Por: Danae González del Toro, diario Granma.
El uso de los avances tecnológicos en función de la sociedad y su implementación en distintos ámbitos como la medicina, se convirtió en uno de los objetivos primordiales del Instituto Central de Investigación Digital (ICID), con el propósito de garantizar el bienestar del pueblo cubano.
Dedica al desarrollo de la electrónica médica en la Mayor de las Antillas, la entidad pertenece al Grupo Empresarial Biocubafarma, que agrupa a la industria farmacéutica, biotecnológica y de equipos médicos en la Isla.
El ICID fue fundado en 1969 como una planta piloto llamada, en sus inicios, Centro de Investigaciones Digitales. Su primer propósito fue desarrollo de una minicomputadora. Luego de un año, y con un pequeño grupo de jóvenes entre ingenieros y alumnos de la Universidad de La Habana, se crea la primera minicomputadora digital cubana CID-201.
Posteriormente con el perfeccionamiento de la tecnología, se crearon nuevos modelos, además de algunos periféricos como teclados, video-terminales, así como también sistemas operativos y súper lenguajes de programación.
En 1983 comienzan las primeras investigaciones aplicadas a equipos médicos y dos años más tarde se introduce en hospitales cubanos el primer electrocardiógrafo digital CARDIOCID-PC.
SUSTITUCIÓN DE IMPORTACIONES
Investigar, desarrollar, producir, comercializar e instalar equipos electrónicos, así como módulos, accesorios y aplicaciones informáticas destinados a la medicina y la biotecnología, ha guiado al ICID a contar con personal altamente calificado.
Los productos fabricados en el centro se agrupan bajo la marca comercial COMBIOMED, que es además la empresa de comercio exterior del ICID, con derechos exclusivos para la venta de sus equipos en el extranjero.
En 1991 comienza la exportación de los primeros equipos médicos basados en la computadora CARDIOCID M.
Israel Zayas, vicepresidente comercial de esta institución, expresa a Granma Internacional: «Se exporta fundamentalmente a América Latina, a países tales como México, Venezuela, Ecuador, Colombia y Brasil. También se logró una venta en el continente africano, específicamente en Angola, y estamos tratando de captar otros mercados internacionales».
En Cuba, los suministros se dirigen principalmente al Ministerio de Salud Pública y algunas centros sanitarios como Clínica Central Cira García, el Centro de Investigaciones Médico-Quirúrgicas (Cimeq); Centro Internacional de Salud La Pradera; la clínica del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación; y el Centro Internacional de Restauración Neurológica (CIREN).
«Los costos nuestros con respecto a los equipos del mercado internacional tienen una diferencia bastante grande. El valor de un equipo fabricado en Cuba es un 40 % menor que cualquiera en el mercado internacional. Además garantizamos el suministro de las piezas de repuesto, con lo cual contribuimos a la sustitución de importaciones», agrega Zayas.
LÍNEAS DE NEGOCIOS
Las investigaciones se desarrollan en cooperación con organismos de la salud pública cubanos entre los que figuran el Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular, el Centro Provincial de Urgencia Médica de La Habana, el Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología y el Cardiocentro William Soler, entre otros.
El ICID impulsa una línea de investigación cardiológica, la principal de sus investigaciones. Ésta se divide en dos áreas fundamentales, diagnóstico y rehabilitación, para las cuales se brindan equipos específicos destinados a los hospitales del país, entre los que se encuentran los electrocardiógrafos, el registrador electrocardiógrafo
(ECG) portátil, el sistema para pruebas de esfuerzo cardiorespiratorias (ERGOCID AT-PLUS), desfibriladores y monitores bifásicos.
El Vicepresidente comercial del ICID indica que para el correcto desarrollo de este segmento incorporan algunos accesorios adquiridos en el mercado internacional con el fin de brindar un servicio de mayor calidad.
Exp
lica que también se brinda el servicio de mantenimiento y se garantizan las piezas de repuesto y el personal especializado de este trabajo.
Destaca que el ICID cuenta con dos fábricas, la planta de producciones mecánicas y la de producciones electrónicas. En la primera se elaboran los componentes mecánicos que conforman los equipos médicos, empleando para ello una amplia gama de maquinaria y herramientas de alta tecnología.
«En la segunda se ejecuta el montaje de las tarjetas y se prueba su funcionamiento, a la vez que se ensamblan los equipos, así como su embalaje y preparación final para luego ser almacenados en espera de su destino final», agrega.
Los equipos que se fabrican en el centro cumplen con las normas internacionales ISO 13485 e ISO 9001 para su comercial
ización, así como la certificación del Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED), equivalente a la certificación de la Comunidad Europea y la Administración Federal de medicamentos de los Estados Unidos, afirma.
El ICID ha sido merecedor de diversos premios por la calidad de sus productos, tales como el Premio al exportador, otorgado por el antíguo Ministerio de la Industria Sidero Mecánica y la Electrónica; y el Premio Nacional de Diseño entregado por la Oficina Nacional de Diseño Industrial, entre otros.