El 26 de enero de cada año se celebra el Día Mundial de la Educación Ambiental, con la finalidad de concienciar a las personas acerca de la importancia de preservar y proteger el medio ambiente, no únicamente a nivel global, sino también a nivel local. Un antecedente esencial en la conmemoración de este día mundial lo constituye la Declaración de Estocolmo sobre el Medio Ambiente, proclamada en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente, celebrado el 16 de junio de 1972. Posteriormente, en el marco del Seminario Internacional de Educación Ambiental, celebrado en Belgrado del 13 al 22 de octubre de 1975, se proclamó como fecha de celebración de esta efeméride el día 26 de enero.
La educación ambiental es un aspecto primordial para entender la importancia de respetar el medio ambiente y contribuir a la conservación de los recursos naturales, para lograr sociedades sostenibles. Es fundamental cuidar los recursos naturales de nuestro planeta para que las futuras generaciones puedan disfrutar y vivir en un mundo mejor. Nuestro país asume y reconoce la importancia de la educación ambiental para el desarrollo, como elemento clave para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución Cubana (plan 2030), en aras de alcanzar un SOCIALISMO PRÓSPERO Y SOSTENIBLE. De igual manera, reconoce el amplio potencial científico en materia educativa como acervo cultural identitario de la pedagogía cubana, la cual contiene la base conceptual y metodológica de la educación ambiental en Cuba, que se sustenta en la experiencia práctica internacional y en una larga tradición para la implementación y desarrollo de procesos educativos ambientales en el territorio nacional.
La educación ambiental se concibe como un proceso permanente en el que los individuos y la colectividad cobran conciencia de su medio y adquieren los conocimientos, valores, competencias, experiencia y voluntad, capaces de hacerles actuar individual y colectivamente, para resolver los problemas actuales y futuros del medio ambiente. También busca sensibilizar a los gobiernos para que creen políticas que resguarden los entornos naturales y den soluciones a las problemáticas medioambientales.
Es de vital importancia revertir los daños ambientales y amenazas que afronta nuestro planeta, tales como el cambio climático, inundaciones, tala y poda indiscriminada, incendios forestales, extinción de especies de la flora y fauna, entre otras amenazas que pueden provocar daños a la salud humana, animal y a los ecosistemas. En Cuba la estrategia para el logro de la salud óptima de las personas, los animales, las plantas y el ambiente, aplicando el enfoque de «Una Salud» se realiza mediante acciones de prevención, control y respuesta rápida ante cualquier peligro, a través de la colaboración intersectorial y multidisciplinaria, desde las comunidades hasta el nivel nacional.
Es por ello que la educación ambiental juega un papel esencial para el conocimiento, aprendizaje y modelaje de conductas y acciones que favorezcan el entorno medioambiental. Es preciso entender que el medio ambiente no posee una fuente inagotable de recursos. La educación ambiental debe adaptarse a las necesidades de cada época dando respuesta a las crisis que afectan al planeta y al contexto local. En este sentido, la educación ambiental debe ser un proceso continuo y permanente.
La educación ambiental puede lograr que las personas y la sociedad vean los problemas ambientales en su vida cotidiana, motivándolos a buscar soluciones y promoviendo, de este modo, una actitud crítica, responsable y participativa.
MsC, Jorge Pulido Agüero.