Es comprensible y valida la interrogante ¿Por qué algunas personas se inician en el consumo de drogas y otras no? Por supuesto, las respuestas son múltiples, máxime cuando se aborda un tema de singular complejidad y alcance. Pero, de manera general se puede definir que, cuando alguien comienza a consumir, presenta conductas de riesgo, determinadas conductas problemáticas o ya ha desarrollado una adicción previa (con o sin sustancias). Este es un panorama común, que siempre nos remite a la causa, pero… ¿qué es lo que motiva a esto?
Ya en el campo del tratamiento y la rehabilitación quedan expuestas necesidades basadas en la profundización de algunas competencias o habilidades sociales que se pueden desarrollar en el individuo para evitar, retrasar o minimizar el consumo de drogas. En la Psicología, las habilidades sociales son “el conjunto de estrategias conductuales y las capacidades para aplicarlas en la resolución de problemas de manera efectiva y aceptable para el propio sujeto y para el contexto social en el que se desenvuelve”. Estas habilidades ayudan en la expresión de sentimientos, afectos y emociones y en la forma de relación con los otros. Partiendo de este enfoque, las habilidades sociales pueden ayudar a prevenir y hacer frente a una adicción.
Son muchas y variadas las habilidades sociales, algunas que son determinantes por su relación con las adicciones son:
La Capacidad de decir “NO” frente a la presión grupal: la adolescencia es una etapa en la que prima la necesidad de aceptación en el grupo de iguales; la presión de grupo es una situación que se presenta en la que alguien accede a hacer algo que no quiere, porque se ha sentido empujado a ello o no ha podido mantener o defender otra postura, frente a la necesidad de sentirse “parte del grupo”. No se debe perder de vista que, aunque el grupo de iguales es importante, nadie debe olvidarse de sí mismo, con tal de agradar a los demás.
La asertividad: es de las habilidades más importantes ante una situación negativa. Si una persona goza de un buen manejo de la asertividad será capaz de procesar una situación de forma respetuosa aportando las razones que tiene para no aceptar lo que le ofrecen y sin juzgar a otros. El estilo asertivo de comunicación favorece el uso de mensajes respetuosos que no enjuician ni reprochan la conducta de los demás y facilita la afirmación de sí mismo.
Pedir ayuda cuando se necesite: cuando una persona es consciente de que ha perdido el control, es fundamental que sea capaz de reconocer que tiene un problema y exprese que necesita que le ayuden a modificar lo que le hace sufrir. Pedir ayuda es sin duda un gran paso y el factor tiempo es fundamental en el caso de las adicciones a la hora de pedir ayuda profesional.
El mejor remedio siempre está en la prevención, para evitar caer en la cadena del uso, abuso y dependencia, de la cual puede ser difícil salir y exige toda la voluntad del individuo y la motivación necesaria en la búsqueda de factores que movilicen la necesidad de cambio.
Ante esto, es bueno recordar que ante un problema de consumo de drogas se puede buscar ayuda telefónica a través de la Línea Confidencial 103.
Lic. Giovani Leal Luque