Como en el Moncada otra vez las banderas de Baire, de Baraguá y de Yara.

Por: MsC Zoraida Enríquez O’Farrill

La Revolución Cubana no es un fenómeno providencial, un milagro político y social divorciado de las realidades de la sociedad moderna y de las ideas que se debaten en el universo político. Esta afirmación, evidenciada a lo largo de nuestra historia, la hacía Fidel Castro en el XX aniversario del 26 de julio.

Los momentos que está viviendo nuestro país frente a las campañas desestabilizadoras de los enemigos externos e internos, son parte de esas realidades e ideas de las que no puede estar de espalda la Revolución Cubana.

El 26 de Julio, fecha histórica en los anales de la larga y heroica lucha de nuestra patria por su libertad se prolongó en el Granma, en la Sierra, en el llano; se materializó en enero de 1959, el 17 de mayo en la reforma agraria, en la reforma urbana, en los cuarteles transformados en escuelas, en la nacionalización de los pulpos de la electricidad y los teléfonos, los bancos, los centrales azucareros y demás industrias y empresas del país, enlazó y se continuó con la Declaración de La Habana, con la victoria de Playa Girón y con la proclamación del carácter socialista de nuestra Revolución; y hoy renace en los miles de cubanos que han enfrentado con valor y dignidad los hechos vandálicos de los últimos días, y en las jóvenes generaciones que están combatiendo la COVID 19, como nuestros recién graduados médicos que han marchado a otras provincias.

Como en el Moncada ha sido necesario enarbolar otra vez las banderas de Baire, de Baraguá y de Yara.

El Moncada enseñó a convertir los reveses en victorias. Mostró el valor de una doctrina, la fuerza de las ideas, y dejó la lección permanente de la perseverancia y el tesón en los propósitos justos.

Sobre la sangre generosa que comenzó a derramarse el 26 de Julio, y a 68 años de esa gesta heroica Cuba continúa levantándose para señalar un camino y hacer frente a las avasalladoras armas del adversario, como expresó Díaz Canel recientemente, “¡al lado del pueblo, con el pueblo y por el pueblo sigue estando la Revolución!”