El 20 de marzo de cada año se celebra el Día Mundial de la Salud Bucal, con el objetivo de concientizar a la población de todo el mundo sobre su importancia y promocionar el cuidado de la higiene bucal en todas las edades. Los problemas o enfermedades relacionados con la boca, los dientes y las encías pueden afectar al resto del cuerpo y también pueden ser síntomas de otros trastornos que han pasado desapercibidos. Muchas enfermedades bucodentales son prevenibles o curables, se sabe que el 90% de la población mundial padecerá a lo largo de su vida algún tipo de enfermedad bucodental, desde una carie hasta una enfermedad periodontal o cáncer bucal, este último con un incremento de 1 a 10 por cada 100 mil habitantes.
La campaña de este 2024 se centra en el intrincado vínculo entre la salud bucal y la salud general porque “UNA BOCA FELIZ ES…. UN CUERPO FELIZ”. En ese sentido, el llamado es para que todas las personas valoren y cuiden su boca y comprendan que, al hacerlo, también pueden proteger su bienestar general. Una buena salud bucodental es esencial para disfrutar un buen estado de salud general y de una buena calidad de vida. Cualquier problema que afecte la salud de la boca repercute en el bienestar psicosocial de la persona.
Debemos mantener una salud oral adecuada, ya que nos permite:
- Masticar y procesar adecuadamente los alimentos.
- Favorecer el proceso de la digestión.
- Contribuir a mantener una buena salud en general.
- Apreciar mejor el sabor de las comidas.
- Prevenir enfermedades como la diabetes o enfermedades cardiovasculares.
La importancia de la promoción del cuidado bucodental está en que nos permite mantener limpios y sanos a nuestras encías, dientes, lengua y boca en general con una buena higiene dental diaria. De esta manera nuestros dientes pueden cumplir su función y además evitaremos otro tipo de complicaciones y enfermedades, con ello se pretende concienciar a la población mundial para una vida más sana, promover hábitos saludables y dar a conocer los factores de riesgo que pueden provocar problemas en la boca y los dientes. La mayor parte de estas afecciones dentales causadas por una mala higiene bucal son caries dentales, enfermedades periodontales, pérdida de dientes y cánceres bucodentales.
¿Cuáles son los factores de riesgo favorecedores de mala salud bucal?
– Alto consumo de azúcar
El consumo excesivo de azúcar en golosinas, alimentos ultra-procesados y bebidas azucaradas (gaseosas, jugos de frutas, bebidas deportivas, jugos en polvo, etc) es uno de los principales factores de riesgo que afectan a la salud bucal.
– Hábito de fumar
El consumo de tabaco es la principal causa de muerte evitable en el mundo: contribuye al desarrollo de las enfermedades cardíacas, respiratorias y provoca diversos tipos de cáncer. Fumar aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades de las encías y cáncer de boca. También causa manchas en los dientes, mal aliento, su pérdida prematura, pérdida del gusto y el olfato.
– Consumo excesivo de alcohol
El consumo de alcohol en exceso es un factor de riesgo importante para los cánceres de boca, laringe, faringe y esófago. Las bebidas alcohólicas suelen ser ácidas y con alto contenido de azúcar, lo que aumenta el riesgo de caries.
– Higiene dental
La mala higiene bucal tiene consecuencias a corto y largo plazo en la boca y el cuerpo, puede generar placa bacteriana (formada por bacterias y restos de alimentos) y puede causar problemas como caries, inflamación de las encías, etc.
¿Qué debemos hacer para cuidar la salud bucal?
- Para tener una boca sana es importante realizar una correcta higiene, llevar una alimentación y hábitos saludables y realizar una consulta estomatológica una vez por año.
- No fumar y limitar el consumo de alcohol.
- Cepillarse los dientes durante dos minutos, al menos dos veces al día, usando cepillo y pasta dental e hilo dental (si dispone), al menos una vez al día después del cepillado.
- Cambiar el cepillo dental cada 3 meses, cuando se observa que las cerdas comienzan a abrirse o deteriorarse. El uso del cepillo es individual, no debe compartirse con otras personas.
- Realizar el autoexamen bucal para la detección precoz de trastornos potencialmente malignos.
- Los adultos mayores mantener adecuada higiene de las prótesis dentales y la cavidad bucal.
- Ante los siguientes síntomas o signos de alerta, realizar una consulta estomatológica: dolor al consumir bebidas o comidas frías o calientes, sangrado de las encías, movilidad, cambio de color o posición de las piezas dentarias.
- Es importante revisar la lengua, la cara interna de las mejillas, el paladar y el piso de la boca. Si hay lesiones que perduran largo tiempo o que no cicatrizan (mancha, un aumento de tamaño, dificultad de mover la lengua, una úlcera, sensación de hormigueo, adormecimiento y ardor) se debe consultar de inmediato al estomatólogo.
- Si una persona percibe que aprieta o rechina los dientes, puede que se trate de bruxismo. Es importante la consulta estomatológica ya que los dientes pueden desgastarse, sufrir fisuras o fracturas por esta razón.
- Los piercing o aros en los labios o lengua, retienen alimentos y microbios que aumentan el riesgo de enfermedad bucal y pueden romper o desgastar los dientes.
- Si las encías están inflamadas (rojas, hinchadas o sangran) es señal de que están enfermas. Se debe cambiar la técnica de higiene bucal y acudir a su estomatólogo.
- La higiene bucal se debe reforzar cuando se usan aparatos de ortodoncia, perforaciones corporales (como piercings) y se debe realizar una limpieza adecuada de estos elementos.