¿Por qué es tan importante la conciencia?

Fragmentos del discurso en la asamblea general de trabajadores  de la Textilera Ariguanabo, el 24 de marzo de 1963
(…) el proletariado no tiene sexo; es el conjunto de todos los hombre y mujeres que, en todos los puestos de trabajo del país, luchan consecuentemente para obtener un fin común.
(…) Muchas cosas quedan por hacer; más aún, sin llevarnos a las tradiciones del pasado anterior al triunfo de la Revolución quedan una serie de tradiciones del pasado posterior, es decir, del pasado que pertenece a nuestra historia prerrevolucionaria.
Las tradiciones de que miembros del Partido, de los sindicatos, de diversas organizaciones de masas, dirijan, orienten, dictaminen pero muchas veces no trabajen. Y eso es algo completamente negativo.
Quien aspire a ser dirigente tiene que poder enfrentarse, o mejor dicho, exponerse al veredicto de las masas, y tener confianza de que ha sido elegido dirigente o se propone como dirigente porque es el mejor entre los buenos, por su trabajo, su espíritu de sacrificio, su constante actitud de vanguardia en todas las luchas que el proletariado debe realizar a diario para la construcción del socialismo.
Eso todavía pesa en nosotros. Todavía nuestras organizaciones no están totalmente exentas de ese pecado que se incorporó a nuestras tradiciones tan jóvenes dentro de la Revolución, y que empezaron a hacer daño. Y también desterrar totalmente todo lo que significa el pensar que se elegido miembro de alguna organización de masas o del partido dirigente de la Revolución -dirigente en alguna de las distintas facetas que toma- le permite a estos compañeros tener la más mínima oportunidad de lograr algo más que el resto del pueblo.
Es decir, esa política de premiar al bueno con bienes materiales, de premiar a quien demostró tener mayor conciencia y mayor espíritu de sacrificio con bienes materiales.
Y éstas son dos cosas que constantemente van chocando y van integrándose dialécticamente en el proceso de construcción del socialismo: por un lado los estímulos materiales necesarios, porque salimos de una sociedad que no pensaba nada más que en estímulos materiales y construimos una sociedad nueva sobre la base de aquella vieja sociedad, con toda una serie de traslados en la conciencia de la gente de aquella vieja sociedad, y porque no tenemos lo suficiente todavía para dar a cada cual según su necesidad.
Por eso el interés material estará presente durante un tiempo en el proceso de construcción del socialismo.
Pero, precisamente, la acción del Partido de vanguardia es la de levantar al máximo la bandera opuesta, la del interés moral, la del estímulo moral, la de los hombres que luchan y se sacrifican y no esperan otra cosa que el reconocimiento de sus compañeros, no esperan otra cosa que la sanción que ustedes hoy han dado a los compañeros eligiéndolos para formar parte del Partido Unido de la Revolución.
El estímulo moral, la creación de una nueva conciencia socialista, es el punto en que debemos apoyarnos y hacia donde debemos ir, y hacer énfasis en él.
El estímulo material es el rezago del pasado, es aquello con lo que hay que contar, pero a lo que hay que ir quitándole preponderancia en la conciencia de la gente a medida que avance el proceso. Uno está en decidido proceso de ascenso; el otro debe estar en decidido proceso de extinción. El estímulo material no participará en la sociedad nueva que se crea, se extinguirá en el camino y hay que preparar las condiciones para que ese tipo de movilización que hoy es efectiva vaya perdiendo cada vez más su importancia y la vaya ocupando el estímulo moral, el sentido del deber, la nueva conciencia revolucionaria.
(…)
El revolucionario cabal, el miembro del Partido dirigente de la Revolución deberá trabajar todas las horas, todos los minutos de su vida, en estos años de lucha tan dura como nos esperan, con un interés siempre renovado y siempre creciente y siempre fresco. Esta es una cualidad fundamental.
Eso significa sentir la Revolución. Eso significa que el hombre es un revolucionario por dentro, que siente como revolucionario. Y entonces el concepto de sacrificio adquiere nuevas modalidades.
(…)

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