Por: MSc Lisandro Bonilla Deibe
Nuestros estudiantes de segundo año cumplen con dedicación y disciplina las tareas de pesquisas que forman parte del trabajo comunitario, de la medicina social que, en el caso de la asignatura de Historia, han conocido mediante el estudio de la teoría finlaista, la práctica médica del doctor Gustavo Aldereguía en los difíciles años 30 del siglo pasado y las ideas desarrolladas por Ernesto Che Guevara. Con los conocimientos básicos adquiridos en las clases de Historia de Cuba y de otras asignaturas propias de la profesión, son un ejemplo de responsabilidad y entrega; aportan al enfrentamiento de la pandemia sus cuotas de esfuerzo y sacrificio. Pero no dejan de estudiar. De manera planificada y ordenada realizan actividades para dar cumplimiento al programa de Historia de Cuba II.
Lo hacen vía online en contacto permanente con su profesor; envían los trabajos orientados y reciben la calificación correspondiente. Han respondido mayoritariamente que consideran positivo lo realizado hasta el momento. Ahora preparan un trabajo extra-clase que una vez terminado y calificado se incorporará a lo obtenido en el recorrido y tendrán la nota final. Esos son nuestros estudiantes, capaces de cumplir con una tarea de choque y luego, cansados de tocar puertas para prevenir, para alertar, para comprobar la existencia de alguna situación de peligro epidemiológico, van en busca de los textos y documentos para abordar la Historia y su significado. Esa Historia de la Patria que sustenta lo que hoy realizan. Para ellos mi felicitación. De algunos, sus fotos.
10 de mayo de 2020