Las faltas graves

“No se puede permitir, so pena de que la revolución inicie el peligroso camino del oportunismo, el que ningún revolucionario, de ninguna categoría y por ningún concepto, sea perdonado por faltas graves contra el decoro o la moral, por el hecho mismo de ser revolucionario. Pudiera eso constituir en todo caso, algo como una atenuante y puede estar siempre presente durante el castigo el recuerdo de sus antiguos méritos, pero el hecho en sí, debe ser siempre castigado”.

Ernesto Che Guevara, La Guerra de Guerrillas, Departamento de Instrucción del MINFAR, s/fecha, pág, 186. Recopilador: Porfesor Lisandro Bonilla