Ahora que se acerca la temporada de verano, es necesario incrementar el cuidado de la salud, evitar los golpes de calor, aumentar la hidratación y prestar especial atención a los cuidados de la piel.
La piel, constituye el órgano más extenso del cuerpo, junto a las faneras (cabellos, uñas, folículos pilosos, glándulas sebáceas y sudoríparas) además de los nervios y vasos sanguíneos que lo inervan e irrigan, conforman el sistema tegumentario.
Está constituida por dos capas: la epidermis (estructura externa) y la dermis por debajo de ella constituida por tejido fibroso y elástico.
Las principales funciones de la piel son:
⦁ Representa una barrera protectora contra la invasión de microorganismos y acción de agentes mecánicos, químicos, térmicos y osmóticos.
⦁ Regula la temperatura corporal y mantiene el equilibrio hídrico.
⦁ Posee un pigmento, la melanina que da color a la epidermis y la protege de la radiación ultravioleta.
⦁ Mediante la inervación el organismo percibe sensaciones de tacto, calor, frío, presión, dolor, permitiendo así la interacción con el medio ambiente y relacionarlo con el sistema nervioso central.
⦁ A través de los vasos linfáticos y sanguíneos dérmicos se absorben sustancias que atraviesan la epidermis como lociones, medicamentos, cremas y pomadas.
⦁ En la dermis se sintetiza la vitamina D, por acción de la radiación ultravioleta.
Al constituir nuestra mayor cubierta, merece cuidados especiales para evitar daños y desarrollar enfermedades. Durante los meses de verano, se hace necesario extremar estas medidas, que debemos implementar como rutina diaria, por lo que te sugerimos seguir los siguientes consejos:
⦁ Protégete del sol: usa protector solar, camina por lugares con sombra, evita exponerte al sol durante las 10 am y las 4 pm, usa ropas de mangas largas, pantalón y sombrero. La exposición al sol provoca manchas, arrugas y aumenta el riesgo de padecer cáncer de piel.
⦁ Elimina el tabaquismo: fumar produce estrechamiento vascular y disminuye el flujo sanguíneo, disminuye la oxigenación de la piel, daña el colágeno y la elastina.
⦁ Trata la piel con delicadeza: la limpieza debe ser diaria, usa agua fresca, evita jabones fuertes que eliminan los aceites naturales de la piel, rasúrate con cuidado, hazlo en la dirección que crece el vello, sécate con golpecitos pequeños, para que quede húmeda la piel.
⦁ Mantente hidratado: bebe abundante agua (2 litros al día).
⦁ Alimentación saludable consumo de frutas, verduras, jugos naturales.
⦁ Auto examínate la piel en busca de lesiones de aparición reciente o cambio de color, tamaño o sangrado en lesiones ya existentes (verrugas, lunares, manchas).
⦁ Controla el estrés: ya que desencadena brotes de acné y otras dermatitis.
¡Cuida tu piel, ella cuida de ti!
Dra. Vivian R. Ruiz Guerrero