Radioterapia Intraoperatoria: Una batalla cubana contra el cáncer

Por Dr. Josué de la Torre Pupo

El cáncer constituye un serio problema de salud en el mundo donde cada año se diagnostican 11 millones de nuevos casos y 7 millones de pacientes fallecen por esta causa, mientras 25 millones conviven con la enfermedad.

Un único tratamiento de alrededor de 2 minutos de radioterapia intraoperatoria reemplaza seis semanas de radioterapia postoperatoria estándar.

Datos estimados de Globocan y del Registro Nacional de Cáncer de Cuba ubican en 42 530 el número de nuevos pacientes diagnosticados en nuestro país en el año 2015. La mortalidad esperada para ese período rondaría los 26 300 casos y de ellos 8 699 tendrían menos de 65 años cuestión adversa en un país en que la expectativa de vida es de 78 años, mientras la mortalidad infantil es inferior a 5 por cada 1 000 nacidos vivos, la mortalidad por enfermedades infecciosas (incluyendo el SIDA) se comporta por debajo de 10 por cada 100 000 habitantes, la mortandad por enfermedades del corazón y cerebro-vasculares también ha ido en descenso; con estos números en la mente se hace fácil comprender por qué el cáncer constituye hoy, en Cuba, la primera causa de muerte, de años de vida potencialmente perdidos y el principal obstáculo para superar la expectativa de vida de nuestra población.

El cáncer es un grupo de múltiples y disímiles enfermedades, quizás el más amplio y el de más integral manejo, puesto que ningún órgano está exento de desarrollarla por lo que el abordaje multidisciplinario es fundamental para su control. Constituye una enfermedad que involucra a todas las especialidades médicas. Además en su etiología influyen elementos tan variados como causas genéticas, traumáticas, ambientales e infecciosas. Implica un alto costo monetario, de recursos y emocional.

Una vez que la enfermedad se ha establecido se impone el tratamiento oncoespecífico que incluye, entre otras modalidades, la cirugía, la quimioterapia, la inmunoterapia, la hormonoterapia, la radioterapia y más frecuentemente la combinación de las anteriores con la que, en general, se obtienen los mejores resultados en el control de la enfermedad.

La mejor opción, desde el punto de vista temporal de estas combinaciones se logra con la radioterapia intraoperatoria, la cual consiste en la administración en una sola sesión de altas dosis de radioterapia con electrones de forma directa sobre el lecho tumoral durante la cirugía mediante la utilización de Aceleradores Lineales de Partículas Móviles (LINAC).

Consciente del desafío que enfrenta y a tono con las prioridades y necesidades de la población, el Estado cubano envió a un grupo de especialistas del Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología (INOR) y del Centro de Investigaciones Médico-Quirúrgicas (CIMEQ) a entrenarse en este proceder a la vez que adquiría el equipamiento necesario con el fin de introducir esta modalidad terapéutica en el país.

El objetivo se cumplió pues en la primera semana del mes de marzo pasado en el INOR y el CIMEQ se aplicaron los primeros tratamientos; ambos en pacientes afectadas por malignidades de la mama. La introducción de esta técnica en nuestro país supone un grupo de ventajas y beneficios que a continuación enumeramos:

Ventajas operatorias y clínicas

Un único tratamiento de alrededor de 2 minutos de radioterapia intraoperatoria reemplaza seis semanas de radioterapia postoperatoria estándar. El aumento del tiempo quirúrgico y anestésico es despreciable.

Gracias a la radioterapia intraoperatoria es posible alcanzar dosis totales elevadas sin aumento del riesgo de dañar tejidos sanos y con igual supervivencia.

Se reduce la lista de espera de los aceleradores lineales y de las bombas de 60 Cobalto lo que mejora el flujo de trabajo y la eficacia de los departamentos de radioterapia.

La efectividad de la radioterapia aumenta cuando se administra en el momento de la extirpación del tumor tal como ocurre con este proceder.

El sistema garantiza el enfoque visual y táctil del tumor, la homogeneidad de la dosis y la protección de corazón, piel y pulmones.

Permite, además, iniciar antes la quimioterapia.

Ventajas sociales y de confort del paciente

Menor número de sesiones de radiación.

Menos viajes al departamento de radiación oncológica.

Desaparece la implicación emocional de un paciente que tiene que esperar, a veces varios meses, su primera sesión de radioterapia.

Disminuye la incomodidad de que el paciente tenga que desplazarse a menudo acompañado por familiares, teniendo que recorrer muchos kilómetros, con los consiguientes gastos en combustible, alquiler de autos, contribuyendo al tráfico y a la contaminación.

Nosotros estimamos que una paciente sometida a 25-30 sesiones de radioterapia convencional de lunes a viernes por 5-6 semanas residente en las provincias de Mayabeque o Artemisa recorre 3 000 km en promedio para recibir el tratamiento en el CIMEQ. Con esta nueva terapéutica la paciente acude solo una vez al hospital a recibir la radioterapia.

Ventajas económicas

Comparado con las instalaciones fijas el precio de compra de un sistema de terapia de radiación Intraoperatoria es inferior en más de un 70%. Los costes de mantenimiento también son menores.

La irradiación en una sola dosis permite que los departamentos de oncología concentren su actividad en procedimientos de irradiación más complejos como los que a corto plazo se comenzarán en nuestro país.

Una sesión de radioterapia intraoperatoria implica al personal durante 10 a 15 minutos, frente a los 30-40 minutos de un tratamiento de radiación externa.

En una sesión solamente se emplean 2 trabajadores (oncólogo y físico-médico).

No se hace necesario el uso de inmovilizadores termoplásticos.

Paulatinamente introduciremos esta técnica en el tratamiento de otros tumores como los de estómago, páncreas, recto, sarcomas por solo citar algunos ejemplos. Nuestro gobierno está inmerso en la adquisición de tecnología y equipamiento de punta que permita un mejor control del cáncer, pero no podemos olvidar que la batalla contra este flagelo comienza con su prevención.

Sobre este y otros temas estaremos comentando más adelante.

La radioterapia intraoperatoria consiste en la administración en una sola sesión de altas dosis de radioterapia con electrones de forma directa sobre el lecho tumoral durante la cirugía mediante la utilización de Aceleradores Lineales de Partículas Móviles (LINAC)

Gracias a la radioterapia intraoperatoria es posible alcanzar dosis totales elevadas sin aumento del riesgo de dañar tejidos sanos y con igual supervivencia.

 

Tomado de Cubadebate