Protegerse hoy, si se sopesa en el desequilibrio que a todo le pone la balanza de la oferta y la demanda, depende casi más del peso en el bolsillo que de la voluntad individual de evitar enfermedades.
Al menos, resulta así para quienes apuestan por las relaciones sexuales protegidas y deben sortear desde hace algunos años la misma disyuntiva ante la dilatada extinción de los condones en la red de farmacias: ¿sexo desprotegido o preservativos a sobreprecio?
Fuente:http://www.cubadebate.cu/especiales/2023/07/04/precios-sin-condon/