Esta fecha es un privilegio para todos los cubanos, ya que se celebra con orgullo el homenaje a dos grandes hombres, que aunque en épocas distintas, marcaron su impronta como paradigmas de entereza y bravura para nuestro pueblo, el mayor general Antonio Maceo y Grajales, y el comandante Ernesto Guevara de la Serna. Ambos coincidieron en haber nacido el mismo día y en haber trascendido la historia, hacia los caminos de la inmortalidad.
Recordemos las hazañas de estos héroes:
Antonio Maceo, el Titán de Bronce, nació en 1845, en Santiago de Cuba, de origen campesino, miembro de una familia legendaria. Se destaca durante la Guerra de los Diez años, debido a su entrega sin límites a la gesta revolucionaria, su capacidad de mando militar y su firmeza ideológica, cualidades que lo convirtieron en el héroe popular por excelencia, fue el general mambí que más heridas sufrió en los campos de batalla. Maceo fue un hombre astuto y muy valiente, su proceder, hazañas, heroicidad, carácter y cualidades, su convicción revolucionaria y antimperialista, hicieron posible su entrega a la defensa del más noble ideal, La Libertad. Mantuvo una posición intransigente frente al Pacto del Zanjón, siendo protagonista de la Protesta de Baraguá.
Vivió durante algunos años en Centroamérica, donde funda una colonia junto a otros revolucionarios. Al iniciar la Guerra del 95 se incorpora a la lucha y es protagonista junto a Máximo Gómez de la gesta de la Invasión. Entre sus combates de guerra más importantes se encuentran Las Guásimas y San Ulpiano durante la Guerra de los Diez Años; y Jobito, Peralejo, Sao del Indio, Mal Tiempo, Coliseo y Las Taironas en la Guerra del 95. Muere en combate en San Pedro, cerca de Punta Brava, junto a su ayudante Francisco Gómez Toro, el 7 de diciembre de 1896.
El Che, nació en Rosario, Argentina, en 1928, era un guerrillero internacionalista, político y médico. Se graduó de medicina en la Universidad Nacional de Buenos Aires en 1953.Desde joven se dedicó a viajar por América del Sur, poniéndose en contacto con las desgracias de los desposeídos. Arriba a Cuba, en la expedición del Yate Granma en 1956 junto a Fidel. Por su bravura encabeza la columna Ciro Redondo, que tomo la ciudad de Santa Clara. Al Triunfo de la Revolución es nombrado director del Banco Internacional y Ministro de Industrias. Deja atrás los cargos y a la familia para participar en la lucha insurreccional en el Congo. Es el jefe del grupo guerrillero que viaja a Bolivia, donde muere asesinado en 1967. El Guerrillero Heroico era un torbellino incansable, machetero, obrero, diplomático, ministro, como embajador de la verdad. Su vida trascendió brindando los más nobles sentimientos de rebeldía, honestidad y solidaridad.
Dos héroes de todos los tiempos, ambos se caracterizan por una voluntad a toda prueba, un valor extraordinario y un profundo sentido de la dignidad y humanismo.