Cada individuo que pertenece al grupo de personas mayores, vive y tiene múltiples experiencias que son diversas y no pueden unificarse; sin embargo todavía se considera este momento como el ocaso de la existencia, y se tiende a destacar solo la pérdida de habilidades y la disminución o desaparición de capacidades.
En el 2015 la OMS introduce el término envejecimiento saludable y lo define como el proceso de fomentar y mantener la capacidad funcional que permite el bienestar en la vejez. Vemos que se le confiere importancia no sólo a considerar estrategias que contrarresten las pérdidas asociadas con la edad avanzada, sino también que refuercen la recuperación, la adaptación y el crecimiento psicosocial. Por lo tanto, dicha organización valora este concepto en un sentido amplio, basado en el curso de la vida y en perspectivas eficaces.
Las personas que cumplan más de 50 años deben tener presente su preparación, ser capaces de hacer y disfrutar durante el máximo tiempo posible las cosas a las que proporcionan mayor valor. Es preciso conocer y ocuparse de los ciclos vitales de gran importancia en esta etapa como son la jubilación, la menopausia, la andropausia, la soledad que aparece a partir de ciertas edades, algunas incapacidades derivadas de enfermedades, entre otras.
Se ha de tener en cuenta la gran heterogeneidad y diversidad del colectivo de gente mayor: algunos tienen el nivel funcional de una persona de 30 años; (se visualiza en la forma de vestir, de llevar el cabello, utilizan medios de transporte como bicicletas, salen de compras, son muy independientes de sus familias), mientras que otros (usan vestimentas y peinados mucho más formales, su movilidad es de cansancio y arrastran los pies, son dependientes y necesitan asistencia permanente para actividades cotidianas básicas).
Por ello es importante tener en cuenta todas aquellas circunstancias que favorezcan el compromiso y la colaboración de cada quien, logrando incrementar la capacidad e interés de intervenir activamente en la sociedad. Todas las acciones y proyectos que se planifiquen es conveniente realizarlos de forma amena, inclusiva y divertida, facilitando la interacción entre los asistentes, flexibilizando, motivando la asistencia de los mismos; integrándolos en el análisis de la realidad y el diseño metodológico de la acción a planificar.
Los formatos de educación popular y fomento de la participación en grupo, ejercen una fuerza importante de cohesión y refuerzo. Los seres humanos en gran medida necesitan tener el sentido de pertenencia, por lo que es una condición que actuará a favor de cualquier tipo de actividad o proyecto.
Cada día que pase, cada pequeño momento que se viva, está en nuestras manos transformarlo para que forme parte del tesoro que nos hará arribar y aceptar cada nueva etapa como lo que realmente es: el mayor regalo que la vida nos ofrece.
Autora: MSc. Nancy Herrera Achón