El turquesa, es un color azul verde semiclaro, y recibe su nombre de la gema turquesa. Este color es el que representa internacionalmente el Cáncer de Ovario, una enfermedad que afecta a miles de mujeres anualmente en todo el mundo, poniendo en riesgo su vida, no solo por lo agresivo, sino por su tardío diagnóstico, ya que sus síntomas suelen confundirse con molestias comunes, lo que retrasa su detección. Solo en el 20% de los casos se detecta en etapas iniciales.
Pero ¿qué son los ovarios? Son glándulas sexuales femeninas, que pertenecen al sistema reproductor, se encuentran ubicadas en la pelvis, uno a cada lado (ovario izquierdo y ovario derecho), en ellos se producen las hormonas femeninas (estrógenos y progesterona) y los óvulos (cada mes si el óvulo no es fecundado, se desprende y sale del cuerpo en forma de menstruación, pero si es fecundado por el espermatozoide se convierte en embrión, quedando embarazada la mujer) y es en este lugar, donde se pueden desarrollar tumoraciones que pueden resultar benignas o malignas.
Desde el año 2013 quedó establecido el 8 de mayo, para la conmemoración del Día Mundial del Cáncer de Ovario, una fecha dedicada a visibilizar la enfermedad. Este día busca sensibilizar sobre la importancia del diagnóstico temprano, promover la investigación y ofrecer apoyo a quienes luchan contra esta afección. Por ello, la educación y la difusión de información son herramientas clave para salvar vidas.
Los síntomas de la enfermedad pueden ser sutiles y fáciles de ignorar. Entre los más recurrentes destacan: hinchazón abdominal persistente, dolor pélvico o abdominal, saciedad rápida al comer, necesidad frecuente de orinar, cambios en el ciclo menstrual, diarrea o estreñimiento, flatulencias, pérdida del apetito, náuseas y vómitos. Aunque estos signos pueden asociarse a otras afecciones menos graves, como una colitis, es crucial consultar a un médico si persisten por más de dos semanas. La detección temprana mejora significativamente las posibilidades de éxito en el tratamiento, por lo que escuchar al cuerpo y actuar a tiempo marca la diferencia.
Esta enfermedad, no tiene una causa única identificada, pero se asocia a factores genéticos, hormonales y ambientales, como son la edad mayor de 50 años, menstruación temprana (antes de los 12 años), menopausia tardía, nuliparidad, tratamientos para infertilidad, ovario poliquístico, antecedentes familiares de cáncer de ovario, mama o colon, además de posible exposición a sustancias tóxicas como el asbesto, también se asocia a obesidad y hábitos tóxicos como el tabaquismo.
Aunque no existe una formula exacta en la prevención del cáncer de ovario, ciertas medidas generales contribuyen a la prevención: mantener un peso saludable, llevar una dieta equilibrada rica en frutas y verduras, evitar el consumo de tabaco e ingerir bebidas alcohólicas con moderación o no hacerlo.
En cuanto a las específicas están la realización de chequeos ginecológicos regulares, especialmente para mujeres pos menopáusicas o con factores de riesgo y el tamizaje de pruebas genéticas en mujeres con antecedentes familiares de cáncer de mama, ovario o colon para identificar mutaciones como el gen BRCA. Además, el uso de anticonceptivos orales en mujeres con riesgo genético o sin planes de embarazo, se asocia a un menor riesgo de desarrollar la enfermedad.
Este 8 de mayo, vistamos de turquesa, color que simboliza esta causa, recordando que la esperanza es una aliada invencible. La conciencia salva vidas: hablemos de síntomas, fomentemos la prevención y apoyemos a quienes lo necesitan.
En conclusión, la lucha contra el cáncer de ovario requiere la unión y el apoyo de toda la comunidad. A las mujeres que enfrentan este diagnóstico, recordarles que no están solas; cada paso, por pequeño que sea, es un acto de valentía y esperanza. A los familiares y amigos, su apoyo emocional es un pilar fundamental para fortalecer a quienes enfrentan esta enfermedad y para romper el silencio que aún rodea al cáncer de ovario. Juntos, podemos crear conciencia y promover acciones preventivas que marcan la diferencia. Porque en la unión está la fuerza, y cada acción cuenta para construir un futuro donde esta enfermedad sea solo un capítulo del pasado. ¡La prevención empieza hoy y cada día es una oportunidad para cuidar nuestra salud!
Dra. Vivian Ruiz Guerrero
Especialista ENT