En enero de 1984 inició el plan del médico y la enfermera de la familia. Ya desde fines de 1983 el Comandante Fidel concibió la idea de proporcionar al sistema de salud cubano un galeno de nuevo tipo, que brindara asistencia personalizada a cada individuo, haciendo énfasis en la mujer embarazada, cuidar sus riesgos, su evolución y el resultado del parto; luego seguir al niño en su desarrollo y comportamiento en el hogar y la escuela y, ya adulto, velar por su sano desempeño en su vida familiar y social, además de garantizar que reciba la debida atención durante la vejez. Este proyecto arriba este mes a su 38 Aniversario.
A lo largo y ancho de la isla realizan una labor integral al considerar la unidad de lo preventivo, lo curativo, lo biológico, lo psicológico y lo social. El desarrollo de la medicina familiar en Cuba y la implementación de este programa han permitido elevar los indicadores de salud de la población a través de acciones de promoción, prevención, diagnóstico y tratamiento oportunos en la comunidad, así como la rehabilitación, incluyendo los aspectos sociales e higiénico-sanitarios.
A 38 años de la creación de este programa, su fortalecimiento ha sido evidente: en todo el territorio nacional existen 11 mil 432 consultorios del médico y enfermera de la Familia y 449 policlínicos.
En los tiempos actuales donde la pandemia de COVID-19 se ha convertido en el centro alrededor del cual giran nuestras vidas, estos trabajadores de la salud han estado al pie de la batalla, con el valor y la paciencia para aconsejarnos en las mejores maneras de mantenernos lo más alejados posible del virus, o si por pesar, somos infectados, ellos nos guían en el camino para una adecuada recuperación. Asimismo han sido los encargados de la vacunación que nos hace menos vulnerables a la infección.
Gracias a todos ellos, a su dedicación y al apoyo que le brindan a sus pacientes. Prosalud desea que llegue a cada uno la más sincera felicitación, y que continúe indetenible en el tiempo su encumbrada labor.