El 21 de marzo de 2018 marca el 13° aniversario del Día Mundial del Síndrome de Down, que en esta ocasión se enfoca en el tema: “Lo que aporto a mi comunidad”: cómo las personas con síndrome de Down pueden y deben hacer contribuciones significativas a lo largo de sus vidas, ya sea en escuelas, lugares de trabajo, vida en la comunidad, vida pública y política, cultura, medios de comunicación, recreación, ocio y deporte.
El síndrome de Down es una combinación cromosómica natural que siempre ha formado parte de la condición humana, existe en todas las regiones del mundo y habitualmente tiene efectos variables en los estilos de aprendizaje, las características físicas o la salud.
Se descubrió en 1959 como un desorden de cromosomas y es un tema de actualidad permanente al afectar de forma muy variada a un amplio rango de personas en todo el mundo y se calcula que uno de cada 733 bebés nace con este síndrome. El acceso adecuado a la atención de la salud, a los programas de intervención temprana y a la enseñanza inclusiva, así como la investigación adecuada, son vitales para el crecimiento y el desarrollo de la persona.
En diciembre de 2011- con efecto a partir de 2012- la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 21 de marzo “Día Mundial del Síndrome de Down”. La fecha fue seleccionada por la Down Syndrome International ya que el número es significativo de la triplicación del vigésimo primer cromosoma (mes 3, día 21).
El objetivo principal de la conmemoración es aumentar la conciencia pública sobre el tema y recordar la dignidad inherente, la valía y las valiosas contribuciones de las personas con discapacidad intelectual como promotores del bienestar y de la diversidad de sus comunidades. La efeméride también quiere resaltar la importancia de su autonomía e independencia individual, en particular la libertad de tomar sus propias decisiones.
Tomado de Infomed