La Organización Mundial de la Salud propone cada 16 de septiembre como Día Mundial del Consumo Responsable de Bebidas Alcohólicas. Este día pretende sensibilizar a todos en la prevención de un problema de salud a nivel global como lo es la adicción al consumo de Alcohol. Por supuesto que la principal característica del alcoholismo es la dependencia física de esta sustancia, que se traduce en la fuerte necesidad de ingerir alcohol sin que exista un control que límite un consumo cada vez más incrementado. Pero como cualquier enfermedad adictiva, es mucho más compleja y con múltiples causas y determinantes.
En la generación de esta adicción se integran factores predisponentes, como la asimilación de patrones negativos de conducta que se producen de padres a hijos, y se reproducen en el entramado cultural, que legitima el consuma el consumo del alcohol como una característica idiosincrática o que constituye una forma más rápida y directa de divertirse y evadirse de la realidad.
El alcoholismo también tiene fuertes factores de génesis social y económica, aunque puede afectar a personas de diferentes estratos sociales y económicos. Se hace importante señalar que por lo general el consumidor de alcohol cree que lo tiene todo bajo control, pero el consumo mantenido va afectando de manera creciente sus ámbitos familiar, laboral y social, hasta llegar a aislarlo y sumirlo en una situación de abandono y rechazo total de donde, muchas veces, no se puede escapar a tiempo.
A nivel mundial y también en Cuba, se habla de un consumo responsable, mediado por la capacidad de contribuir al propio cuidado de la salud y la responsabilidad de asumir conductas saludables, que nos protejan de riesgos como la iniciación temprana en el consumo de alcohol, casi siempre asociado a actividades sociales.
Un aspecto vital para la recuperación de las personas dependientes del consumo de alcohol es la toma de conciencia de la situación real en que se encuentran, la asimilación de la realidad se torna en un paso indispensable en el camino de un cambio efectivo en su vida. A partir de allí es importante que se busque ayuda dentro del sistema de salud y los diferentes mecanismos de respuesta, como puede ser a través de la Línea de Apoyo Psicológico 103, los Servicios de Salud Mental con sus servicios de deshabituación y los Grupos de Alcohólicos Anónimos.
La pertinencia de proponer visibilizar jornadas como estas radica, ante todo, en decirles a las personas que padecen esta adicción y sus familias, que no están solos y cuentan con el apoyo de todos los que desean sumarse en la prevención de este importante problema, que lejos de disminuir, sigue siendo una considerable limitación en la vida de muchas personas y en el desarrollo de las familias y sociedades.