Las infecciones comunitarias (Infecciones Respiratorias Agudas y las Enfermedades Diarreicas Agudas) son la causa principal de la atención médica infantil, la tercera causa de muerte en niños/as menores de un año y la segunda entre niños/as de edad preescolar. El treinta y seis por ciento (36%) de las muertes de niños menores de cinco años ocurren en el periodo neonatal, es decir, en las primeras cuatro semanas de vida, representando más de 3,5 millones de muertes al año. Aproximadamente 1 millón de estas muertes ocurren como consecuencia de infecciones durante la primera semana de vida, siendo un buen porcentaje de ellas prevenibles. En Cuba se desarrolla, hace varias décadas, un programa de inmunización que incluye 11 vacunas que protegen contra más de trece enfermedades infecciosas.
La mayoría de los procesos infecciosos en los niños ocurren en las edades tempranas de la vida, período en que el desarrollo de los sistemas de defensa del organismo son aún insuficientes. Desde que nace un bebé, procurar que crezca saludable es uno de los objetivos principales para los padres. Para conseguirlo es esencial vigilar su salud desde el principio y tener los consejos de los especialistas, así se podrán afrontar con normalidad los ciclos de enfermedad de los niños.
Como principal medida de prevención de infecciones, recomendamos la higiene de las manos, utilizando la técnica correcta para remover bien todos los gérmenes y no se los puedan pasar, ya sea tocándose la boca, la nariz o los ojos. También, es muy importante vacunar a sus hijos contra todas las enfermedades de origen infeccioso que pueden prevenirse, la familia debe conocer la frecuencia para acudir al vacunatorio con su bebé y recibir la dosis de la vacuna que le corresponda.
Un cuidado ideal incluye además una buena higiene dental, el uso adecuado de fluoruros, cepillado de dientes y las revisiones periódicas con el dentista, muchas veces se olvida que al niño hay que llevarlo a revisión con el dentista, inclusive antes de que le aparezcan sus dientes. Saber que cuando los niños están juntos, existe la posibilidad de que se propaguen las enfermedades. Esto es el caso en especial de los bebés y los niños pequeños que suelen limpiarse la nariz con las manos o frotarse los ojos y luego agarran los juguetes de uso común o tocan a otros niños.
La familia debe limitar el número de visitas, esto es especialmente importante si los que acuden a ver al bebé están resfriados o han estado enfermos en los días previos. Evitar los sitios con aglomeraciones de gente y con escasa ventilación (transporte público, centros comerciales, otros…) y la exposición al humo del tabaco se ha relacionado con empeoramiento de cuadros respiratorios en los niños pequeños como es el caso de la bronquiolitis.
Los niños deben dormir en habitaciones separadas. Es también recomendable que acostumbremos a los hermanos mayores a realizar lavado de manos y a no besar al bebe de cintura para arriba, sobre todo si están o han estado enfermos en días previos. Garantizar una alimentación saludable, con lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida y complementada con otros alimentos hasta los dos años y más, evitará las infecciones y mejorará la evolución de nuestros niños, si enferman.
Si el niño enferma o tiene algún cambio en su comportamiento, acudir oportunamente al médico, esto evita complicaciones de su estado de salud.
Dra. Olga Lidia Revilla Vidal