Cada 15 de febrero se conmemora el día internacional de lucha contra el cáncer infantil, es una de las principales causas de mortalidad entre niños y adolescentes en todo el mundo; cada año se diagnostica esta enfermedad aproximadamente a 280.000 niños entre 0 y 19 años.
El cáncer infantil es una patología que ataca en edades muy tempranas y que consiste en un crecimiento anormal de células malignas que se diseminan en el interior del cuerpo. Hasta ahora, no hay manera de saber qué lo provoca. El cáncer infantil comprende numerosos tipos de tumores, que se desarrollan en este grupo de población, los más comunes son: la leucemia, los linfomas y los tumores del sistema nervioso central.
Actualmente se ha transformado en una epidemia que afecta a un alto porcentaje de infantes en distintos lugares del planeta. Es una triste y lamentable realidad, que muchas veces pasa desapercibida, pero más común y cotidiana de lo que muchos se pueden llegar a imaginar.
Afortunadamente y gracias a los avances de la ciencia, muchos diagnósticos son realizados a tiempo y se logra sobrevivir, lo que representa una noticia esperanzadora ante una realidad muy dura de enfrentar.
Como una forma de expresar la valentía y heroísmo de todos estos pequeños pacientes, que no se rinden y luchan para seguir disfrutando el placer de estar vivos, se toma el Lazo Dorado como símbolo, comparando la fortaleza y resistencia de los pequeños con el oro. Instituciones públicas y privadas, grupos de la sociedad civil y el mundo académico, han empleado dicho símbolo para expresar su apoyo y solidaridad en esta lucha.
En Cuba se detectan alrededor de 300 y hasta 400 niños con cáncer cada año, para quienes se garantiza la atención médica rápida y oportuna en los centros destinados al tratamiento del cáncer pediátrico en el país.
Los niños son diferentes de los adultos por lo que, de manera general, es importante, tomar acción cuando se detecta cualquier signo o síntoma diferente de lo normal:
– Fiebre elevada e inespecífica.
– Sangrado frecuente por la nariz y las encías.
– Puntos o manchas rojas en la piel sin causa aparente.
– Dolor en huesos y articulaciones.
– Aumento de volumen en el cuello, axilas o ingle.
– Palidez, cansancio y fatiga sin causa aparente.
– Crecimiento inusual o rápido del abdomen.
La aparición de uno o varios de estos signos con persistencia de 2 o más semanas son motivos de alarma. Revisa periódicamente al niño y ante cualquier sospecha acude inmediatamente al médico de la familia o al hospital pediátrico más cercano.
Sugerencias que ayudan a disminuir el riesgo de desarrollar cáncer infantil:
– Brindar una lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses.
– Consumir ácido fólico durante el embarazo.
– Evitar exponerse a los rayos X durante el embarazo.
– Tener actualizado el esquema de vacunación de nuestros hijos.
– Evadir la exposición directa de hidrocarburos y pesticidas.
En la adolescencia es importante:
– Realizar ejercicio físico durante 30 minutos al día, al menos tres veces a la semana.
– Mantener una alimentación saludable, evitar los alimentos fritos y ahumados.
– Evitar la exposición al sol por tiempo prolongado y sin protección.
– Tener relaciones sexuales protegidas.
– Evitar el consumo de tabaco y alcohol.
¡Por una infancia y adolescencia feliz!