En esta fecha se impone e injerta a la Constitución y al pueblo de Cuba la Enmienda Platt, engendro que no fue una iniciativa individual del senador norteamericano Orville H. Platt, sino una confabulación oficial que constituía una consecuencia y una ratificación de la política seguida por Estados Unidos contra Cuba desde el siglo anterior. La llamada Enmienda Platt se convertía, de hecho, en el certificado de nacimiento del neocolonialismo. Padecimos la Enmienda Platt durante 57 años, seis meses y 19 días, en que el pueblo cubano, gracias al triunfo revolucionario, se libró del control del imperialismo yanqui sobre sus riquezas y fue dueño de su progreso, su independencia, su soberanía y de un destino mejor para sus hijos.