Aun cuesta desprender del imaginario popular la visión que presenta el consumo de alcohol como un elemento indispensable para el disfrute y la diversión. Cuba no escapa de esa representación social y cultural que se asienta en la historia y la tradición común. Pero, los avances de la ciencia en el campo de los cuidados de la salud proponen otras maneras de socialización y disfrute.
En este sentido, resulta fundamental el trabajo educativo con los jóvenes, para que no se inicien temprano en el consumo del alcohol e incorporen la noción del consumo responsable como un elemento de protección y control para el resto de su vida. No por gusto el alcoholismo constituye la causa directa de muerte en 3 millones y media de seres humanos cada año y la causa asociada en caso de los accidentes de tráfico, los traumatismos y discapacidades que afectan a unos 50 millones de personas.
El alcoholismo como enfermedad produce daños a la salud, como: dificultades de memoria, proliferación de conductas violentas, dificultades para socializar, afectaciones cardíacas y del hígado, aparición de cáncer en localizaciones tales como: mama, boca, garganta, colon, hígado, laringe y recto, entre otros posibles daños.
Existen causas que posibilitan la proliferación del alcoholismo, entre ellos: el desarrollo económico, la cultura, la disponibilidad de alcohol y los niveles de aplicación y cumplimiento de las políticas regulatorias. Mientras más de estos factores converjan en una persona, mayores serán los riegos de desarrollar enfermedades y daños como los antes nombrados.
Los tratamientos para la rehabilitación de los pacientes adictos combinan técnicas psicoterapéuticas y otros recursos, pero siempre dependen de la motivación para el cambio y la voluntariedad del paciente. Las redes de servicios nacionales incluyen los centros de salud mental que existen en cada municipio del territorio cubano, las sesiones de trabajo y rehabilitación de Alcohólicos Anónimos y la consejería telefónica a través de la Línea Confidencial 103.
Lic. Giovani Leal Luque