Martí, un saber para vivir

Por: MsC Zoraida Enríquez O’Farrill, Dra. Larisa PachecoTorres

Una fecha no debe ser nunca un pretexto para recordar a José Martí. No obstante en el 169 natalicio de nuestro José Martí, tratando de escribir sobre la vigencia y presencia permanente del legado martiano en nuestra labor de formación, viene a colación un texto que, la Dra. Larisa Pacheco Torres Especialista en 1er Grado de Pediatría, Especialista en 1er Grado de MGI, Profesor Auxiliar, Jefa del Servicio de Afecciones Respiratorias Hospital Juan Manuel Márquez, escribiera para una tarea del Diplomado que cursaba.

Reproducimos fragmentos del trabajo de la Dra. Larisa que ponen en evidencia, como señala: “El compromiso con nuestro tiempo y estar al corriente con nuestros juicios de cultivar los pensamientos martianos durante el espacio docente sin importar credo ni origen, a partir de la interpretación del pensamiento del Apóstol”.

Del texto de Larisa:

Estos tiempos no son para acostarse con el pañuelo a la cabeza, sino con las armas de almohada, como los varones de Juan de Castellanos: las armas del juicio, que vencen a las otras. Trincheras de ideas valen más que trincheras de   piedras” (JM)

La idea enérgica del valor humanista de la carrera de medicina y en especial la pediatría, la única bandera llena de misticismo desde aquí mismo es lo sagrado del arte de curar a nuestro pueblo y la ayuda a los demás.

Ya no podemos ser el pueblo de hojas, que vive en el aire, con la copa cargada de flor, restallando o zumbando, según la acaricie el capricho de la luz, o la tundan y talen las tempestades; ¡los árboles se han de poner en fila, para que no pase el gigante de las siete leguas! Es la hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la Plata en las raíces de los  Andes. (JM)

No podemos en absoluto ser la Universidad que vive ajena al fenómeno social en que nos desplegamos porque no fue la idea martiana y en ningún tiempo podemos desamparar las buenas representaciones que es el ejemplo del Maestro a letra viva.

“Los que no tienen fe en su tierra son hombres de siete meses. Porque les falta el valor y   se Io quitan a los demás”. (JM)

Hay que ambicionar instruir la Pediatría y cualquier ciencia porque la certidumbre es una filosofía del pensamiento de aquellos que viven para soñar en presente, y el escenario docente debe ser custodiado de no ser mellado en  subjetivismo del proyecto social cubano con el derecho a la autonomía y que compartimos dentro la hegemonía mundial que puede intentar aislarnos de la intensión de cuidar y construir una Universidad Nueva, por eso; “No es hacer al hombre nulo, por el desdén o el acomodo imposible al país en que ha de vivir;  sino prepararlo para vivir bueno y útil en él” (JM) 

La incapacidad no está en el país naciente, que pide formas que se le acomoden y grandeza útil, sino en los que quieren regir pueblos originales, de composición singular y violenta, con leyes heredadas de cuatro siglos de práctica libre en los Estados Unidos”. (JM)

Debemos sentir el nacionalismo de estas palabras, crear un país nuestro sin injerencia ni fórmulas extranjeras, sería similar la idea  para la Universidad Cubana, lo autóctono de la enseñanza  médica la distingue de otras disciplinas. Podemos ser ese particular dentro del mundo, innovar pero no resistirnos a la opinión diferente y cultivarnos del  otro  para ser mejores sin dejar la escencia del por qué somos las Ciencias Médicas de Cuba. Podemos intentar comprender para dar aplicabilidad y estar al tanto cómo es ser mejor maestro  e institucionalizar la excelencia.

“El espíritu del gobierno ha de ser el del país. La forma del gobierno ha de avenirse a la constitución propia del país. El gobierno no es más que el equilibrio de los elementos naturales del  país”. (JM) 

Esta idea de casi 2 siglos enaltece el alma, por entender y ser protagonista además  de las bases en las cuales este sistema social resguarda por encima de todo la salud para el pueblo, la enseñanza médica y la continuidad  de sus valores en las generaciones de graduados en nuestro  centro, que  trasciende fronteras lejanas en pago a la ayuda que hemos recibido.

Y como el heroísmo en la paz es más escaso, porque es menos glorioso que el de la guerra; como al hombre le es más fácil morir con honra que pensar con orden; como gobernar con los sentimientos exaltados y unánimes es más hacedero que dirigir, después de la pelea, los pensamientos diversos, arrogantes, exóticos o ambiciosos; como los poderes arrollados en la arremetida épica  zapaban”. (JM)

Cuando nos detenemos a pensar en estas ideas de Martí, razono que no solo le  concierne a un Gobierno tal faena sino que acepto que  es  responsabilidad ciudadana  creer en el mejoramiento humano para caminar juntos. Cuba vive en paz solidaria y esos sentimientos exaltados y contradictorios que devienen de la cultura que tenemos del pensar y decir, son los que debemos aprender a aguzar el oído para saber escuchar, respetar y congregarnos mejor, desde esa concepción vivenciaremos; los que venimos detrás, de aquellos que hicieron de Martí un saber para vivir.