Se estima que en el mundo hay más de seis mil lenguas o idiomas distintos. Seis mil herencias culturales desarrolladas y perfeccionadas durante años y que representan mucho más que una vía de comunicación común. La lengua de un pueblo es una manifestación de su presente, pasado y futuro; única y merecedora de protección y conservación tanto como cualquier otra manifestación social. Precisamente con esta intención es como nació el Día Internacional de la Lengua Materna.
Por ‘lengua materna’ se entiende el primer idioma que aprende una persona, que se adquiere sin intervención pedagógica o que se maneja mejor cuando se trata de niños cuyos padres hablan distintos idiomas y que son aprendidos simultáneamente. Una de las consecuencias directas de la globalización que se viene viviendo desde la segunda mitad del siglo XX es que el multilingüismo y la presencia de distintos idiomas dentro de un mismo país y a nivel internacional están viéndose en una situación complicada frente a lenguas más fuertes que siguen un avance imparable. Según la ONU, un 43% de las seis mil lenguas que se hablan en todo el mundo están en peligro de extinción debido al bajo número de personas que las hablan o a la falta de protección y difusión de las mismas.
En 1999, Bangladesh llevó una propuesta a las Naciones Unidas para crear un día internacional en el que se recordara la importancia de respetar y preservar todas las lenguas existentes, intentando concienciar a la población del gran patrimonio que suponen para nuestra sociedad. El Día Internacional de la Lengua Materna fue oficialmente establecido en el año 2002 y se eligió la fecha del 21 de febrero como homenaje al día en que los bangladeshíes realizaron una importante marcha en defensa de la lengua bangla. Desde entonces, esta fecha se unió a otros días internacionales como el Día Mundial del Idioma Romaní (5 de noviembre) o el Día Internacional del Esperanto (15 de diciembre) para concienciar sobre el valor de los idiomas.
Desde entonces, los países miembros de la UNESCO han ido realizando programas que defienden la multiculturalidad y aumentando progresivamente su implicación en este aspecto. Las iniciativas más importantes son aquellas que están destinadas a la infancia y la educación primaria, momento clave en la formación de una persona y en el que los más jóvenes comienzan a familiarizarse con las particularidades de las distintas lenguas de su país. El uso de teatros, obras poéticas o cuentos clásicos es una de las herramientas más comunes para este tipo de programas.
Según la ONU, el dato promedio es que cada dos semanas desaparece una lengua en el mundo. Un ritmo alarmante si tenemos en cuenta lo que implica la desaparición total de una de las formas más antiguas de plasmar el patrimonio de un pueblo. El Día Internacional de las Lenguas Maternas y otras iniciativas similares buscan que nuestro panorama lingüístico sea un frondoso bosque y no un desierto.
Tomado de la Revista “Muy interesante”