Caterine Ibargüen es el mejor ejemplo de la importancia de perseverar. La mujer que hoy admira a toda Colombia, venció el obstáculo de la pobreza para lograr el sueño de estar entre las mejores atletas del mundo. La medalla de oro que acaba de ganar en el Mundial de Atletismo en Moscú con un triple salto de 14,85 metros estaba, no solo entre sus sueños, sino entre sus planes, envió un mensaje desde Moscú: “Trabajé para darle esta historia a mi país. Espero que les haya gustado”.
De procedencia humilde se esforzó y fue trazando su camino la que la llevó a Puerto Rico en el 2008, donde también estudió Enfermería mientras seguía con sus entrenamientos.
