Cada 21 de septiembre se celebra el Día Mundial del Alzhéimer, una fecha que fue escogida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Internacional de Alzheimer (ADI, por sus siglas en inglés). El propósito de esta conmemoración es dar a conocer la enfermedad y difundir información al respecto, solicitando el apoyo y la solidaridad de la población en general, de instituciones y de organismos oficiales.
Desde hace varios años, la campaña se extiende durante todo septiembre, considerado el Mes Mundial del Alzhéimer. Este 2020, se desarrolla durante la pandemia de COVID-19, en un momento en que se hace necesario el distanciamiento social y que las personas mayores permanezcan en sus casas. En este contexto, la atención a quienes padecen algún tipo de demencia es una prioridad para los sistemas de salud y precisa de un apoyo mayor por parte de la familia y la comunidad.
El tema de la campaña es “Hablemos sobre la demencia”, en base al entendimiento de que hablar sobre este padecimiento ayuda a abordar el estigma y alienta a las personas a buscar más información, asesoramiento y ayuda.
La demencia es un síndrome –generalmente de naturaleza crónica o progresiva– caracterizado por el deterioro de la función cognitiva (es decir, la capacidad para procesar el pensamiento) más allá de lo que podría considerarse una consecuencia del envejecimiento normal. Afecta a la memoria, el pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje, el lenguaje y el juicio. La conciencia no se ve afectada. El deterioro de la función cognitiva suele ir acompañado, y en ocasiones es precedido, por el deterioro del control emocional, el comportamiento social o la motivación.
Su prevalencia supera los 50 millones de personas en todo el mundo, y este número aumenta cada 3 segundos. Solo en la región de Las Américas más de 10 millones de personas viven con demencia.
En Cuba, se estiman en 170 mil las personas con demencia (1.2 % de la población cubana), con una proyección de incremento a 260 mil en el 2030 y a 520 mil en el 2050. La demencia es la primera causa de discapacidad en personas mayores y la mayor contribuyente de dependencia, necesidad de cuidado, sobrecarga económica y estrés psicológico en el cuidador.
Actualmente no existe una cura para la demencia, pero mantenerse activo, alimentarse bien, participar en actividades sociales y evitar fumar y el consumo excesivo de alcohol pueden reducir el riesgo de padecer la enfermedad.
La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia. Está considerada como la nueva epidemia del siglo XXI y es un problema de todos, pues la dependencia que genera afecta no sólo al enfermo, sino también a su entorno más cercano. En el año 1906 Alois Alzheimer describió por primera vez la enfermedad que más tarde llevaría su nombre. Más de cien años después, todavía se está luchando contra el estigma asociado a la demencia y se sigue trabajando para conseguir mejores servicios y tratamientos para las personas con la enfermedad de Alzheimer, así como para la atención de sus cuidadores.
Tomado de Infomed