La piel protege todo el cuerpo y ayuda a mantener la temperatura adecuada, además de que gracias a ella podemos disfrutar del sentido del tacto por eso es muy importante su cuidado y protección. Además de ser el órgano más grande del cuerpo, la piel es muy vulnerable a la exposición al sol y el calor. Es por ello que en verano requiere un cuidado más intenso para preservar su salud. Las altas temperaturas pueden inducir la deshidratación del organismo y, por tanto, también de la piel. Por otra parte, el organismo responde al calor con la sudoración y este exceso de humedad favorece las infecciones (pie de atleta) y las dermatitis. A ello hay que añadir el efecto de la radiación ultravioleta cuando existen prolongadas exposiciones al sol.
La piel de la cara, la cabeza, las axilas, las manos y los pies es ligeramente diferente a la piel en el resto de nuestro cuerpo. Nuestra cara es la parte más sensible del cuerpo y por supuesto a los rayos ultravioletas. Cuando no se cuida de la piel adecuadamente se producen enfermedades como cáncer de piel, eczema, envejecimiento y aparición temprana de arrugas, impétigo, infecciones, picazón, psoriasis y sarpullido.
Un buen cuidado de la piel y un estilo de vida saludable pueden ayudarte a retrasar el envejecimiento natural y prevenir diversos problemas. Una de las formas más importantes es protegerla del sol.
¿Sabes cómo cuidar la piel durante los meses más calurosos y soleados del año para que luzca hermosa, saludable y sana?
- Usa protector solar que tenga un factor de protección mayor de 30. No olvides las orejas, dorso de las manos, de los pies y cuello.
- Si estas nadando o sudando mucho, vuelve a aplicar el protector solar cada dos horas.
- Protege tu rostro con sombrero y gafas de sol.
- Bebe abundante agua para mantenerte hidratado, como mínimo 2,5 litros diarios.
- Evita el sol entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, cuando los rayos solares son más intensos. Busca lugares con sombra.
- Protege la piel con prendas de tejidos ajustados, mangas largas, gorras y sombreros.
- Mantén una alimentación saludable, rica en frutas y vegetales.
- No fumes. Fumar le da a tu piel un aspecto avejentado y contribuye a la formación de arrugas.
- Después de lavarte o bañarte, sécate el cuerpo con golpecitos con una toalla para que quede algo de humedad en la piel.