La asociación de la obesidad con la COVID-19

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Boletín Científico del Cimeq. 2020 Jun 15; 1 (13): 5

Osvaldo Aguilera BatistaORCID iD icon1

1Unidad Municipal de Higiene y Epidemiología, Municipio Cacocum, Holguín

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Diversos estudios científicos realizados hasta el presente han documentado la asociación de peores evolución y pronóstico de la COVID-19 cuando coexisten con enfermedades crónicas no transmisibles, como la diabetes mellitus, hipertensión arterial, insuficiencia renal crónica y obesidad.

Esta última afección se define cuando se documenta la presencia de un índice de masa corporal (IMC) mayor de 30 kg/m2. En el mundo se estima que existen cerca de 650 millones de personas obesas, y este hecho ha motivado a que la Organización Mundial de la Salud, se pronuncie como uno de los 10 principales riesgos para la salud del mundo.

Existen diversas teorías que intentan explicar el vínculo entre la obesidad y el mayor riesgo de evolución a las formas graves de la COVID-19. Una de estas evidencias parte del pasado brote de H1N1 donde se comprobó que los pacientes obesos poseían menor protección contra la influenza, a pesar de haber sido inmunizados contra esta afección viral.

Diversas explicaciones se les ha dado al elevado riesgo en los enfermos obesos frente a la actual pandemia de la COVID-19. Dentro de estas se pudiera empezar por vincularlo con la alteración de la mecánica respiratoria que predispone a las infecciones respiratorias y la necesidad de soporte ventilatorio, sin olvidar que en los obesos se hace más difícil el proceso de intubación.

Datos preliminares aportados de un estudio realizado en Shenzhen y New York, ubicados en China y EE.UU., respectivamente, arrojaron mayor riesgo de desarrollar neumonía en pacientes obesos.

En 383 pacientes de Shenzhen con la COVID-19, el sobrepeso y la obesidad se asociaron con el 86 y 142 % de riesgo de desarrollo de neumonía grave, si se compara con los pacientes que tienen un peso normal. En Estados Unidos, por su parte, el estudio realizado en Nueva York en 4 103 pacientes infectados con el SARS-CoV-2 se concluyó que el segundo predictor más fuerte de hospitalización fue el IMC >40 kg/m2 : El primer factor de riesgo lo constituyó la edad avanzada.

Otro estudio en Lille, Francia reportó como la necesidad de ventilación mecánica invasiva en pacientes con la COVID-19 se asoció a un IMC mayor de 35 kg/m2.

Los obesos generalmente se asocian a otras alteraciones como la hiperglucemia un factor de riesgo conocido en la infección por el SARS-CoV-2. El tejido adiposo libera diversas citocinas inflamatorias —dentro de ellas las más importantes son el TNFα (factor de necrosis tumoral alfa) y las IL-1 (interleucina-1), IL-6 (interleucina-6) e IL-10 (interleucina-10). De estos mediadores inmunológicos las tres primeras son conocidas como la «tríada inflamatoria», que juegan, además, un papel fundamental en la fisiopatogenia de la tormenta de citoquinas.

Los niveles elevados de TNFα en la obesidad indican su papel en la inflamación tisular y particularmente en la insulinoresistencia y la diabetes.

La IL-1 puede llevar a la activación de factores de transcripción como NF-kB (factor nuclear kappa B), el cual promueve una sobrexpresión de señales sobre VEGF (factor de crecimiento vascular endotelial). Los niveles elevados de IL-6, por su parte, juegan un papel en la inflamación asociada a la carcinogénesis por la vía JAK/STAT (señal quinasa de Janus/transductor y activador de la transcripción).

La liberación de todas estas citocinas referidas previamente trae como consecuencia hipoxia e isquemia en el tejido adiposo. Un fenómeno que conduce al estrés oxidativo con la liberación de radicales reactivo de oxígeno que daña la funcionalidad mitocondrial.

Otro producto de liberación del tejido adiposo es la leptina, la cual actúa como regulador mayor en la ingestión de comida y de la homeostasis energética. Se ha sugerido que la resistencia a la leptina pudo haber agravado el brote de H1N1 durante el 2009 si tenemos en cuenta que ejerce un efecto positivo sobre la maduración, desarrollo y función de las células B.

Todas estas explicaciones, si bien aún presentan limitaciones en cuanto a los estudios, intentan explicar el nexo entre la obesidad y la COVID-19. Son elementos que ineludiblemente nos proporcionan mayores elementos a la hora de evaluar a pacientes obesos con la COVID-19.

Bibliografía

Stefan N, Birkenfeld AL, Schulze MB, Ludwig DS. Obesity and impaired metabolic health in patients with COVID-19. Nat Rev Endocrinol. 2020; https://doi.org/10.1038/s41574-020-0364-6

Michalakis K, Ilias I. SARS-CoV-2 infection and obesity: Common inflammatory and metabolic aspects. Diabetes Metab Syndr. 2020 July-August; 14(4): 469–471. Published online 2020 Apr 29. https://doi.org/10.1016/j.dsx.2020.04.033

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