Miguel Ángel Moreno Rodríguez nació el 20 de enero de 1938; el segundo de un matrimonio que tuvo 5 hijos. Procede de una familia pequeño-burguesa, su madre hija de un colono próspero era ama de casa; su bisabuelo, Vicente Moreno, originario de Islas Canarias se asentó en el pueblo de Güira de Melena donde se casó con una cubana y tuvo 4 hijos, de ellos, Antonio, su abuelo, estudió medicina.
Se abuelo emigró a los EE.UU por conflictos políticos con la policía española y la administración colonial, donde continuó su labor como médico, y además fue partidario de la independencia de Cuba fundando un Club revolucionario de médicos y profesiones afines siendo el Vicepresidente del mismo.
Su padre, pese a tener una situación económica muy holgada, era miembro desde los años 1930 del Primer Partido Comunista de Cuba, estuvo en prisión 18 veces y fue muchos años presidente del Partido en Holguín, y miembro del Primer Partido en Oriente, fue concejal en Holguín y fue postulado para Alcalde y luego Representante del Partido Comunista. Participó activamente en la lucha contra la dictadura, estuvo preso con los revolucionarios del Moncada; y ejerció la medicina privada durante 20 años (1939-1959), hasta que se murió 17 años después, siempre guiado por sus principios morales y una ética rigurosa, atendió a enfermos pobres en su consulta junto a los pacientes del partido casi gratuitamente.
Desde muy pequeño su padre, un hombre muy culto, forjó en él el gusto y el placer de la lectura y su vocación por el estudio. Cursó la primaria y parte de la secundaria en un colegio privado en Holguín, el “Colegio Cubano José Martí”. Estaba muy familiarizado con las ideas comunistas desde la más tierna edad por lo que el 29 de julio de 1952, a los 15 años, ingresó en la Juventud Socialista. A su padre Le agradece infinitamente el ejemplo como médico y comunista y el hábito de la lectura.
Después del ataque al Cuartel Moncada el cerco de la dictadura se hizo insoportable y se mudó para la Habana a fines 1953. Concluyó el Bachillerato en el Instituto de la Víbora en 1955. Desde que tuvo uso de razón supo que iba a estudiar medicina por lo que seleccionó, en el bachillerato, que iba a ser internista. Fue presidente del Comité de Base de la Juventud Socialista de la facultad de medicina todo el tiempo que la universidad estuvo abierta, siendo el único comunista de su curso, integrado por 716 alumnos. En esa época estaba encargado, junto a Otto Vilches, de imprimir clandestinamente el “Diablo Cojuelo”, órgano de la Juventud Socialista Universitaria, por lo que fue buscado por la policía en su casa. Su padre temeroso de que lo asesinaran le propuso continuar sus estudios en la Universidad de Montpellier, en Francia, donde matriculó, pero no llegó a ir porque Cesar López (presidente del buró de la Juventud Socialista) le comunicó que si viajaba a Francia lo separaban de la Juventud Socialista, continuando su labor en la distribución de la revista Mella, órgano clandestino de la Juventud Socialista.
Con el triunfo de la Revolución volvió a la universidad y continuó ejerciendo sus funciones como miembro del Buró Universitario de la JS hasta que se integró en los Jóvenes Rebeldes, también fue miembro del ejecutivo universitario de la UJC, miembro del ejecutivo nacional de la FEU con José Revellón y Ricardo Alarcón cuando Juan Marinello era rector de la universidad. Participó en el Quinto Congreso de la Federación Universitaria Argentina y el Séptimo Congreso de la Unión Internacional de Estudiantes, en Leningrado.
Por entonces trabajó y publicó artículos (1959-1964) en las siguientes publicaciones: fundador de “16 de abril” y de “Cuadernos Marxistas”, de la universidad; jefe de redacción de “Alma Mater”, durante los meses que Julio Tejas fue director; miembro de la revista “Mella”, órgano de la JS; publicó en “Vida Universitaria”. Publicó en total 14 artículos.
Aún como joven estudiante Moreno siempre demostró su entrega hacia el país y su carrera, lo cual se evidencia en una anécdota que hizo saber en una entrevista realizada al expresar: “en diciembre de 1961 me llamaron a las ORI (Organizaciones Revolucionarias Integradas) para plantearme una misión fuera de Cuba. Me recibió Joel Domenech, a quien conocía desde la clandestinidad: debía dejar una carta de despedida a mis padres (mi padre lo conocía, desde la clandestinidad); no me podía decir a donde iría, ni decirme cuanto tiempo duraba. Me preguntó si estaba casado o tenía hijos y finalmente que salía en 72 horas. Yo le conteste que sí. Nos fuimos en un barco muy viejo, “Bahía de Nipe”, a las 12 de la noche del 24 de diciembre de 1961. El destino era Casablanca en la costa atlántica de Marruecos. Llevábamos un cargamento de armas, 1500 fusiles, incluidos ametralladoras pesadas y cañones, de fabricación norteamericana, para los guerrilleros argelinos que todavía peleaban por la independencia, un cargamento de azúcar y trajimos de regreso a Cuba casi cien combatientes heridos para rehabilitarse y 20 niños huérfanos para que estudiaran aquí. Fue conmigo Julio Tejas, presidente de la Escuela de Medicina, por la FEU y otros compañeros de la seguridad y varios oficiales de la Marina de Guerra, vestidos de civil. (…) El viaje duró dos meses y por eso me dieron la medalla de combatiente internacionalista, 20 años después. Fue la primera misión internacionalista de Argelia y la primera de África”.
Sobre este hecho Julio Tejas comentó: “Mencioné algunos, entre ellos a Miguel Moreno, después coronel de las FAR, quien trabajaba en el hospital Finlay y era del cuarto año de medicina. Pensé en él porque era un destacado por su posición política revolucionaria y por sus profundos conocimientos. Su gran tenacidad e inteligencia en los estudios, era brillante. (…) Pero él era un hombre de izquierda y muy estudioso, procedía de la Juventud Socialista. Después del sectarismo, Moreno fue uno de los que tuvieron una posición unitaria y formó parte de la Asociación de Estudiantes de medicina junto a Daniel Inclán, también de las FAR y en el movimiento 26 de Julio.
En octubre de 1964 culminó sus estudios de Medicina, realizando su servicio social en las FAR, como médico del batallón fronterizo, pero a los 4 meses lo trasladaron al Hospital Militar de Santiago, “Castillo Duany”, abierto a la docencia en ese entonces, para reforzar el servicio de medicina interna, donde estuvo dos años y regresó para hacer la residencia en el Hospital Finlay. En el primer año de la residencia (1968) lo nombraron “ayudante de instructor”, por resolución del decano de la Escuela de Medicina, profesor Selman Houssein. Fue directamente al Grupo Básico de Trabajo de Luis Rodríguez Rivera, entonces Jefe del Servicio de Medicina Interna, siendo su residente por 4 años y luego trabajaron juntos durante 30 años; hombre al cual agradece y admira mucho.
Examinó la especialidad el 5 de febrero de 1971, con calificación de 100 puntos y felicitaciones del tribunal y automáticamente pasó a ser Instructor. Obtuvo la condición de Asistente en 1977. Defendió el doctorado en Ciencias Médicas en 1984, en el Instituto Médico Militar de Bulgaria. En ese mismo año obtuvo el Segundo Grado de la especialidad.
Fue profesor Auxiliar en 1984 y profesor Titular en 1989. La trascendencia de su obra como formador de profesionales ha estado en la huella dejada en sus discípulos, continuadores hoy de su legado, tal como refiere el Dr. Miguel Blanco cuando destaca que “el profesor deslumbraba a los estudiantes con el verbo que tenía,… en la forma en la que él se expresaba… conquistaba por la forma de expresarse, … porque lo hacía con arte…”(3)
El Profesor Moreno compartió sus funciones como especialista con responsabilidades administrativas en las que dio muestras también de sus cualidades profesionales y humanas. Fue Jefe de Departamento de Medicina Interna, varios años en la década del 70 y Jefe de Departamento de 7 asignaturas (Dermatología, Propedéutica, Medicina Interna, Psiquiatría, Psicología y Farmacología), durante muchos años en la década del 80. De esas cualidades de dirección habla el Dr. Miguel, y dice: “…La fuerza de sus argumentos lo hace representativo de ser un buen dirigente,… te hace confiar en lo que te está diciendo,… llega a convencer; tiene esa cualidad”
En el 2000 se le otorgó la condición de Profesor Consultante y en el 2003 defendió el Doctorado en Ciencias. Otra gran demostración de su sabiduría e inteligencia, y del nivel científico alcanzado, como se evidencia en una anécdota que cuenta el Dr. Miguel Blanco en la discusión de su tesis ante una pregunta que le hicieron sobre la incertidumbre en la ciencia, y él puso ejemplos que iban desde la inclinación de las columnas del Partenón hasta la física cuántica, lo cual habla de que su espectro de conocimiento es muy amplio.
Fue primer internista de las FAR durante 22 años, hasta el 2003 que se jubiló, con el grado de Teniente Coronel. Durante los días del 8-24 de noviembre de 2007 recibió una invitación del Decano de la Facultad de Medicina de la UNAN Managua, profesor Freddy Maynard Mejías. Estuvo 11 veces en Angola durante los años de guerra, por misiones cortas, entre 10 y 15 meses; y, una vez en Nicaragua, a trabajar en el Hospital militar de Managua, “Dávila Bolaños”.
Realizó 5 investigaciones clínicas: Gastritis crónica. Estudio clínico y correlación de métodos diagnósticos (1971); Enfermedades gastroduodenales en pacientes portadores de síntomas digestivos altos crónicos sin diagnóstico previo. Estudio clínico, epidemiológico, radiológico, endoscópico, biópsico, secretor y citológico (1985); Deficiencias en el interrogatorio médico de alumnos del sexto curso de medicina, bajo observación directa, curso académico 1998-1999 Facultad Finlay-Albarrán (2000); El arte y la ciencia del diagnóstico médico. Principios seculares y problemas actuales (2003); Fiebre de origen desconocido: estudio de 50 casos (2007).
Ha asistido a 67 eventos: 40 nacionales, 14 internacionales, 11 provinciales, una filmación de carácter internacional, otra filmación de carácter nacional y una teleconferencia a todas las provincias y ha dado más de 100 conferencias en toda Cuba.
Ha publicado 10 libros, 5 de ellos es el único autor, y los otros 5 como colaborador; entre ellos se destacan: El arte y la ciencia del diagnóstico médico. Principios seculares y problemas actuales, que ganó en 2001 el Gran Premio Nacional del jurado nacional del Premio Anual de la Salud; y, otro libro, titulado: El Método Clínico: Lecturas y Lecciones, obtuvo un premio en el mismo concurso. Ha publicado además 13 folletos y 26 artículos en revistas nacionales.
Actualmente es Miembro del Grupo Nacional de Medicina Interna del MINSAP(desde 1983); Miembro del Tribunal Nacional de Grados para la rama de Especialidades Médicas (no quirúrgicas) desde su creación en 1990; Presidente de un Tribunal para la Categorización Profesional (auxiliares y titulares) de la Facultad Finlay-Albarrán(desde 1985); Miembro y vicesecretario de la Junta de Gobierno de la Sociedad Cubana de Medicina Interna(desde 2006); Miembro de la Comisión Asesora de ECIMED(Editoriales de Ciencias Médicas) para la selección de los libros a publicar(desde 2009).
Por su magnífica trayectoria y buena reputación ha recibido múltiples reconocimientos y condecoraciones como son:
-Distinción docente Manuel Fajardo Rivero (1986)
-Medalla (docente) José Tey (1993).
-Medallas por Servicio Distinguido (1983; 2001 y 2002).
-Medallas por el 20; 30; 40; 50 Aniversarios de las FAR (1976; 1986; 1996 y 2007).
-Medalla Combatiente Internacionalista de 2da Clase (1981).
-Medalla por el Servicio en las FAR (1982).
-Medalla Ignacio Agramonte de 3ra clase (1995).
-Medalla por el Servicio a la Patria (1997).
-Medalla Combatiente de la Producción y los Servicios (2003).
-Premio del Jurado del Concurso Central del Premio Anual de la Salud (2000).
-Gran Premio del Jurado Nacional del Concurso Premio Anual de la Salud por el libro “El Arte y la Ciencia del Diagnostico Medico. Principios Seculares y Problemas Actuales” (2001).
-Distinción Especial del Ministro de Educación Superior por los resultados en la actividad Investigativa y de postgrado (2002).
-Premio Nacional de la Academia de Cuba por los resultados de la Investigación Científico Técnica (2003).
Pero el premio mayor que ha recibido, y recibe cada día, el profesor Moreno, es el cariño, la admiración, y el respeto que le tributan sus discípulos y colegas de la profesión. Así se lo expresa por ejemplo el Dr. Profesor Osmin al decir: “el profe Moreno además de ser un excelente clínico, es un excelente médico que vinculaba la fisiopatología a la práctica, a la clínica diaria, y agrega – guardo excelentes recuerdos de él, de la vida de alumno, sobre todo cuando nos criticaba y nos señalaba elementos que podían mejorarse y algunos errores que uno, por lo temprano de la carrera, lo joven que era podía cometer”. (4)
Tiene Moreno sobradas razones para sentirse satisfecho por la obra de su vida y así lo hace saber cuándo expresa que se siente altamente realizado como médico, internista y profesor, en los que ha vivido momentos de profunda felicidad ejerciendo la especialidad.
Recopilado por los estudiantes de medicina: Gabriela Rodríguez Matos, Saily Piquera Salgado
Asesorado por los profesores:
Prof. Consultante Francisco Borjas Borjas
MsC. Zoraida Enríquez O’Farrill Profesora Auxiliar