Ser adolescente es difícil en cualquier circunstancia, pero la enfermedad por el coronavirus (COVID-19) está haciendo que resulte aún más difícil. Debido al cierre de las escuelas y a la cancelación de eventos, muchos adolescentes se están perdiendo algunos de los momentos más hermosos de su juventud, además de experiencias cotidianas como charlar con los amigos y participar en clase.
Las muertes por la COVID-19 son excepcionales entre los jóvenes, las formas graves de la enfermedad que llevan a una hospitalización e incluso a la muerte se producen mayormente entre los adultos; esto no significa que los jóvenes están exentos de contraer el nuevo coronavirus. Por consiguiente, es bastante normal preocuparse por los efectos que la pandemia por la COVID-19 puede tener en los más jóvenes de casa.
Cuba adopta medidas oportunas para la prevención de la COVID-19, entre ellas el aislamiento social, el cierre de escuelas y actividades socioculturales. Estas medidas obligan a los adolescentes a quedarse en casa. Enfrentar el hecho de no poder salir, por el bien de su salud y la de su familia, los pone a vivir una experiencia difícil y nueva para muchos de ellos.
Aquí te damos algunas recomendaciones que pueden ayudar a pasar un poco mejor esta temporada a los jóvenes en casa:
Ordene su entorno y organice su día para que no pierda la noción del tiempo.
- Mantenga un horario de actividades que funcione con el aprendizaje virtual.
- Fije una hora para levantarse, hacer ejercicio, bañarse, vestirse, desayunar o lo que sea necesario.
- Si ayuda, deje que su adolescente duerma un poco más de lo normal. Así como lo hacen en los salones de clases, sus teléfonos deben estar apagados.
- Manténgalos también apagados durante las horas de estudio o tele clases.
- Programe pequeños descansos y una hora para almorzar.
- Los horarios de comida son buena oportunidad para reunir a toda la familia, hablar y compartir ideas.
- Intente conversaciones divertidas para empezar, como “cuál fue tu momento favorito del día o “hoy me siento agradecido por…”.
- Ayúdeles a que mantengan la rutina normal para dormir para que estén listos para el aprendizaje todos los días.
- Permita “tiempo de inactividad”. Es normal que los adolescentes anhelen privacidad de sus familias. Deles espacio para que tengan tiempo para ellos solos, tiempo para la creatividad, la música y para hablar con sus amigos virtualmente. Esto puede ayudar a aliviar el sentirse aislados de sus amigos o con las dificultades que tengan con los cambios de rutina.
Comuníquese de forma honesta y directa.
- Comparta información de lo que está pasando con calma y de forma directa y objetiva para ayudar a tranquilizar sus preocupaciones sobre el virus. Refuerce los conceptos básicos, como por ejemplo: la importancia de lavarse las manos con frecuencia y evitar tocarse la cara.
- Enfatice que quedarse en casa, salva vidas. Hable de cómo el distanciamiento social es una manera importante en la que ellos pueden ayudar a disminuir la propagación del virus y proteger a aquellos que corren mayor riesgo en casa.
- Ayude a sus adolescentes a pensar en el futuro conduciéndolos a que cambien su enfoque de lo que han perdido y encuentren maneras para superarlo haciendo planes y estableciendo metas.
Apoye a la familia y a la comunidad
- Ellos pueden tener nuevas responsabilidades. Las rutinas han cambiado, y la familia puede necesitar ayuda adicional para el cuidado de los niños más pequeños o para la limpieza del hogar. Hable con su adolescente sobre las formas en que ellos pueden prestar una mayor ayuda. ¿Por ejemplo, podrían ayudar a planear o cocinar la cena? ¿Qué tal enseñarles a sus hermanos un baile nuevo o un juego divertido?
- Sugiera a su adolescente que tome iniciativa para planear proyectos en los que toda la familia pueda participar, como organizar las fotos de la familia o reconstruir la historia de la familia.
- Anímelos a que limpien su cuarto, el sótano o a que organicen el garaje y aparten los objetos no utilizados que pudieran donarse a otras personas.