Boletín Científico del Cimeq. 2020 May 18; 1 (9): 8
Mónica Galindo Estevez1, Carmen Adela Brito Portuondo1.
1Centro de Investigaciones Médico Qurirúrgicas, La Habana, Cuba.
Se ha descrito asociación entre la forma grave de la COVID-19 y la presencia de coagulación intravascular diseminada (CID). Esta última condiciona un peor pronóstico y aumento de mortalidad.
Por esta razón se recomienda la anticoagulación en pacientes con esta condición. Sin embargo, su eficacia no había sido validada.
La Sociedad Internacional de Trombosis y Hemostasia (ISTH) propuso una escala de identificación precoz de la CID asociada a la sepsis, denominada «coagulopatía inducida por la sepsis» (SIC, siglas del inglés sepsis-induced coagulopathy), que indicaría el uso de terapias anticoagulantes.
La escala SIC incluyen el tiempo de protrombina (TP), recuento plaquetario y escala de valoración secuencial de daño de órgano (SOFA).
En un artículo reciente auspiciado por la Sociedad Española de Medicina Geriátrica y publicado en la revista Journal Thrombosis Haemostasis presento los resultados de un estudio retrospectivo realizado en 1786 pacientes ingresados con la COVID-19, (1 enero – 13 febrero del 2020). Las conclusiones vertidas corroboran que el uso de heparina se asoció con un mejor pronóstico en pacientes con la forma grave de la COVID-19.
Esto ha llevado a que se incorpore o apoye dicho tratamiento en la mayoría de protocolos terapéuticos actuales para tratar a la enfermdad causada por el SARS-CoV-2.
Bibliografía
Baeza Monedero ME, Oñoro Algar C. El tratamiento anticoagulante se asocia con una disminución de la mortalidad en la enfermedad grave por COVID-19 en pacientes con coagulopatía. Soc Esp Med Ger. 2020 (18 Abr)