Cada 28 de abril, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) conmemora el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, una fecha clave para reflexionar sobre la importancia de entornos laborales seguros y saludables. En 2025, bajo el lema “Revolucionar la salud y la seguridad: el papel de la Inteligencia Artificial y la digitalización en el trabajo”, se destaca cómo las nuevas tecnologías están redefiniendo los paradigmas de protección laboral. Este enfoque resulta especialmente relevante en un contexto donde la transformación digital ha modificado sustancialmente las formas de trabajar, desde el auge del teletrabajo hasta la proliferación de plataformas laborales digitales.
La inteligencia artificial se ha convertido en un aliado estratégico para la prevención de riesgos. Dispositivos como pulseras inteligentes permiten monitorear en tiempo real indicadores clave de salud, como la fatiga o la frecuencia cardíaca, particularmente útiles en entornos industriales. Más allá de la monitorización inmediata, la IA predictiva analiza patrones históricos para anticipar posibles accidentes, como caídas en construcción, generando alertas preventivas que pueden salvar vidas. Complementariamente, la realidad virtual está revolucionando la formación en seguridad, permitiendo a los trabajadores enfrentar simulaciones de situaciones peligrosas desde manejo de químicos hasta incendios sin exponerse a riesgos reales. Según estimaciones de la OIT, la implementación masiva de estas tecnologías podría reducir hasta en un 40% los accidentes laborales graves.
Esta revolución tecnológica no se limita a la prevención de riesgos físicos. El bienestar emocional de los trabajadores también se beneficia de herramientas digitales innovadoras. Plataformas especializadas ofrecen recursos como meditaciones guiadas para combatir el estrés laboral, factor que según estudios representa cerca del 30% de las bajas médicas en Europa. Paralelamente, sistemas avanzados de IA son capaces de detectar patrones de lenguaje que podrían indicar situaciones de acoso en comunicaciones digitales, contribuyendo así a crear ambientes laborales más respetuosos e inclusivos. En el ámbito del teletrabajo, soluciones de ergonomía asistida por inteligencia artificial analizan las posturas y sugieren ajustes para prevenir lesiones musculoesqueléticas, demostrando cómo la tecnología puede adaptarse a los nuevos escenarios laborales.
Sin embargo, este panorama prometedor no está exento de desafíos. La implementación de estas tecnologías plantea cuestiones críticas sobre privacidad de datos y protección de la información personal de los trabajadores. Además, la brecha digital puede convertirse en un obstáculo para la equitativa adopción de estas soluciones. No obstante, cuando se aplican con criterio ético y respeto por los derechos laborales, estas herramientas representan un avance sin precedentes en la protección de los trabajadores.
El futuro de la seguridad y salud en el trabajo pasa necesariamente por la integración inteligente de tecnología y humanidad. La digitalización bien aplicada no busca reemplazar los protocolos tradicionales, sino potenciarlos, creando entornos laborales más seguros, saludables y productivos. Como profesionales comprometidos con la excelencia laboral, tenemos la responsabilidad de adoptar estas innovaciones manteniendo siempre como norte el bienestar integral de las personas. En este camino hacia la excelencia en seguridad laboral, recordemos que la tecnología más avanzada solo cumple su propósito cuando está al servicio de la dignidad humana y del desarrollo profesional pleno.
El desafío está planteado: aprovechemos el potencial de la revolución digital para construir entornos de trabajo donde la seguridad, la salud y el bienestar sean pilares fundamentales del éxito organizacional.
Dra. Vivian Ruiz Guerrero
Especialista de ENT