Todo lo que necesitas saber sobre cómo liberarte del exceso de sal

La Semana Mundial de Disminución del Consumo de Sal se celebra en este año 2024, desde el 13 de mayo hasta el 19 de mayo, el lema es: “Es hora de poner el foco en la sal”, haciéndose alusión a la sal oculta (sodio) en muchos productos procesados y ultra procesados. Una de las medidas recomendadas por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en el plan de acción mundial para la prevención y control de las enfermedades no transmisibles (ENT) 2013-2030 es el consumo de menos sal en la dieta diaria, promoviendo la implementación de acciones basadas en buenas prácticas para concientizar a la población.

El sodio es un nutriente esencial que el cuerpo necesita en cantidades relativamente pequeñas para mantener los fluidos corporales en equilibrio, además del funcionamiento sin problemas de los músculos y nervios. La sal es el nombre común usado para el cloruro de sodio, la cual presenta 40% de sodio y 60% cloruro. La percepción y aprendizaje de lo salado, se va formando a lo largo del tiempo, en función de los hábitos alimenticios y a la concentración de la sal que hay en los alimentos que consumimos, de forma tal que los receptores del sabor se van habituando a niveles variables de sal en cada individuo y en función de estos hábitos, los umbrales se pueden modificar para bien.

El consumo de sal de la dieta por debajo de 5 gramos (una cucharadita rasa, de todas las fuentes, distribuida entre todas las comidas del día), es el límite recomendado por la OMS y al que cada persona debería ceñirse para que los países puedan alcanzar con sus iniciativas de reducción de sal /sodio de la dieta el objetivo de reducir en un 25% la mortalidad prematura por (ENT), pues el mayor número de muertes relacionadas con la alimentación, se asocian con el consumo de sal.

En la región de las Américas este consumo se encuentra muy por encima del límite recomendado. Existen datos de algunos países de que la ingesta diaria de sal por persona, oscila entre 8,5 y 15 gramos. Consumiendo menos sal, se previene la aparición y desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles como la hipertensión arterial, las cardiopatías o la enfermedad renal, entre otras.

La producción creciente de alimentos procesados, la rápida urbanización y la evolución de los modos de vida están modificando los hábitos alimentarios de la población. Los alimentos procesados son cada vez más corrientes y asequibles. En la actualidad, tres cuartas partes del sodio en la alimentación provienen de alimentos ultra procesados y procesados, como el pan, salsas, galletas saladas, comidas listas para consumir, carnes procesadas y queso. Reducir la cantidad de sodio de las comidas salva vidas y es una de las medidas más costo-eficaces para la salud pública.

¿Qué podemos hacer en la semana de sensibilización sobre el exceso del consumo de sal?

Tanto en las escuelas, centros de trabajos como en la casa y la comunidad, hay varias formas de apoyar las iniciativas de la OMS en la reducción del consumo de la sal de la dieta, enumerando las siguientes:

  • Disminuir el contenido de sal en los alimentos, es la forma efectiva de reducir el consumo de sodio.
  • Beber de 2 a 3 litros de agua al día ayuda al cuerpo a eliminar el exceso de sodio. Las cantidades varían un poco según la edad, el sexo o condiciones como el embarazo y el período de la lactancia.
  • Aumentar la actividad física, es una excelente manera de deshacerse del exceso de sodio. El ejercicio hace que el organismo elimine una combinación de agua y sal, por lo que es importante mantener una buena hidratación, durante el desarrollo de estas actividades.
  • Dejar el salero. Al preparar o comer alimentos, trata de no agregar sal adicional.
  • Reducir el consumo de alimentos procesados y envasados, los embutidos que contienen grasas saturadas, los cuadritos de pollo y tomate. Estos pueden sustituirse por alimentos y especies naturales que dan aroma y sabor único a las comidas.
  • Cocinar en la casa brinda más control sobre la cantidad de sal que se debe agregar a los alimentos, también puedes usar especies y otros para agregar sabor sin aumentar el sodio.
  • Revisar las etiquetas de los productos que se compran para ver la cantidad de sodio que contienen y poder regular el consumo de esta sustancia.

De esta manera podrás modificar tu estilo de vida con hábitos alimenticios saludables, elección que cambiará tu vida, cuidará de tu salud, y la de toda la familia.  Adicionalmente puedes transmitir la esencia del contenido a todos en el hogar incluyendo a los niños y adolescentes, porque se ha visto que una sobrecarga de sodio desde la niñez proporciona un progreso futuro a estas enfermedades antes mencionadas.

 El principal beneficio de reducir la ingesta de sal es la correspondiente disminución de la hipertensión arterial.

Considere estas recomendaciones; piense en usted, en los suyos, en los demás; así que: elija usted, pero sepa que la opción de menos sal, representa más vida.