Y nadie fue tan de Cuba como aquel que nació en Paula

Tomado de Juventud Rebelde 25 de enero 2018

Hay una casita en esta Habana múltiple que nos resguarda siempre lo más auténtico del alma; una casita que es cuna-país, identidad y destello de una nación y de su pensamiento más profundo; una casita a la que van y vuelven una y otra vez los niños, buscando cómo habitar en la mística de un alumbramiento universal. Hasta este sitio, que es profecía y punto de partida hacia la martianidad, hay que acudir en días como estos, para fijar la coordenada exacta de muchos otros nacimientos, de muchos otros partos, simbólicos, ecuménicos, reverenciales…

 A 165 años de aquel primer enero, el Apóstol sigue aquí, entre nosotros, como «ese misterio que nos acompaña», y se prefigura entonces en la pasión de miles de jóvenes de Cuba y del mundo, prestos ahora a un nuevo homenaje. Desde hoy y hasta el próximo domingo, y por el hombre sincero de siempre, toda una Isla cabrá en la misma casita.