El cuidado del medio ambiente es una responsabilidad que debemos mantener de forma regular, pues es responsabilidad de todas las sociedades hacer un uso más eficiente y sostenible de los recursos que utilizamos.
Debemos recordar que la naturaleza puede existir sin nosotros, pero que nosotros no podemos sobrevivir sin la naturaleza. Los enormes beneficios que podemos proporcionar al planeta con nuestros hábitos sostenibles son fundamentales para que podamos hacer uso de los recursos naturales en el presente sin comprometer la supervivencia de las generaciones futuras y la posibilidad de las mismas de acceder a más recursos naturales.
Tenemos en nuestra mano la opción de vivir en armonía con la naturaleza y no desequilibrar todo aquello que ha supuesto millones de años de evolución, pero que puede ser destruido en décadas de explotación humana irracional.
En este periodo veraniego debemos aplicar la educación ambiental que nos acerca a valores esenciales para amar y respetar la naturaleza a través del conocimiento, la valoración de su riqueza y la conservación de todas y cada una de las especies de seres vivos que la constituyen. Siempre podemos aprovechar nuestro tiempo libre y las vacaciones para realizar actividades en la naturaleza, apostar por el turismo sostenible y visitar parques naturales, reservas de la biosfera y espacios protegidos, así como reservas naturales y jardines botánicos para conocer la asombrosa biodiversidad de los distintos rincones del país.
Del mismo modo que cuidamos nuestro entorno durante el resto del año, debemos seguir haciéndolo durante las vacaciones. Solo así podremos seguir disfrutando del ansiado y merecido descanso en unos paisajes limpios y protegidos.
Por este motivo, Prosalud anima a los ciudadanos a seguir algunos sencillos consejos para que, entre todos, continuemos cuidando del medio ambiente en vacaciones:
- Ahorre el agua, su uso debe ser racional. Cierra las pilas o llaves cuando no estemos usándola ¡Todos necesitamos agua, cuídala!
- Consuma agua potable, la contaminada provoca enfermedades digestivas.
- Cuando vayas a la playa o la montaña no dejes basura. Guarda los productos consumidos a lo largo del día y deposítalos posteriormente en el contenedor o papelera correspondiente.
- Si el alojamiento donde estás pasando tus vacaciones no tiene cubos para residuos, ¡no hay excusa! Coloca un par de bolsas en alguna parte, apenas ocupan espacio y así podrás seguir reciclando como en casa.
- Tan importante como reciclar es reducir la cantidad de basura que generes. Reutiliza las bolsas de plástico tantas veces como puedas. El papel puedes colocarlo en un montón, aprovecharlo hasta que no se pueda escribir más en él.
- Aprovechar las horas de luz solar al máximo.
- Utilizar bombillas o tubos de bajo consumo.
- No dejar aparatos eléctricos enchufados si no se están usando.
- Respeta, cuida y protege los animales y las plantas que encuentres a lo largo de tu estancia en los diferentes escenarios.
- Evite fumar y si lo hace no tirar las colillas.
- Participa en actividades medioambientales como reforestaciones colectivas, retirada de basura en playas y senderos, etc.
- Realizar actividades en la naturaleza y turismo sostenible para conocer, respetar y conservar la biodiversidad y los ecosistemas.
Con sencillos gestos podemos hacer mucho para seguir disfrutando, cada verano, de la naturaleza que nos rodea.