“El dispensario empezaba a ser visitado por los campesinos de los alrededores que recibían a través de Radio Bemba la noticia de la presencia de médicos en la zona. Nuestra provisión de medicinas era pobre pero vino a salvarnos una partida de medicamentos soviéticos, aunque estas no eran enviadas con el criterio de atención a la población civil, como es natural, sino para satisfacer las necesidades de un ejército en campaña. Y aun así no había un surtido completo. Este fenómeno de falta de balance fue constante durante toda nuestra permanencia en el Congo. Los envíos de armas y equipos muy valiosos se hacían de tal forma que siempre resultaban incompletos: cañones y ametralladoras a los que faltaban parque o piezas virtales, fusiles que llegaban con la munición cambiada, minas sin detonadores era característica obligada del abastecimiento (…)”.
Ernesto Che Guevara, Pasajes de la guerra revolucionaria: Congo; tomado de El Che y la Medicina, Dra. Aleida Guevara, s/editorial, s/fecha.
Recopilador: MSc. Lisandro Bonilla