¿Es necesaria la doble toma de temperatura dentro de un hospital en tiempos de la COVID-19?

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Boletín Científico del Cimeq. 2020 Jun 29; 1 (15): 4-5

Judith Mederos Sánchez1, Laidy Treasures Pereira1, Dania Piñeiro PérezORCID iD icon1.

1Centro de Investigaciones Médico Qurirúrgicas, La Habana, Cuba.

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La COVID-19 se ha convertido en un gran reto para los servicios médicos en todo el mundo. Las medidas para prevenir la propagación del SARS-CoV-2 incluyen, entre otros, el uso de medidas de protección personal, medidas generales higiénicas y epidemiológicas, la pesquisa activa de contactos y casos sospechosos, y la toma de temperatura.

En los centros asistenciales de salud las medidas pueden incluir, además, la restricción de acceso a los centros y la limitación de la movilidad libre de personal dentro de la instalación.

Sin embargo, la toma de la temperatura, que antes de esta situación no era un procedimiento habitual, ha sido valorada como la más importante y adoptada casi universalmente en todos los centros laborales y hospitalarios de muchas partes del mundo: Junto con los antecedentes de contactos y la presencia de síntomas, la fiebre es un signo de alarma trascendental de la infección por el SARS-CoV-2.

Por eso se practica el monitoreo en la entrada de los centros usando técnicas a las que no muchas veces no estábamos habituados como los detectores infrarrojos de temperatura y los termómetros de frente.

Al detectar un paciente febril se le debe impedir la entrada y se remite al servicio de urgencias donde se atienden los casos respiratorios.

No obstante, se deben tener una serie de cuidados, que puede pasarse por alto.

Estos dispositivos pueden mostrar valores normales o hipotermia en pacientes febriles, como consecuencia de factores ambientales. Entre los factores ambientales que pueden alterar los valores reales de temperatura están los condicionados por ambientes exteriores como las temperaturas bajas (se incluye el uso de ambientes climatizados), el viento y la lluvia.

Se ha reportado que ante la presencia de un ambiente frío se requiere al menos 10 minutos en lugares no climatizados para que la toma de temperatura sea lo más real posible.

Otro problema que puede encontrase con frecuencia puede ser el consumo de antipiréticos. Por esta razón se recomienda indagar en el consumo de estos fármacos y se recomienda, además, que todos los pacientes y personal que entran a un hospital se le deben chequear la temperatura, al menos, una vez más, cuando se encuentran dentro del centro.

Si no se tiene hasta el presente el verdadero valor de esta medida se puede poner como ejemplo la experiencia mostrada en marzo del 2020 en un hospital de China Taipei (Kaohsiung Municipal Ta-Tung Hospital). En ese centro se determinó en los pacientes la temperatura a la entrada y dentro del hospital.

Con estas estrategias se valoraron 40 887 pacientes que requerían de los servicios médicos ambulatorios. Solo 5 pacientes tuvieron fiebre (>38ºC) en las entradas del centro. Pero sorprendentemente se detectaron otros 37 enfermos febriles con la segunda toma de la temperatura, realizada dentro del centro asistencial: Cualquiera de ellos pudo ser portador del SARS-CoV-2 y causar la propagación del coronavirus.

Este experimento nos lleva a pensar que en las instituciones médicas con servicios de consulta externa una segunda toma de temperatura dentro del hospital puede ser recomendable. Esta simple intervención puede jugar un papel transcendental en la prevención y control de la COVID-19 dentro de los hospitales y alcanzar el anhelada meta de cero infección ocupacional.

Bibliografía

Hsiao SH, Chen TC, Chien HC, Yang CJ, Chen YH. Measurement of body temperature to prevent pandemic COVID-19 in hospitals in Taiwan: repeated measurement is necessary. Journal Hosp Inf. 2020; 105:360-1. https://doi.org/10.1016/j.jhin.2020.04.004

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