológicos y psicológicos muestran que, bajo estrés, la mayoría de las personas tienden a permanecer tranquilas y cooperativas. Surge así un impulso intuitivo para ayudar a los demás. La desafortunada consecuencia es que, en respuesta a la amenaza actual deseamos contacto social, y a pesar de las indicaciones para el distanciamiento social, nos comportamos como si nada estuviera pasando. Las personas ignoran la amenaza y esto es perfectamente compatible con buscar compañía de amigos y seres queridos y con acentuar las conductas de aprovisionamiento: buscar alimentos más allá de lo que realmente necesitamos, comprar lo que sea y para ello hay que desafiar las restricciones. Leer más…
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