Por: Dra.C. Beatriz Torres Rodríguez. ACN
Uno de los problemas fundamentales que influyen en la relación de pareja, y por supuesto en la posibilidad de mantenerla, es la confianza a tener entre sí.
Es importante para las personas que al establecer este vínculo reconozcan como las actitudes de desconfianza y los celos convierten las relaciones en complejas y poco satisfactorias.
Detrás de estas manifestaciones se encierra en la mayoría de los casos la marcada inseguridad y baja autoestima de por lo menos uno de sus miembros, presentándose con frecuencia dudas de si le es atractivo(a) o no a su pareja, si es capaz de hacer feliz a su cónyuge y, en específico en las relaciones sexuales, si pueden provocar satisfacción.
Así aparecen temores a ser engañado(a), abandonado(a), inclusive fantasías de que ve a su pareja con otra persona, por lo cual la relación lejos de vivirse con placer, confianza y entrega, se torna campo de batalla.
Las causas de estas manifestaciones son disímiles: desde la relación familiar poco afectiva hasta fracasos en experiencias amorosas anteriores, que tienden después a generalizarse y el sujeto comienza a anticipar el fracaso.
En ocasiones oímos comentarios como el siguiente: “Comencé la relación con un muchacho pero en realidad creo que lo hice porque estaba muy afectada por otra relación acabada de terminar”.
Este punto es crucial, pues cuando se termina la relación de la cual uno se siente dañado, lastimado, es muy difícil comenzar otra nueva.
Se produce el efecto peculiar y son valoraciones casi siempre como las siguientes: “no me voy a volver a enamorar”, “como ese hombre en mi vida no habrá otro”, y es que existe el proceso de duelo, de restablecer la pérdida tenida y esto requiere espacio de tiempo, el cual no siempre es similar en todas las personas.
Además, cuando se sufren pérdidas o desengaños, el encontrar a otra persona que trate a uno con dulzura, afecto, se puede confundir con la atracción o enamoramiento y esto puede generar dudas en el otro sobre cuáles fueron los verdaderos móviles que provocaron la decisión del comienzo.
Ante todas estas problemáticas que provocan inseguridad, desconfianza de un miembro de la pareja hacia el otro, ya sea por la forma en la cual se originó la relación, como en el caso anterior, donde se puede desconfiar del amor, o por otras causas vinculadas incluso a experiencias mucho más antiguas de ambos, es necesario aclarar los temores del otro, no dejarlo para después, pues entonces la inseguridad tiende a aumentar y por tanto la desconfianza.
Es recomendable que tanto el miembro de la pareja víctima de los celos, como el victimario, reconozcan lo dañino de estas manifestaciones y pauten medidas de control ante ellas, y si esto no es útil, resulta entonces aconsejable buscar ayuda profesional de un especialista de Psicología o de Sexología. (AIN)
La autora es especialista del Centro de investigaciones Médico Quirúrgicas (CIMEQ) Cuba; Doctora en Ciencias Psicológicas, Profesora Titular; Investigadora Titular, Master en Sexualidad, Master en Pedagogía de la Sexualidad, Presidenta Sociedad Cubana Multidisciplinaria para el Estudio de la Sexualidad (SOCUMES).
