2021, un año de apremiantes y determinantes acciones contra la COVID

Boletín Científico del Cimeq. 2021 Feb 28; 2 (1): 1-2

Julio César Hernández Perera ORCID iD icon1.

1Centro de Investigaciones Médico Qurirúrgicas, La Habana, Cuba.

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Se cumple en marzo del 2021 un año desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaraba la pandemia de la COVID-19.

¿Qué ha sucedido en este breve periodo de tiempo?

Hemos sido testigos de un número de muertes impensables alrededor del mundo y colosales afectaciones sociales y económicas. Todas han hecho cambiar el curso de la humanidad.

Pocos podrían imaginar cómo en pleno siglo XXI una pandemia haya motivado con tanto nervio manifestaciones de pugnas entre el bien y el mal. Desde esquinas contrarias, como en una especie de cartelera de boxeo, se han opuesto los éxitos contra los fracasos, las acciones de solidaridad contra las de egoísmo, la sensatez y la cordura contra la imprudencia y la necedad, la disciplina contra la indisciplina, la ciencia contra la ignorancia, el heroísmo contra la cobardía, y la justicia contra la iniquidad.

Precisamente la iniquidad es una de las cosas que más se tratan en la contemporaneidad cuando alcanzamos ver cómo el desarrollo acelerado de vacunas exitosas destinadas a salvar vidas han sido objeto de presiones y acciones incivilizadas y cerriles.

Hemos estado presentes frente a una carrera sui generis donde se ha luchado por alcanzar el podio del primer lugar en lograr la primera vacuna exitosa contra la COVID. Pero lamentablemente, en esta carrera los intereses que la han avivado han sido diversos y contrarios.

Mientras grandes y poderosas transnacionales farmacéuticas y biotecnológicas advertían como la vacuna sería una fuente de especulación y enriquecimiento, otros perseveran desinteresadamente en buscar un remedio para detener esta pandemia y salvar vidas en todo el mundo, sin interesar que se viva en un país desarrollado o del Tercer mundo.

Para tener una idea más exacta del momento actual que se vive se podrían referir datos que han sido manifestados públicamente a finales del mes de febrero del 2021 por la OMS y por su director general, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus:

  • Hasta este momento se han administrado 210 millones de vacunas contra la COVID-19.
  • Más de la mitad de estas, se ha administrado en tan solo 2 países, y más del 80 % en solo 10 naciones. Estos países representan el 60 % del PIB mundial: Es decir, las vacunas han sido acaparadas por los países más ricos del planeta; una acción concebida mucho antes de que se aprobaran estos fármacos.

No sorprende la acostumbrada actitud capitalista e imperial con su usual práctica nociva y egoísta. Hemos visto, además, como afloran en algunos países condenables hechos de corrupción y de estafa cuando aparecen en las noticias ejemplos de desvíos de vacunas por intereses individuales de los poderosos, o cuando estas son objeto de engaños y especulación.

De seguirse estos derroteros, ¿quién niega que en el futuro acaecerán indudables costos en vidas humanas y podrían darle, además, nuevas oportunidades al virus para mutar y evadir la inmunidad generada por las vacunas?

De suceder todo esto, se socavará la ansiada recuperación social y económica a nivel global.

Por estas razones el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la OMS han hecho un llamamiento mundial para que, sobre todo las naciones más desarrolladas, alcen la mirada más allá de sus fronteras y utilicen una estrategia vacunal que pueda poner fin a la pandemia y evitar el desarrollo de las temidas nuevas variantes virales.

El personal de salud ha estado en la primera línea de lucha de la pandemia y es por eso que existe consenso de que deberían ser los primeros en ser protegidos, para que puedan, a su vez, proteger a los demás.

La creación del Fondo de Acceso Global para Vacunas COVID-19 (COVAX) ha permitido que el mundo se prepare mejor para recibir y administrar vacunas. Se capacitan a sanitarios y se condicionan los sistemas de la cadena de frío, pero lo que falla aún es el suministro equitativo de vacunas.

Por eso la OMS ha dedicado esfuerzos y ha hecho un llamado con una meta: «Garantizar que los despliegues de vacunas den comienzo en todos los países en los primeros 100 días del año 2021».

Este llamado incluye entre sus acciones: la prioridad por vacunar a todo el personal de salud y a las poblaciones de alto riesgo de contraer las formas graves de la COVID, brindar apoyo financiero a naciones de bajos y medianos ingresos para el despliegue y administración de vacunas, y demandar a los fabricantes de vacunas para que asignen de forma equitativa el limitado suministro de vacunas e intercambien datos sobre seguridad, eficacia y fabricación prioritaria con la OMS para su examen regulatorio y normativo, intensifiquen y aumenten al máximo la producción, y transfieran tecnología a otros fabricantes para que puedan potenciar el suministro mundial de la cura contra la COVID-19.

Cuando se leen estas acciones a los cubanos nos viene a la mente los esfuerzos que hacemos como país, no solo en acciones propias sino con otras que salen de nuestras fronteras. Nos hace sentir orgullosos cuando vemos y somos partícipes de internacionalismo y cuando reparamos, además, en ver como desarrollamos cuatro candidatos vacunales contra la COVID a pura ciencia, esfuerzo y sacrificio. Todo ello, a pesar de no estar entre las naciones más ricas (económicamente) del mundo y de estar bajo el asedio de un brutal bloqueo económico por parte del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica.

Por todo esto es el nombre puesto a nuestos candidatos vacunales: Soberana, Abdala y Mambisa. Estos contienen nuestros valores.

Y aunque para los cubanos no nos sorprende mucho la noticia, para otras naciones del mundo asombra conocer el pronóstico de que Cuba sea el primer país Latinoamericano en desarrollar una vacuna propia y de alcanzar que su población sea entre las primeras del mundo en ser totalmente vacunada.

Ese es el legado de Fidel ante un mundo que aprende que no se puede quedar de brazos cruzados, porque en tiempos de la COVID-19 el destino de toda la humanidad está forzosamente unido. Y ya muchos advierten que siempre será de todos, ya sea un triunfo o un fracaso.

La Revolución Cubana siempre ha apostado por la victoria desde la esquina del bien: De los éxitos, de la solidaridad y el internacionalismo, de la sensatez y la cordura, de la disciplina, de la ciencia, del heroísmo y, sobre todo…, de la justicia.

 

Bibliografía

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Alonso Galbán P. En la carrera para la vacuna contra la COVID-19, la victoria o la derrota es de todos [Internet]. Infomed. Red de Salud de Cuba. 2021 [citado 23 de febrero de 2021]. Disponible en: http://www.sld.cu/noticia/2021/02/13/en-la-carrera-para-la-vacuna-contra-la-covid-19-la-victoria-o-la-derrota-es-de-to

El mundo se moviliza en pro de la equidad vacunal [Internet]. Organización Mundial de la Salud. 2021 [citado 23 de febrero de 2021]. Disponible en: https://www.who.int/es/news/item/19-02-2021-world-waking-up-to-vaccine-equity

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