Por: Mariela Smith y Teresa López Quintanilla
El Comandante de la sonrisa ancha, el hombre de cien batalla, el del sombrero de alón, nuestro héroe de Yaguajay, Camilo Cienfuegos, te recordamos siempre y cada 28 de octubre el litoral cubano se cubre de flores para evocar a un ídolo eterno de la patria, que a través de varias generaciones se ha mantenido vivo en la memoria.
Por órdenes de Fidel Castro, junto al también comandante Ernesto Che Guevara, Camilo emprendió la invasión desde Oriente hasta Occidente para llevar la guerra a los llanos.
Por su valor ejemplar el pueblo de Las Villas espontáneamente le otorgara el título honorífico de Héroe de Yaguajay, localidad que ocupó tras duros combates.
Amigo inseparable de Che Guevara, quien lo llamó El Señor de la Vanguardia, en reconocimiento al arrojo impetuoso, característico de aquel al que consideraba su hermano de armas.
Tras el triunfo de la Revolución, Camilo fue nombrado Jefe del Estado Mayor del Ejército Rebelde y desempeñó tareas muy importantes durante los 10 primeros meses de 1959.
El 28 de octubre, después de cumplir la misión encomendada por Fidel de neutralizar y arrestar en Camagüey al traidor Hubert Matos, la avioneta en la que retornaba Camilo a La Habana desapareció durante el mal tiempo sin dejar rastros.
Las horas que siguieron a la noticia fueron de gran tensión para los cubanos. Todos anhelaban que Camilo apareciera. Pero los esfuerzos fueron inútiles. El Guerrillero de la sonrisa hermosa, se perdió en el mar y fue a morar eternamente en el recuerdo de su pueblo, allí donde habitan los que tienen el privilegio de ser inmortales.
Desde entonces, cada final de octubre el litoral florece, y también ríos, arroyos, presas y lagunas, dondequiera que una corriente de agua recuerde el eterno fluir de la vida, se verán ese día pétalos multicolores como expresión del cariño del pueblo.