¿Cuando no haya nadie? ¿cerca o lejos? yo vengo a ofrecer mi corazón.
Fito Páez
Cuba está viviendo días tristes, muy tristes, la esperanza ronda sobre dos mujeres que sobreviven a un desastre aéreo, donde pierden la vida más de 100 personas, que tenían un destino, y en minutos se perdió entre humo y agua…
La brisa de esa mañana, tenía un viento en contra… no lo sabían ellos… niños, jóvenes, adultos, ancianos… nacionalidades que compartirían el cielo por diferentes motivos, ahora comparten ese cielo… pero nadie les preguntó.. contra… ellos querían todavía estar en la tierra…se fueron antes al infinito…
Cuanto me afecta que le pase algo malo a cubanos… en el pedazo de planeta que estén, en estos días recuerdo siendo más joven los partes médicos y toda Cuba pendiente de Pérez Quintosa, los restos esgrimistas en el mar de Barbados, el pueblo atento con oraciones, flores, velas, tambores… para ayudar a los que luchan por la vida… porque los médicos lo dicen… ayer a las 8:00 pm sentada frente a mi TV esperaba… y cuanto dolor al saber que la muerte le ganó a la vida, joven con baile dentro, con viajes pendientes a la Cujae, con besos a su madre, con risas en el malecón, con la complicidad de los jóvenes, partió de momento a otras dimensiones con otros que llegaron antes… vemos fotos lindas, porque eres linda…ahora en la inmensidad, hay más de 100 nuevas estrellas, titilantes, que iluminarán a sus familiares, amigos y a Cuba.
A toda esa familia cubana que está colmada de ausencias… en las mañanas al tomar café, en un almuerzo familiar del domingo, en una salida de sábado, esos cuadros con flores y velas que serán permanentes… les guardo una consideración infinita porque es tan duro soportar el desprendimiento repentino y ese vacío que traerán los días, meses y años…
Considero y siento la impotencia que sintieron los socorristas del pueblo, paramédicos y bomberos, al no poder hacer nada ante las llamas que devoraban todo… todo…
Siento tanto, tanto orgullo de esos médicos y enfermeras que luchan por la vida, junto a las pacientes que sobreviven y desafiaron una vez a “la furia maldita” que ronda y causa tragedias como estas…
Ver a mi nuevo Presidente en el fango, el humo, ambulancias, gritos… poniendo su mano en el hombro del pueblo… su voz pausada, firme y triste… me hizo recordar tanto al Maestro de traje verde…
Estaré hoy nuevamente esperando el parte a las 8:00 pm, devorando cada día información de Internet, a veces buena, a veces malas. pero quiero saber…y para eso están los Periodistas que han mantenido la verdad de los pasos que se llevan en el terruño… orgullosa del periodismo que lleva siempre las botas puestas…
El cielo sigue nublado, apenas sale el Sol…sigue el llanto desde el cielo que se une al llanto en la tierra…
Descansen en Paz todos…y sigan luchando las guerreras que siguen AQUÍ ….
Por Dra.C. Maria del Carmen González Rivero.
Biblioteca Médica Nacional/Infomed