El abrazo de los Whipple

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Por: Dr.C. Julio César Hernández Perera.
Raras veces sucede que dos hombres coincidan en el tiempo, posean igual apellido, sean amigos y alcancen gran celebridad en la Medicina.

Es usual en la medicina el uso de los epónimos (nombres de personas que se emplean para designar cosas). Es ese un recurso que ayuda a redescubrir historias fascinantes.

Entre estos epónimos existe un nombre que sirve lo mismo para señalar una bacteria que una afección o para alertar sobre la presencia de un mal, o describir un procedimiento quirúrgico. Tras esta designación se descubren dos genialidades que coincidieron en el tiempo y en una misma nación. Así fue el caso de George Hoyt Whipple y de Allen Oldfather Whipple, quienes alcanzaron gran fama en el mundo de la medicina por sus grandes aportes a las ciencias.

Allen Oldfather Whipple y George Hoyt Whipple compartieron mucho más que un apellido. Foto tomada del diario Juventud Rebelde.

Allen Oldfather Whipple y George Hoyt Whipple compartieron mucho más que un apellido. Foto tomada del diario Juventud Rebelde.

George

George Hoyt Whipple nació en Ashland, New Hampshire, Estados Unidos, el 28 de agosto de 1878. Con una ascendencia de médicos, se licenció en 1900 en la Universidad de Yale, y  cinco años más tarde alcanzó el título de Doctor en Medicina en la Universidad Johns Hopkins.

Desde que incursionó en las ciencias médicas mostró interés por el origen de ciertas anemias y por la fisiología y algunas patologías del hígado. Dedicó muchas horas a develar los secretos del metabolismo de la bilirrubina (pigmento que generalmente se excreta a través de la bilis).

Para poder advertir bien este fenómeno llegó a un punto en el que se vio precisado a hacer otras indagaciones y conocer las rutas que llevan a la creación de la hemoglobina. En este afán realizó investigaciones para establecer el efecto de algunos alimentos en la restitución de la sangre. Comprobó cómo los perros anémicos que consumían hígado lograban recuperar rápidamente la hemoglobina.

Estos resultados ayudaron a cambiar los conceptos de la anemia reinantes en aquellos tiempos, e indujeron a George R. Minot y a William P. Murphy a usar en la práctica médica 250 miligramos diarios de extracto de hígado en el tratamiento de personas con anemia perniciosa —causada por déficit de vitamina B12, caracterizada por poseer glóbulos rojos grandes y acompañarse de alteraciones neurológicas.

Los suplementos empleados como tratamiento modificaron un panorama sombrío de muchos enfermos condenados, hasta entonces, a un final precipitado y sin remedio. El aludido extracto se empleó en la práctica médica hasta 1948, cuando se aisló la vitamina B12 a partir del hígado y se comprobaron sus efectos terapéuticos.

Las acciones antes comentadas significaron para Whipple, Minot y Murphy, que en 1934 les fuera concedido de forma compartida el Premio Nobel de Fisiología y Medicina. En la entrega del galardón los experimentos de George fueron definidos como excepcionalmente bien concebidos, conducidos con asombroso rigor y totalmente reproducibles.

Pero otro descubrimiento dio a George gran prestigio. Se cuenta que en 1907 se interesó por la enfermedad de un misionario de 36 años. En él se describió una nueva enfermedad caracterizada por diarreas, inflamación de ganglios linfáticos abdominales, pérdida de peso, dolores articulares, y alteraciones en la piel.

La afección fue denominada por Whipple como lipodistrofia intestinal y como tal se publicó en un boletín del hospital Johns Hopkins. Se afirmó, además, que era causada por una bacteria que pudo ser finalmente identificada en 1992. En su honor esta afección se bautizó más tarde con el nombre de enfermedad de Whipple; y a la bacteria se le denominó como Thopherymawhippelli. George murió el 1ro. de febrero de 1976, a los 97 años de edad.

Allen

El 2 de septiembre de 1881 nacía al sur del famoso Monte Ararat —sitio místico donde se presume que atracó el Arca de Noé, próximo a Urmia, en Irán— Allen Oldfather Whipple. Sus padres habían sido enviados a ese lugar en calidad de misioneros. A sus nueve años Allen dominaba a la perfección idiomas como el inglés, el sirio y el turco y poseía nociones de otras lenguas. Al cumplir esa edad su familia emprendió el viaje de regreso hacia Estados Unidos.

En 1908 obtuvo su licencia como médico en la Universidad de Columbia, Nueva York, y seguidamente comenzó su entrenamiento como cirujano. En 1911 formó parte del claustro académico y del equipo quirúrgico del hospital presbiteriano de la urbe neoyorquina. Su brillante desempeño lo llevó a alcanzar la responsabilidad de jefe de Cirugía del hospital de la Universidad de Columbia.

Dentro de las cirugías mostró un especial interés por aquellas donde se involucraba el páncreas, órgano muy difícil de intervenir por las serias complicaciones que se le asociaban. Por entonces ese órgano abdominal era designado como «el órgano ermitaño» —por la rareza de las operaciones que realizaba—; y era muy evitado por la gran mayoría de los cirujanos.

Whipple no solo se enmarcó en la Cirugía. Empezó a describir cómo se presentaban ciertos síntomas y signos clínicos que caracterizan un tumor productor de insulina y que en medicina se advierte actualmente como «triada de Whipple».

Gracias a sus habilidades quirúrgicas el doctor desarrollaba con mucho éxito la operación señalada como pancreatoduodenectomía (extirpación de parte del páncreas y de una parte del intestino delgado): se realizaba en dos tiempos quirúrgicos y se indicada generalmente en el tratamiento de tumores pancreáticos.

En 1940, con el uso de la vitamina K como una forma de tratar los fenómenos hemorrágicos, Whipple consideró realizar la pancreatoduodenectomía en un solo tiempo. Esta meta la materializó por primera vez y de manera inesperada en marzo de 1940, en una mujer de 53 años.

Con un diagnóstico preoperatorio erróneo, durante aquel acto quirúrgico él pudo comprobar que se trataba de un tumor del páncreas y practicó, a la vista de muchos, la técnica que proponía, la cual es conocida hoy como de Whipple y a pesar de tener más de 70 años de ser descrita por su autor solo ha sufrido a lo largo de la historia pequeñas modificaciones.

Las operaciones realizadas por Whipple aseguraron su reputación internacional y por eso es reconocido por muchos como «el padre de la cirugía pancreática». Allen murió el 6 de abril de 1963, y se cuenta que sin tener ninguna relación de parentesco con George, ambos entablaron curiosamente una gran amistad que iba mucho más allá de la fama.

Tomado de Juventud Rebelde

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